Un gran sistema de salud de Nueva York dijo el lunes que despidió a 1400 trabajadores porque se negaron a recibir la vacuna contra el COVID-19.
El sistema de salud Northwell Health despidió a aproximadamente el dos por ciento de su fuerza laboral, que se despliega por la ciudad de Nueva York, Westchester y Long Island.
El personal de sus 23 hospitales está ahora vacunado al 100 por ciento, informó en una declaración.
«Northwell cree que tener una fuerza de trabajo totalmente vacunada es una regla importante como parte de nuestro deber de proteger la salud y la seguridad de nuestro personal, nuestros pacientes y las comunidades a las que servimos», informó el sistema de salud. «Esto nos permite seguir proporcionando una atención excepcional en todos nuestros centros, sin interrupción y permanecer abiertos y plenamente operativos», añadió.
«Northwell lamenta la pérdida de cualquier empleado en tales circunstancias, pero como profesionales de la salud y miembros del mayor proveedor de atención médica en el estado, entendemos nuestra responsabilidad única para proteger la salud de nuestros pacientes y entre sí. Le debemos a nuestro personal, a nuestros pacientes y a las comunidades a las que servimos el estar 100 por ciento vacunados contra el COVID-19», añadió.
Un portavoz no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre si se concedieron exenciones religiosas o médicas.
La gobernadora demócrata, Kathy Hochul, ordenó a los trabajadores sanitarios de Nueva York que se vacunen contra el COVID-19. A fines del mes pasado se desestimó parcialmente una impugnación legal, excepto para aquellos que buscaban una exención religiosa. Por su parte la administración Biden planea lanzar un nuevo requisito a nivel nacional para los empleadores que tienen 100 o más trabajadores para obligarlos a vacunarse o a someterse cada semana a pruebas de detección del virus.
La semana pasada, miles de trabajadores de la salud que no estaban vacunados quedaron bajo licencia no remunerada debido a la orden de Hochul. La situación provocó algunas interrupciones en la atención. El Strong Memorial Hospital, por ejemplo, dijo que estaba pausando algunos procedimientos de salud no esenciales durante dos semanas.
A los trabajadores de Northwell despedidos por su negativa a vacunarse se les negaron beneficios tales como las contribuciones del empleador a los planes de jubilación, informó previamente The Epoch Times.
John Trinchino, un enfermero registrado, dijo a The New York Times que la semana pasada fue despedido de su trabajo en el Hospital Universitario de Staten Island, que forma parte de Northwell.
El enfermero dijo que no estaba de acuerdo con la orden de vacunación porque se había recuperado de COVID-19. Los estudios demuestran que las personas que se recuperan de la enfermedad, causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), gozan de una protección similar que los vacunados frente a una infección posterior.
«Todo esto va a conducir a una peor atención en los pacientes y estoy simplemente disgustado por ello», dijo.
Los trabajadores de Northwell protestaron contra la orden de vacunación el día que entró en vigor, argumentando que violaba las libertades de las personas.
Karen Roses, asistente de atención al paciente en un hospital de Northwell en Riverhead, Nueva York, dijo a The Epoch Times que sabía que su negativa a vacunarse podría significar la pérdida de su trabajo, pero dijo que «no va a ser intimidada o presionada por nadie por ninguna razón.»
«Esta no es una declaración antivacunas. Es una declaración de libertad de elección», dijo.
Con información de Petr Svab y Dave Paone
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