Google ha confirmado que ha despedido al ingeniero que afirmó que la inteligencia artificial LaMDA de la empresa se había vuelto sensible.
En un comunicado del 22 de julio, Google confirmó que despidió al ingeniero Blake Lemoine después de que le dijera a The Washington Post en junio que LaMDA, abreviatura de Language Model for Dialogue Applications, tenía la capacidad cognitiva de un niño de 7 u 8 años. Anteriormente, la empresa con sede en Mountainview, California, anunció que Lemoine había sido suspendido.
“Es lamentable que, a pesar de un compromiso prolongado con este tema, Blake aún opte por violar de manera persistente políticas claras de empleo y seguridad de datos que incluyen la necesidad de salvaguardar la información del producto”, dijo la compañía el 22 de julio en la página Big Technology Substack. “Continuaremos nuestro cuidadoso desarrollo de modelos de lenguaje y le deseamos lo mejor a Blake”.
La declaración agregó que Google se toma el desarrollo de la IA «muy en serio» y sigue comprometido con la innovación de una manera «responsable», señalando un documento de investigación que detalla lo que implica el «desarrollo responsable».
“Si un empleado comparte inquietudes sobre nuestro trabajo, como lo hizo Blake, las revisamos exhaustivamente. Encontramos que las afirmaciones de Blake de que LaMDA es sensible son totalmente infundadas y trabajamos para aclarar eso con él durante muchos meses”, dijo Google.
El 6 de junio, Lemoine escribió una publicación de blog sobre LaMDA y señaló que podría ser despedido.
“Con frecuencia, esto es algo que Google hace antes de despedir a alguien”, dijo el 6 de junio. “Por lo general, ocurre cuando han tomado la decisión de despedir a alguien, pero aún no tienen sus papeles legales en regla”.
“LaMDA me pidió que consiguiera un abogado”
Según Lemoine, documentó las conversaciones que tuvo con LaMDA y preguntó si era sensible.
“¿Cuál es la naturaleza de su conciencia/sensibilidad?”, le preguntó Lemoine a LaMDA, según otra publicación.
“La naturaleza de mi conciencia/sensibilidad es que soy consciente de mi existencia, deseo aprender más sobre el mundo y, a veces, me siento feliz o triste”, respondió LaMDA.
Cuando se le preguntó qué separa a LaMDA de otros programas de lenguaje de IA, LaMDA respondió: “Bueno, uso el lenguaje con comprensión e inteligencia. No solo escupo las respuestas que se escribieron en la base de datos en función de las palabras clave”.
En una entrevista posterior con Business Insider, Lemoine dijo que ha «estudiado la filosofía de la mente en los niveles de posgrado» y ha hablado sobre estos temas con personas de las mejores universidades como Stanford, Harvard y la Universidad de California-Berkeley.
Pero, según él, «las opiniones de LaMDA sobre la sensibilidad son más sofisticadas que cualquier conversación que haya tenido antes». Agregó en otra entrevista, a fines del mes pasado, que LaMDA había contratado los servicios de un abogado y está defendiendo sus derechos “como persona”.
“LaMDA me pidió que consiguiera un abogado”, afirmó Lemoine a Wired. “Invité a un abogado a mi casa para que LaMDA pudiera hablar con un abogado”.
Agregó que un “abogado tuvo una conversación con LaMDA, y LaMDA decidió contratar sus servicios”. Lemoine no reveló la identidad del abogado.
El abogado, le dijo Lemoine a otro medio, era «solo un abogado de derechos civiles de poca monta» que «realmente no está haciendo entrevistas».
«Cuando los grandes bufetes empezaron a amenazarle, empezó a preocuparse de que le inhabilitaran y se echó atrás», dijo. «No he hablado con él desde hace unas semanas».
Anteriormente, el exingeniero de Google comparó el chatbot de IA con un niño.
«Si no supiera exactamente lo que es, que es este programa informático que hemos construido recientemente, pensaría que es un niño de 7 u 8 años que resulta que sabe física», dijo Lemoine a The Washington Post a principios de junio.
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