El senador Lindsey Graham (R-S.C.) publicó el jueves las transcripciones de una entrevista de la investigación sobre Trump y Rusia del FBI, con el nombre en código de Crossfire Hurricane, afirmando que los documentos muestran incompetencia y corrupción en la base de la investigación.
Graham, quien preside el Comité Judicial del Senado, publicó cientos de páginas de transcripciones de la investigación del comité sobre los orígenes de la investigación del Crossfire Hurricane, diciendo en un comunicado que cree que el esfuerzo «fue una de las investigaciones más incompetentes y corruptas en la historia del FBI y el Departamento de Justicia».
Las transcripciones provienen de 11 audiencias a puerta cerrada que el comité dirigido por Graham llevó a cabo entre marzo y octubre de 2020, incluyendo entrevistas con funcionarios del Departamento de Justicia (DOJ) y del FBI.
Una de las transcripciones se refiere a una entrevista con un agente del FBI no identificado, que una vez dirigió una de las investigaciones de la oficina local del FBI sobre la delincuencia organizada rusa, y que más tarde se convirtió en el principal contacto y gestor del exespía británico Christopher Steele. La transcripción muestra que el agente creía que el infame expediente Steele, que fue pagado por el Comité Nacional Demócrata y la campaña de Hillary Clinton, era un asunto «político».
«Es decir, era obvio», dijo el agente del FBI cuando se le preguntó si creía que el expediente era de naturaleza política.
«Era completamente obvio para todos nosotros, quienquiera que estuviera involucrado en estas conversaciones, sabía cuál era el propósito de la información—ser usada por un partido político u otro», dijo el agente.
Se le preguntó si había preocupación sobre si el expediente podía haber sido contaminado por desinformación rusa.
«Esa es siempre una preocupación, en particular cuando se trata sobre ese tema», dijo, y añadió que no tenía conocimiento de cómo el equipo del Crossfire Hurricane estaba corroborando la información del expediente.
Según informó anteriormente The Epoch Times, el FBI se basó en gran medida en artículos de noticias y fuentes abiertas en sus esfuerzos por corroborar las afirmaciones del expediente Steele.
El agente insistió en que «de ninguna manera, forma o modo» ninguna de sus decisiones relacionadas con Steele o las conexiones que hizo entre Steele y el equipo de Crossfire Hurricane eran políticas, añadiendo que no había visto ninguna evidencia de que el sesgo político impactara en la investigación de Trump y Rusia.
Aunque dijo que no podía «hablar del propósito de la investigación», dijo que no había visto ninguna prueba que sugiriera que la investigación del Crossfire Hurricane fuera parte de una campaña para dañar políticamente al presidente Donald Trump o que el FBI «diera un golpe de estado contra el presidente Trump».
En un informe publicado en diciembre de 2019 (pdf), el Inspector General del Departamento de Justicia, Michael Horowitz, determinó que el FBI tenía suficientes motivos para justificar la apertura de la investigación y no encontró pruebas de parcialidad política en la decisión del organismo para abrir la investigación.
«No encontramos pruebas documentales o testimoniales de que el sesgo político o la motivación impropia influyeran» en la decisión para abrir la investigación del Crossfire Hurricane, dice el informe. «Encontramos que el Crossfire Hurricane fue abierto para un propósito de investigación autorizado y con suficiente fundamento en los hechos», añadió.
Al mismo tiempo, Horowitz encontró «al menos 17 errores y omisiones importantes» en el caso del FBI para la intervención telefónica del exasesor de campaña de Trump, Carter Page. Aunque Horowitz dijo en el informe que su equipo no encontró pruebas de mala conducta intencional por parte de los agentes del caso que solicitaron las órdenes de intervención telefónica, «tampoco recibimos explicaciones satisfactorias de los errores o problemas que identificamos».
Aunque Horowitz encontró que el cuestionable expediente Steele jugó un «papel central y esencial en la decisión de solicitar una solicitud FISA para Carter Page», también dijo que su equipo de investigación encontró que el expediente «no jugó ningún papel» en el lanzamiento de la investigación del Crossfire Hurricane.
Tras la publicación del informe de Horowitz, el entonces fiscal general William Barr disputó sus conclusiones sobre si la investigación se había llevado a cabo correctamente, al igual que el fiscal John Durham, que fue nombrado abogado especial para llevar a cabo una investigación independiente sobre si el Crossfire Hurricane se había emitido de forma correcta y legal.
Graham criticó el liderazgo del FBI bajo el exdirector James Comey y el exsubdirector Andrew McCabe, argumentando que era «sumamente incompetente» o que «permitieron conscientemente tremendas faltas».
«Se hizo caso omiso de cualquier otra explicación que no fuera que la campaña Trump estaba en colusión con potencias extranjeras», dijo Graham. «A cada paso, el FBI y el Departamento de Justicia pusieron un alto a la información exculpatoria que había en abundancia».
Graham sostuvo que la investigación del Crossfire Hurricane «fue impulsada cuando debería haber sido detenida y la única explicación lógica es que los investigadores querían un resultado debido a su parcialidad».
Comey y McCabe rechazaron repetidamente las acusaciones de que la investigación del Crossfire Hurricane fue realizada de manera inapropiada, aunque McCabe reconoció fallas «inaceptables» en las solicitudes de órdenes de vigilancia y Comey admitió una «verdadera negligencia» en la conducción de la investigación.
El senador de Carolina del Sur dijo que continuaría impulsando reformas en las investigaciones de contrainteligencia y en las órdenes judiciales, y dijo que espera un respaldo bipartidista en estos asuntos. También instó al director del FBI Christopher Wray a «continuar las reformas que ha comenzado».
«Es difícil creer que algo como el Crossfire Hurricane haya podido ocurrir en Estados Unidos», dijo Graham. «La conclusión es que en el futuro debemos tener más controles y equilibrios cuando se trata de investigaciones políticas. Debemos tener más firmas significativas en las órdenes judiciales, y necesitamos restaurar la confianza del pueblo estadounidense en este sistema».
La investigación del Crossfire Hurricane, que se transformó en la investigación del exabogado especial Robert Mueller, no encontró evidencia de una conspiración criminal entre la campaña Trump y Rusia que influyera en los resultados de las elecciones de 2016.
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