Amnistía Internacional dijo que el recientemente liberado abogado de derechos humanos chino, Wang Quanzhang podría no estar realmente «libre».
Luego de cumplir una sentencia de cuatro años y medio en prisión por subvertir al poder del estado, un eufemismo para actividades que el régimen desaprueba, Wang fue liberado el 5 de abril.
Pero la organización expresó preocupación de que pudiera estar aun bajo la vigilancia de las autoridades.
Preocupaciones
«Hay razones para temer que la liberación de Wang Quanzhang de prisión le ofrece meramente la ilusión de libertad. El gobierno chino tiene un historial de vigilar y controlar a defensores de los derechos humanos incluso después de que son liberados de prisión», dijo Doriane Lau, investigadora de Amnistía, en una declaración del 5 de abril.
Wang fue arrestado por las autoridades chinas en julio de 2015 durante una represión a nivel nacional a activistas y abogados de derechos humanos. Él era conocido por defender gente pobre de pueblo y a practicantes de Falun Gong, una práctica espiritual que está prohibida en China, pero que es practicada por más de 100 millones de personas en más de 100 países y territorios.
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En enero de 2019, Wang fue sentenciado a cuatro años y medio de reclusión, incluyendo el tiempo que estuvo en detención previo al juicio. Wang fue encarcelado en una prisión de Linyi, una ciudad en la provincia de Shandong al este de China.
A la familia de Wang se les negaron continuamente sus derechos de visitas hasta junio de 2019, cuando su esposa e hijo lo visitaron brevemente.
El Servicio de Acción Externa Europeo, el brazo de las políticas extranjeras de la Unión Europea, también emitió una declaración luego de la liberación de Wang. En ella decía que la Unión Europea «espera que la liberación del Sr. Wang sea incondicional, con particular recaudo a su libertad de movimiento y de establecer residencia, incluyendo la posibilidad de reunirse con su familia».
También pidió la «liberación incondicional y rehabilitación de todos aquellos actualmente encarcelados o bajo restricción de movimiento en China por razones políticas».
Liberación
Antes de la liberación de Wang, su esposa, Li Wenzu, tuiteó el 3 de abril que la policía local se presentó en el lugar de trabajo de la hermana mayor de Wang, Wang Quanxiu. La policía dijo que las políticas de cuarentena debido a la actual epidemia le prohibían a la hermana de Wang y a su marido de ir a buscar a Wang durante su liberación programada para el 5 de abril.
Un día más tarde, Li tuiteó un video, en el que se ven policías de civil que se presentan en el lugar de trabajo de Wang Quanxiu. Ellos le impidieron más tarde abandonar el edificio para ir a buscar a su hermano.
Li también dijo que oficiales de la prisión forzaron a su esposo a llamarla, tratando de obtener su consentimiento para dejar que Wang viaje a la ciudad de Jinan, donde ella y su hijo viven, por sí mismo, al momento de su liberación.
El 5 de abril, Li anunció en Twitter que recibió una llamada de su esposo alrededor de las 9 a.m., diciéndoles que había sido liberado de prisión cuatro horas atrás.
«Quanzhang hizo la llamada usando un teléfono de un oficial de la comunidad local. Así que solo dijo unas pocas palabras. Me dijo que me contactaría cuando compre un teléfono», escribió Li.
A las 5:40 pm, Li dijo en un tuit que había pedido comida y flores para su esposo, las cuales le habían sido entregadas a él, pero no quedó claro si se habían reunido.
Amnistía dijo en su declaración que no eran optimistas sobre la situación de Wang. «Hoy podrá marcar el fin del injusto encarcelamiento de Wang Quanzhang, pero la campaña política contra él probablemente solo vaya a entrar a una nueva fase. A pesar de su liberación, será vigilado extensamente y no podrá regresar a casa donde su esposa y joven hijo los han estado esperando durante cuatro años y medio», dijo Lau.
Ella pidió también a las autoridades que den libertad total a Wang. «Es indignante que haya tenido que estar en la cárcel, pero ahora que ha cumplido su sentencia, las autoridades deben levantar inmediatamente todas las restricciones y permitirle regresar a casa con su familia», concluyó Lau.
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