El senador Chuck Grassley (R-Iowa) se mostró en desacuerdo el jueves con una evaluación de amenazas recientemente publicada sobre el extremismo violento nacional porque no tomó en cuenta a los extremistas anarquistas que aterrorizaron las ciudades estadounidenses el verano pasado.
“Wray, el director del FBI, le dijo al Congreso que gran parte del extremismo doméstico en 2020 fue de elementos anti-gubernamentales (anarquistas+milicias), pero la evaluación administrativa de Biden no dice nada sobre los anarquistas solo menciona el lado de la milicia de la violencia anti-gubernamental”, escribió Grassley, miembro de rango del Comité Judicial del Senado, en un comunicado en respuesta al breve resumen de la comunidad de inteligencia publicado el miércoles.
«¿Cómo se llama quemar/saquear/asesinar en [el] país el verano pasado?»
Él señaló las declaraciones hechas por el director del FBI, Christoper Wray, al Congreso en septiembre de 2020, quien testificó que la oficina ha abierto «investigaciones debidamente fundamentadas sobre extremistas anarquistas violentos que se suscriben o se identifican con Antifa».
«Wray, director del FBI, también dijo al Congreso que en 2020 hubo tanto extremismo anarquista como los últimos tres años combinados», escribió Grassley en otro comunicado. «No hubo asesinatos por motivos raciales en 2020, solo tres asesinatos cometidos por extremistas antigubernamentales, incluido Antifa».
Los demócratas, incluidos los principales miembros del partido, han desestimado o minimizado la gravedad de los grupos extremistas anarquistas como Antifa, que han sido acusados de perpetrar violencia y disturbios en medio de disturbios civiles el verano pasado tras la muerte de George Floyd. El presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Jerrold Nadler (D-N.Y.), caracterizó los disturbios y la violencia de Antifa en algunas ciudades como Portland como un «mito» y se refirió al grupo extremista como «imaginario» durante un discurso en la Cámara el año pasado.
Durante la audiencia de septiembre de 2020, Wray reconoció a Antifa como «algo real», pero agregó que la oficina lo considera como «un movimiento» o «una ideología» a la que los individuos se suscriben en lugar de una organización con estructura. También agregó que las personas que se identifican con la ideología de Antifa se unen en «grupos pequeños» o «nodos» y tienen el «potencial de violencia».
«¡No lo sabrás leyendo la evaluación de seguridad administrativa de Biden! ¡Dejen de politizar las evaluaciones de amenazas!», añadió Grassley.
El breve resumen desclasificado–elaborado por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI), el Departamento de Justicia (DOJ) y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS)–descubrió que los extremistas nacionales, motivados por una variedad de ideologías, son vistos como riesgos de violencia.
La comunidad de inteligencia descubrió que los extremistas motivados por prejuicios contra las poblaciones minoritarias y la percepción de extralimitación del gobierno «casi con certeza» impulsarán más «radicalización y movilización hacia la violencia».
Mientras tanto, los desarrollos sociopolíticos como la narrativa del fraude en las elecciones presidenciales de 2020 y la irrupción del 6 de enero del Capitolio de los Estados Unidos «casi seguramente estimularán a algunos [extremistas violentos domésticos] a tratar de participar en la violencia este año», se lee en el resumen de la evaluación.
La evaluación se llevó a cabo después de que el presidente Joe Biden en enero encargara al DNI que evaluara la amenaza del extremismo violento doméstico tras la irrupción del Capitolio de los Estados Unidos el 6 de enero. Biden y los demócratas plantearon el tema luego de la violencia de ese día, dejando a los críticos preocupados de que la nueva administración podría limitar su enfoque en evaluar las amenazas domésticas a los eventos del 6 de enero sin prestar atención a la violencia que se desarrolló en todo el país durante el verano de 2020, desencadenada por la muerte de George Floyd.
El resumen también concluyó que los extremistas violentos por motivos raciales o étnicos y los extremistas violentos de las milicias (MVE) presentan las amenazas más letales. Se descubrió que algunos extremistas por motivos raciales tienen «más probabilidades» de «llevar a cabo ataques con víctimas en masa contra civiles», mientras que los grupos de milicias «suelen tener como objetivo las fuerzas del orden, y el personal e instalaciones gubernamentales».
“El CI evalúa que la amenaza de los MVE aumentó el año pasado y que casi con certeza seguirá siendo elevada a lo largo de 2021 debido a factores sociopolíticos contenciosos que motivan a los MVE a cometer violencia”, escribieron los funcionarios de inteligencia (pdf).
Los funcionarios también reiteraron las advertencias sobre delincuentes solitarios o pequeñas células de extremistas domésticos de diferentes ideologías, diciendo que es más probable que lleven a cabo ataques violentos en la Patria que las organizaciones que supuestamente defienden una ideología del extremismo violento doméstico.
Según el resumen, los extremistas violentos domésticos se definen como individuos con base en los Estados Unidos que “realizan o amenazan actividades que son peligrosas para la vida humana en violación de las leyes penales de los Estados Unidos o de cualquier estado; que parezca tener la intención de intimidar o coaccionar a una población civil; e influir en la política de un gobierno mediante la intimidación o coacción, o afectar la conducta de un gobierno mediante la destrucción masiva, el asesinato o el secuestro, según la definición de terrorismo nacional” según la ley federal.
La evaluación no tomó en cuenta a las personas que se involucran en “defensa de posturas políticas o sociales, activismo político, uso de retórica fuerte o adopción filosófica generalizada de tácticas violentas”, ya que esas acciones podrían estar protegidas constitucionalmente.
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