El miembro de alto rango del poder judicial del Senado, Chuck Grassley (R-Iowa), indicó en una entrevista reciente que no está de acuerdo con las previas declaraciones de los líderes republicanos que minimizan las perspectivas de su partido en las elecciones de medio mandato de 2022.
Actualmente, los miembros de ambos partidos se están preparando para una dura batalla. Mientras los demócratas buscan mantener una pequeña mayoría en el Senado dividido en partes iguales, los republicanos tratan de retomar la Cámara después de un período de dos años como minoría. Aunque hay 34 escaños para la reelección, solo unos pocos están en juego por lo que los observadores siguen divididos sobre quién obtendrá la mayoría después de las elecciones.
En una declaración que provocó una división en el Partido Republicano (GOP), el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell (R-Ky.), indicó cierto pesimismo sobre las perspectivas de su partido a fines de agosto, diciendo que el Partido Republicano solo tiene una probabilidad de «50-50» de retomar la mayoría.
“Volteando el Senado, ¿cuáles son las posibilidades? Es una propuesta 50-50. Tenemos un Senado 50-50 en este momento. Tenemos una nación 50-50 y creo que es probable que el resultado sea muy, muy cercano de cualquier manera”, dijo McConnell a la Cámara de Comercio del condado Georgetown/Scott, en Kentucky, cuando se le preguntó sobre la contienda electoral.
“Si tanto la Cámara como el Senado cambian, yo creo que el presidente será moderado”, añadió McConnell. Él no tendrá elección, por lo tanto trataremos de encontrar formas de lograr algún progreso para el país durante los últimos dos años de su mandato (…) pero no un gran cambio dramático”.
Esos comentarios se produjeron una semana después de que él hiciera la predicción más nefasta a los medios locales diciendo que es poco probable que los republicanos tomen el Senado. A ello culpó a la «calidad de los candidatos» como la razón de las bajas expectativas.
La declaración fue rechazada por el senador Rick Scott (R-Fla.), presidente del Comité Senatorial Republicano Nacional (NRSC), el principal grupo electoral y de recaudación de fondos del Partido Republicano del Senado, quien respondió a través de otra declaración que algunos sugirieron que fue una respuesta directa a McConnell.
En un artículo de opinión para el Washington Examiner, Scott denunció a los republicanos “traidores” como candidatos republicanos al Senado que “hablan basura”.
El artículo fue visto como el último de una serie de disputas entre McConnell y Scott, dos de los republicanos más importantes que planean la estrategia del Partido Republicano en el Senado en 2022.
Grassley no se preocupa
Aunque no intervino en las luchas internas, que muchos republicanos han estado ansiosos por minimizar, Grassley sugirió durante una aparición reciente en Fox Business que es optimista sobre las perspectivas del partido, a pesar de las predicciones más sombrías de McConnell.
“Yo creo que tenemos buenos candidatos en la mayoría de los estados y ganaremos el Senado por 52 votos contra 48”, dijo Grassley. “Recuerden, tenemos 21 republicanos arriba y solo 14 demócratas, por lo que los números están en nuestra contra, pero tenemos oportunidades reales”.
“Uno debe recordar que [el presidente Joe Biden] está bajo el agua en cuanto a la aprobación, particularmente para la economía y particularmente en la cuestión de si el gobierno se dirige en la dirección equivocada”, añadió el líder republicano, señalando que escuchó este sentimiento de sus electores en las reuniones de la ciudad a lo largo del mes de agosto.
Según la encuesta de seguimiento presidencial diaria de Rasmussen, que recopila datos sobre la aprobación presidencial a lo largo del tiempo, hasta el 7 de septiembre, Biden tenía un índice de aprobación del 44 por ciento en comparación con el 48 por ciento de aprobación del presidente Donald Trump en el mismo momento de su presidencia.
McConnell, al igual que Grassley, ha hecho hincapié en un enfoque que se centra en gran medida en atacar y presentar una alternativa a Biden y la mayoría demócrata en el 117º Congreso.
“Este país va por el camino equivocado, con encuestas que muestran que casi el 70 por ciento de las personas dicen que el país va en una dirección equivocada, y cabeza a cabeza, el republicano genérico vs. el demócrata, están parejos.
“Nosotros podríamos bajar a nivel nacional por 2 puntos porcentuales y aun así tener una tremenda victoria en la Cámara de Representantes y aun así tomar el Senado de Estados Unidos. Eso es lo que han mostrado las encuestas en las elecciones anteriores. No tenemos que ser mucho más populares que los demócratas para tomar el control del Congreso, particularmente cuando la historia está de nuestro lado”.
En el panorama actual, los estrategas del Senado de ambos lados están enfocando la mayor parte de su atención y fondos en algunos estados clave, incluidos Pensilvania, Carolina del Norte, Georgia, Wisconsin, Arizona, Ohio y Nevada.
Con la contribución de Jack Phillips
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