La Guardia Costera de Estados Unidos dirigirá una iniciativa internacional para investigar la implosión del sumergible del Titanic, trabajando en estrecha coordinación con otras autoridades nacionales e internacionales, como la Junta Canadiense de Seguridad en el Transporte, la Junta Francesa de Investigación de Siniestros Marítimos y la Subdivisión de Investigación de Accidentes Marítimos del Reino Unido.
La recuperación de la embarcación siniestrada, que transportaba a cinco pasajeros que fallecieron, ya comenzó. La Guardia Costera afirmó que se tomarían «todas las precauciones» en caso de que se descubrieran «restos humanos» en el lugar del naufragio.
Estados Unidos convocó una Junta de Investigación Marina (MBI) sobre la pérdida del sumergible Titán, «al más alto nivel de investigación de la Guardia Costera», según la declaración de los guardacostas estadounidenses.
En una rueda de prensa celebrada el domingo, el capitán Jason Neubauer, investigador jefe de los guardacostas estadounidenses, afirmó que la «prioridad de la investigación es recuperar los objetos del fondo marino».
«No voy a entrar en los detalles de las operaciones de recuperación, pero estamos tomando todas las precauciones en el lugar por si encontráramos algún resto humano», añadió Neubauer.
«Ya hemos cartografiado el lugar del accidente sobre el terreno, así que los demás factores formarían parte de la investigación».
La MBI se centrará en determinar qué causó la implosión del submarino y «si un acto de mala conducta, incompetencia, negligencia, impericia o violación deliberada de la ley» contribuyó a alguna de las muertes implicadas en el siniestro.
Otro objetivo de la investigación es determinar si se ha cometido un acto delictivo, de modo que el asunto «pueda remitirse a las autoridades competentes para su enjuiciamiento», según la Guardia Costera.
Barco de bandera canadiense
El enorme esfuerzo internacional realizado por aviones, Buques de superficie y robots de aguas profundas comenzó el 18 de junio, cuando se informó por primera vez de la desaparición del Titán. Según los guardacostas estadounidenses, la tripulación del barco de apoyo, Polar Prince, perdió contacto con el sumergible al cabo de 1 hora y 45 minutos de inmersión.
Los buscadores corrieron contra un reloj de 96 horas para intentar encontrar y rescatar a los ocupantes de la nave antes de que se agotaran sus reservas de oxígeno. Pero todas las esperanzas se extinguieron el 22 de junio, cuando las autoridades anunciaron que el sumergible había sufrido una «implosión catastrófica» en la que murieron los cinco que se encontraban a bordo.
La Guardia Costera de Estados Unidos confirmó el 22 de junio que los restos del sumergible Titán se encontraban en el fondo del océano, a unos 500 metros de la proa del Titanic.
PELAGIC ODYSSEUS Continues Titan Recovery Mission. Photos approved for news media release from the 4th dive completed on Sunday. (©Pelagic Research Services, 2023) pic.twitter.com/kWwp9KST3z
— Pelagic Research Services (@PelagicResearch) June 25, 2023
La Junta Canadiense de Seguridad en el Transporte envió a sus investigadores a St. John’s, Terranova y Labrador, para recabar información, realizar entrevistas y evaluar el suceso de la implosión del sumergible.
«Estamos llevando a cabo una investigación de seguridad en Canadá, dado que se trata de un buque de bandera canadiense que zarpó de un puerto canadiense y se vio implicado en este suceso, aunque en aguas internacionales», declaró Kathy Fox, presidenta de la Junta de Transporte.
Por su parte, Pelagic Research Services (PRS) declaró el domingo que su Odysseus 6K —un sistema ROV (vehículo operado por control remoto) de 6000 metros de profundidad— se encontraba «en el fondo marino en su cuarta inmersión» desde su llegada al lugar del rescate del Titán.
Pelagic Research Services afirmó que su Odysseus 6K fue el primero en localizar el campo de escombros al que se refirieron los guardacostas estadounidenses el 22 de junio, y sus inmersiones posteriores han servido de apoyo a la misión de sondeo y rescate.
Norman Polmar, historiador naval, analista y autor afincado en Virginia, afirmó que no ha habido ninguna investigación oceánica comparable a este esfuerzo de rescate y recuperación, sobre todo teniendo en cuenta la participación de tantas naciones y empresas comerciales.
En la búsqueda se utilizaron aviones turbohélice P-3 Orion y cazasubmarinos a reacción P-8 Poseidon, además de Hércules C-130. Los expertos señalaron que el costo de esta búsqueda sin precedentes del sumergible Titán desaparecido ascenderá fácilmente a millones de dólares.
Con información de The Associated Press
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