El Gobierno yemení y el movimiento rebelde hutí abrieron hoy en Suecia las primeras consultas de paz en dos años y medio anunciando un acuerdo para canjear presos entre los dos bandos enfrentados desde 2014.
El anuncio lo hizo el enviado de la ONU para Yemen, Martin Griffiths, en el acto de apertura de las conversaciones, auspiciadas por Naciones Unidas y que se desarrollan en el castillo de Johannesberg, en Rimbo, al norte de Estocolmo.
«Estoy feliz de anunciar la firma de un acuerdo de intercambio de presos, detenidos y personas en arresto domiciliario», dijo Griffiths, que habló de «buena señal» que espera sirva para crear un marco de negociaciones políticas entre las partes.
El inicio de los contactos supone un «hito importante» que muestra que las partes quieren encontrar una solución pese a los retos y cuestiones conflictivas, sostuvo Griffiths, quien reveló que en Suecia se discutirán temas económicos, la reducción de la violencia, el acceso humanitario y la situación del aeropuerto de Saná.
El enviado de la ONU, que agradeció a las partes que hayan rebajado los enfrentamientos en las últimas semanas, dijo no querer ser «demasiado optimista» pero sí muy ambicioso».
«El futuro de Yemen está en las manos de quienes estamos en esta sala. Debemos actuar ahora antes de perder el control sobre el futuro», dijo Griffiths, quien estuvo acompañado por la ministra de Asuntos Exteriores sueca, Margot Wallström, y las dos delegaciones, sentadas frente a frente en una mesa rectangular.
Wallström se mostró «orgullosa» del paso dado por las partes, pero recordó que hay una «catástrofe» en Yemen que hay que frenar y que los yemeníes han esperado «demasiado» por la paz.
«Ahora es cosa vuestra comprometeros de verdad de forma constructiva y en buena fe. Vuestro futuro está en vuestras manos», afirmó Wallström, que habló de la necesidad de que haya «concesiones, compromisos y coraje» y de tener expectativas «realistas».
La guerra en Yemen comenzó a finales de 2014, cuando los hutíes, que cuentan con el respaldo de Irán, se hicieron con el control de Saná, y el conflicto se generalizó en marzo de 2015 con la intervención de la coalición árabe liderada por Arabia Saudí, a la que suministran armas Estados Unidos y otros países occidentales.
En la ronda de contactos, de cuya duración no se ha informado aunque medios suecos hablan de una semana, no estarán presentes ni Estados Unidos, ni Irán ni Arabia Saudí, un hecho que Griffiths considera normal.
«La ONU cree firmemente en que el futuro de Yemen es cosa de Yemen, no de otros países», dijo en una rueda de prensa posterior Griffiths, quien cree además que estos últimos «están de acuerdo».
La delegación hutí llegó hace dos días a Suecia, acompañada por Griffiths, que ha supervisado el trayecto para que se cumpliesen las garantías de seguridad que pedían aquellos, mientras que los negociadores del Gobierno aterrizaron ayer en la capital sueca.
El pasado septiembre, la ONU intentó celebrar unas consultas de paz en Ginebra, pero solo acudió a la cita el Gobierno yemení, porque los rebeldes se negaron a viajar por falta de garantías para volver a Yemen.
Las últimas conversaciones de paz en las que las partes beligerantes se encontraron fue en Kuwait, en verano de 2016 y, tras su final, la delegación hutí se quedó bloqueada durante tres meses en Omán porque la coalición árabe liderada por Arabia Saudí, que controla el espacio aéreo yemení, les obstaculizó la vuelta a Saná.
Este conflicto ha provocado la «peor crisis humanitaria en el mundo» en la actualidad, según la ONU.
***************
Mira a continuación
Los negocios son una guerra
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.