El senador republicano de Carolina del Sur, Lindsey Graham, dijo que no ha podido acceder a entrevistar a los agentes del FBI, quienes se reunieron en relación al difamador expediente Steele, con una persona clave que había rechazado el documento sin fundamento.
Graham, presidente del Comité Judicial del Senado, dijo a Fox News ‘Sunday Morning Futures‘ el domingo, que habían hecho una solicitud para entrevistar a un agente del FBI y analista supervisor de inteligencia, quien se reunió con la fuente principal del exagente de inteligencia británica Christopher Steele, pero que hasta ahora había sido negada. El expediente Steele fue fundamental para la decisión del FBI de obtener las órdenes de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA), para vigilar al asociado del presidente Donald Trump, Carter Page, y alimentó dos años de especulaciones en los medios de comunicación sobre Trump, su campaña presidencial y el Kremlin.
«Hice una solicitud para entrevistar al agente del caso y al analista de inteligencia y hubo otras dos personas que entrevistaron a la fuente secundaria durante tres días en enero, de nuevo en marzo, de nuevo en mayo, y me están negando la posibilidad de hacerlo», dijo Graham al programa.
El senador no dio detalles sobre cuándo se hicieron las solicitudes y quién había negado el acceso, pero añadió que iba a «seguir trabajando con el sistema».
Graham también dijo durante la entrevista que no creía que el agente del caso y el analista de inteligencia fueran las únicas personas que sabían que el expediente de Steele había sido desacreditado, antes de que se utilizara para obtener nuevas órdenes de FISA para controlar a Page. Él agregó que estaba decidido a hacer responsable a cualquier oficial que tuviera conocimiento de la entrevista del FBI con la subfuente y que pese a ello continuara aprobando las órdenes de FISA.
«Nosotros no vamos a dejar que el sistema culpe a algún analista de inteligencia de bajo nivel o al agente del caso por defraudar a la corte», dijo. «Creo que se va hasta la cima y voy a llegar al fondo de esto y eso significa que Sally Yates y Rosenstein, y McCabe y Comey van a presentarse ante el comité y se les preguntará, ‘¿Qué sabías y cuándo supiste esto?'»
El expediente contenía una colección de afirmaciones sin fundamento sobre la colusión entre Rusia y la campaña presidencial de Trump en 2016. Fue pagado, a través de intermediarios, por la campaña del oponente de Trump, la exsecretaria de estado Hillary Clinton, y el Comité Nacional Demócrata.
El inspector general del Departamento de Justicia, Michael Horowitz, determinó en su informe (pdf) sobre el abuso de la FISA, publicado en diciembre de 2019, que las entrevistas del FBI con la subfuente primaria en enero, marzo y mayo de 2017 «plantearon importantes cuestiones sobre la confiabilidad de los informes de Steele sobre las elecciones».
Durante una entrevista con el FBI en enero de 2017, la subfuente primaria dijo «al FBI que no había visto los informes de Steele hasta que se hicieron públicos ese mes, y que el/ella hizo declaraciones que indicaban que Steele había tergiversado o exagerado las declaraciones de la subfuente primaria en múltiples secciones del informe».
Horowitz señaló en su informe que el FBI recibió esta información sobre la fuente de Steele «poco después de que el FBI presentó la solicitud de renovación de la FISA de Carter Page Nº 1 y meses antes de la solicitud de renovación Nº 2».
La subfuente primaria fue entrevistada de nuevo en marzo de 2017 por un agente de la Oficina de Campo de Washington (WFO), quien consideró que «el tenor de los informes de Steele era mucho más ‘concluyente’ de lo que se justificaba».
«La subfuente primaria también declaró que nunca esperó que Steele pusiera las declaraciones de la subfuente primaria en los informes o las presentara como hechos. Según el agente 1 de la WFO, la subfuente primaria dijo que le dejó claro a Steele que no tenía pruebas para apoyar las declaraciones de sus subfuentes y que ‘era sólo palabrería'», encontró Horowitz en el informe.
La FBI omitió revelar esta información y otros hechos materiales sobre Page al Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera en las solicitudes de la FISA para vigilar a Page.
El fiscal general William Barr sopesó la situación durante una entrevista en la conferencia del Consejo de Directores Generales del Wall Street Journal en diciembre del año pasado.
«En ese momento quedó claro que el expediente era una farsa. ¿Entonces qué pasó? ¿Qué pasó en ese momento? No se lo dicen al tribunal y siguen obteniendo órdenes de la FISA basadas en ese expediente. Además lo más condenatorio es que en realidad presentaron al tribunal una declaración diciendo: ‘Hablamos con la fuente secundaria y lo encontramos creíble y cooperativo’ y lo pusieron para reforzar el expediente», dijo Barr.
«Es difícil mirar estas cosas y no pensar que fue un abuso grave», dijo.
Graham dijo en mayo que estaba considerando una autorización de citación para 53 altos funcionarios de la administración de Obama, como parte de su investigación de abuso de la ley FISA y la supervisión de la investigación del FBI sobre el caso Huracán Crossfire.
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