Una niña de dos años y medio de un pequeño pueblo rural en Alatana, Rusia, no pudo entrar a la guardería infantil porque su condición de cabeza y manos deformadas «asustaría a sus compañeros».
El caso de la menor Sofía Gizatullina, de origen bashkir, se transformó rápidamente en un problema nacional, lo que obligó a las autoridades de salud a ofrecer una asistencia urgente a la familia.
Su madre, Svetlana Zakharova, aseguró que ya está acostumbrada a la actitud «especial» que tienen muchos en relación a la niña, ya que nació con una deformación de los huesos del cráneo. Además Sofía tiene los dedos fusionados en las manos y pies, y supuestamente por todo eso no se le permitió entrar en el jardín de infantes, informó NTV el 20 de septiembre.
«Primero necesitas una operación (…) y ella podría ir a la guardería como una niña común», aseguró la madre que le dijeron.
Después que la prensa divulgó su situación la semana pasada, las autoridades de salud visitaron a la familia y le aseguraron que podría asistir a la escuela después que se le realicen varias operaciones quirúrgicas.
Sergei Mikhailov, el abuelo de la menor, según NTV, dijo que les dijeron que iban a hacerle las operaciones mucho antes pero “han guardado silencio al respecto”, y la niña está creciendo con las deformaciones sin poder interactuar con otros niños.
“Cuanto antes tenga la experiencia de las reacciones, más fácil será para ella enfrentar las condiciones en las que vive y crece. Cuantas más reacciones tenga, más fácil será para ella aceptarse a sí misma por lo que es”, comentó a NTD la psicóloga educacional Ekaterina Belan.
La prensa había informado previamente que la familia no estaba recibiendo la ayuda necesaria por lo que más tarde, el Jefe de Bashkiria, Radiy Khabirov, dijo que él controlaría personalmente el futuro destino de la niña.
Después de la investigación, el Ministerio de Salud de Bashkiria envió a la niña a Moscú para que reciba los tratamientos necesarios que le permitirían crecer y desarrollarse junto con otros niños de su edad, informó NewsBasch el 21 de septiembre.
Las autoridades de Bashkiria, a su vez, prometieron encontrar una nueva vivienda para la niña y sus padres, antes del invierno.
El 23 de septiembre, Sofía ya estaba en Moscú y se la vio “divertida y relajada caminando por el pasillo del hospital, sonriendo al mismo tiempo a quienes la rodean”, informó Bash.
Tenía una larga lista de especialistas que visitar partiendo por el genetista. La madre dijo que está segura de que pronto su hija podrá mover sus dedos.
“Dijeron que no solo habrá una operación, sino muchas. Quizás el tejido no sea suficiente, buscarán un donante”, dijo a Bash la madre.
La niña fue hospitalizada en el Hospital Clínico Infantil Republicano de Moscú, donde los médicos le diagnosticaron un síndrome genético que es muy raro y ocurre en uno de cada 100 mil recién nacidos.
“En la práctica, para cualquier médico es muy raro. Además, con este síndrome existe un complejo de trastornos que implican la participación de especialistas de varios perfiles. Pueden surgir circunstancias que requerirán una investigación adicional“, dijo a Bash Rustam Bayramgulov, jefe del departamento de hematología del Hospital Clínico Infantil Republicano.
El jefe de la administración de la región de Sterlitamak, Ildar Gazizov, por su parte rechazó ante la radio de Moscú, la negativa a admitir a Sofía Gizatullina, de dos años, en el jardín de infantes, informó NewsBasch.
Gazizov dijo que el padre trabaja y recibe un salario de más de 20 mil rublos (USD 311). “Por dinero no hay problema”, aseguró. “Todavía mantienen su granja: dos vacas, cuatro terneros, un caballo». Además afirmó que la madre recibió “por discapacidad 23,6 mil rublos (USD405).
Todos esperan que Sofia regrese a casa y pueda asistir a la guardería para jugar con otros niños.
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«»Estaba horrorizada… no sabía que algo así podría pasarle a alguien»».
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