La filial de Nueva York del grupo de derechos civiles chino-estadounidense más antiguo, denunció la Teoría Critica Racial (CRT) como «un fraude despreciable, divisivo y manipulador», instando a los padres a identificar y denunciar la ideología en la educación de sus hijos.
En una carta del 23 de febrero (pdf), la Chinese American Citizens Alliance of Greater New York condenó la Teoría Crítica de la Raza (CRT por sus siglas en inglés), una derivación del marxismo europeo que ve la sociedad a través de la lente singular de la lucha por el poder basada en la raza y etiqueta a los fundamentos mismos de la vida social y política estadounidense —como el racionalismo, el derecho constitucional y el razonamiento jurídico— como herramientas de opresión racial.
«Desde sus propias raíces, la CRT es racista, represiva, discriminatoria y divisiva», escribió la organización, señalando que el marco de la Teoría Critica de la Raza está fuertemente influenciada por prominentes pensadores comunistas como Marx, Lenin y Gramsci, donde se sustituye la lucha de clases por la lucha racial.
Los estadounidenses de origen chino, según la Alianza, entran en el objetivo de la Teoría Crítica de la Raza porque este grupo racial minoritario ha seguido «superando la discriminación y logrando la movilidad ascendente», convirtiéndose en el grupo «blanco por adyacencia».
Al señalar que la Teoría Crítica de la Raza promueve amplias generalizaciones basadas únicamente en el color de la piel, la Alianza argumenta que inevitablemente chocará con los inmigrantes que están «agradecidos de estar aquí, que trabajan duro y educan a sus hijos con ahínco, y creen en el sueño estadounidense bajo la garantía constitucional de la igualdad de derechos».
«Cuando la CRT acabe chocando con los inmigrantes, nos encontraremos con que el racismo y el odio de la CRT contra nosotros ha subido un escalón más», dice la carta.
En un llamado a movilizarse, la Alianza dijo que los padres no solo deben organizarse para resistir a que se enseñe la Teoría Crítica de la Raza en las escuelas, sino también hablar con sus hijos para «desdoctrinarlos» en casa. «Esto tiene que empezar pronto, porque el adoctrinamiento de la TRC también empieza pronto», advirtió. «No confíe ciegamente en las escuelas y en los profesores».
El grupo también instó a los votantes a elegir legisladores estatales que «representen nuestros puntos de vista sobre el CRT», señalando que es poco probable que se elimine el CRT a nivel federal con el presidente Joe Biden en la Casa Blanca. En una de sus primeras acciones ejecutivas como presidente, Biden anuló la orden ejecutiva de Donald Trump, de septiembre de 2020, que declaraba que los «conceptos antiestadounidenses» y «divisivos» ya no debían promoverse en ninguna formación sobre diversidad e inclusión para los empleados federales.
La carta de la Alianza fue aplaudida por Christopher Rufo, periodista conservador, cineasta y crítico activo de la Teoría Crítica de la Raza. Rufo hizo un paralelismo entre la CRT y la Revolución Cultural de Mao, señalando que muchos chino-estadounidenses huyeron de ese mortífero movimiento político y no quieren verlo reaparecer en Estados Unidos.
«Bienvenidos a la lucha, amigos», escribió Rufo en Twitter.
La Alianza se fundó originalmente en 1895 en San Francisco, California, para capacitar a los inmigrantes chinos durante la época de la exclusión, cuando la Ley de Exclusión de 1882 suspendió la inmigración china durante 10 años y declaró a los inmigrantes de origen chino inelegibles para la naturalización. Su filial del Gran Nueva York se restableció en 2016.
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