Dos venezolanos fueron detenidos y acusados en Estados Unidos por contrabando de un alijo de oro valorado en cinco millones de dólares que estaba oculto en un avión privado. Un nuevo e interesante caso de oro venezolano comercializado en el mercado negro y que podría estar vinculado al régimen de Nicolás Maduro.
Se trata del piloto Víctor Fossi Grieco y el pasajero Jean Carlos Sánchez Rojas, quiénes viajaron desde Caracas al aeropuerto ejecutivo de Fort Lauderdale, al norte de Miami. Agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) los detuvieron al detectar irregularidades en la parte delantera del avión, donde encontraron 104 kilos de oro.
El pasajero le comentó a las autoridades que la intención era vender el oro en Estados Unidos y agregó que «la organización» ya ha contrabandeado oro en el país. Además, informó que por entregar el mineral en Estados Unidos recibiría una recompensa.
«Los oficiales observaron remaches sueltos en el compartimiento de la nariz del avión», donde «hallaron numerosos lingotes de oro bajo una cobertura de metal», precisó la acusación introducida el lunes en la justicia, y que se basa en una declaración jurada de una funcionaria del Departamento de Seguridad Nacional.
De acuerdo con el portal de noticias Cima News, el piloto aparece en la División de Corporaciones de Florida (Sunbiz) como titular de al menos cuatro compañías en ese estado. Fossi Griego, piloto de 51, indicó que se encontró con varias personas para recibir la carga y que escondió el avión dos días antes del vuelo.
#MIAMI | El piloto Víctor Fossi Grieco detenido por el #FBI en el aeropuerto de Opalocka con 209 kilos de oro, aparece en la División de Corporaciones de Florida (Sunbiz) como titular de 4 compañías en el estado. pic.twitter.com/0KbYZzstwq
— Cima News Digital (@cimanewsdigital) 24 de septiembre de 2019
El pasado 1 de agosto, otra importante cantidad de lingotes de oro fue incautada en el aeropuerto Princess Juliana de Sint Maarten (parte holandesa de la isla de San Martín), también en un avión privado procedente de Venezuela.
En junio de este mismo año, en Londres se dio a conocer la incautación de 104 kilogramos de oro en representación de lingotes en el aeropuerto de Heathrow. Dicha cantidad fue valorizada por las autoridades en cinco millones de dólares. El hallazgo fue realizado por oficiales que investigan un cartel de drogas en América Latina.
El Gobierno de Estados Unidos ha emprendido una cruzada contra el comercio ilícito de oro proveniente del país suramericano; descubrió que el régimen de Maduro está usando el contrabando de dicho mineral para adquirir divisas tras las sanciones impuestas por la comunidad internacional.
“Vamos a perseguir de manera agresiva a aquellos involucrados con el imprudente comercio ilícito de oro de Maduro, que está contribuyendo a esta crisis financiera, humanitaria y ambiental” que vive Venezuela, apuntó en ese momento el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
Un amplio reportaje realizado por InfoAmazonia (Brasil), The Miami Herald (Estados Unidos), RunRun (Venezuela), Correo del Caroní (Venezuela) y De Correspondent (Holanda) revela cómo el oro proveniente de la minería ilegal auspiciada por la dictadura chavista llega a territorio estadounidense.
La explotación de oro y su comercialización en el mercado negro está en manos de la Fuerza Armada de Venezuela y organizaciones delictivas en el país suramericano, como la guerrilla colombiana ELN. Organismos de seguridad en Colombia y Estados Unidos trabajan día y noche para descubrir a las redes involucradas en el contrabando, con el fin de dar un duro golpe a las organizaciones del narcotráfico que lavan dinero con el oro venezolano y la venta de cocaína.
De acuerdo con el reportaje, «una vez que el oro venezolano entra al mercado estadounidense, se refina y se vende a grandes compañías». Eso significa que puede terminar en relojes, joyas o cualquier otro tipo de prendas.
La investigación periodística señala que después de que se refina en Estados Unidos, el oro puede venderse a bancos, joyeros y empresas fabricantes de equipos electrónicos. El efectivo de la venta, que termina en manos del régimen de Maduro, es enviado a Venezuela a través de Colombia y el Caribe.
Ante la falta de divisas provenientes del sector petrolero, el abandono del chavismo a la estatal petrolera PDVSA y las sanciones internacionales que impiden el financiamiento de la dictadura, Maduro busca mantenerse en el poder y financiarse con la extracción ilegal de oro. Este preciado metal se ha convertido en la alternativa que tiene el dictador para obtener liquidez ante la merma de los ingresos petroleros y, sobre todo, ante las sanciones estadounidenses.
La minería ilegal mantiene a Maduro en el poder
A raíz de que el régimen se ha visto cercado por las sanciones, ha decidido apropiarse del oro venezolano para comercializar con él. Esto ha traído como consecuencia la disminución de las reservas a un mínimo de ocho mil cien millones de dólares.
Venezuela ha perdido al menos 764 toneladas de oro en manos de los regímenes de Hugo Chávez y Maduro. La mayoría de las reservas simplemente desaparecieron en medio de transacciones ilícitas.
En abril el diputado y economista, José Guerra, señaló que «cuando Chávez ordenó repatriar el oro en 2012, se trajeron 850 toneladas. Hoy quedan apenas 86 toneladas. Esas son las que están sacando».
De acuerdo con la agencia Bloomberg, el pasado 12 de julio el régimen de Maduro vendió alrededor de 40 millones de dólares de las reservas de oro del Banco Central de Venezuela (BCV) por «debajo de la mesa». Desafiando así las sanciones internacionales impuestas contra la dictadura.
Según la agencia, hasta el momento se ha registrado la venta de 24 toneladas de oro desde principios de abril, las cuales han sido destinadas a Emiratos Árabes Unidos y Turquía. Y de acuerdo con el diario estadounidense The Wall Street Journal, en marzo Maduro también envió 7,4 toneladas de oro a África para refinarlo y así evadir las sanciones estadounidenses.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos advirtió que Venezuela recurre de manera creciente al comercio de oro “sin control medioambiental ni de contabilidad” para financiar las redes de corrupción que sostienen a la dictadura.
El secretario asistente del Tesoro, Marshall Billingslea, señaló que el régimen de Maduro desvió su atención a la explotación del oro para obtener recursos. También denunció el expolio de las minas de oro en el sur de Venezuela y aseguró que “se está aproximando a una situación similar a la de los diamantes ensangrentados” en África.
El oro “se está sacando del país sin que haya contabilidad alguna para saber a dónde van a parar los fondos”, indicó. El representante del Departamento del Tesoro también denunció que la explotación descontrolada de oro se convertirá en un problema para la región:
No se trata de minería convencional, esto es destruir los bosques creando enormes cantidades de agua estancada que va contaminada con mercurio y otros químicos. Será un catástrofe medioambiental durante décadas, con brotes de malaria, dengue; y estas enfermedades se van a mover por la región con los millones de refugiados.
Actualmente, es casi imposible calcular la cantidad de oro existente en el Arco Minero Venezolano. Se cree que podría haber unas ocho mil toneladas, que equivalen a más de docientos cuarenta mil millones de euros, sin contar, además, las reservas de coltán, bauxita, cobre y diamante que también reposan en el lugar.
Este artículo fue publicado originalmente en PanAm Post.
Los puntos de vista expresados en este artículo son las opiniones del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de La Gran Época.
Video relacionado
Diputados denuncian al régimen chavista por hipotecar Venezuela durante el auge petrolero
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.