El comandante de la Guardia Costera, Karl Schultz, anunció la prohibición de las imágenes de la bandera confederada en una orden similar a las recientes prohibiciones del Cuerpo de Marines y del Departamento de Defensa.
«Aunque la bandera de batalla confederada puede ser un símbolo de diferentes creencias, divide a los estadounidenses y amenaza a nuestros compañeros negros», dijo en un comunicado del 17 de julio.
«No hay ningún beneficio en la exhibición de símbolos divisorios en nuestra fuerza de trabajo disgregada y geográficamente dispersa, y he determinado que la bandera de batalla confederada es inequívocamente divisiva», añadió.
La decisión se produce después que el secretario de Defensa anunciara el 17 de julio que las banderas confederadas ya no se permitirán en las bases militares y otras dependencias dentro de la jurisdicción del Departamento de Defensa.
El secretario de Defensa, Mark Esper, dijo en un memorando emitido a los miembros del ejército el viernes, que la bandera confederada ya no está entre las banderas permitidas para ser ondeada.
«Debemos siempre permanecer enfocados en lo que nos unifica, nuestro juramento a la Constitución y nuestro deber compartido de defender la nación», escribió Esper. «Las banderas que ondeamos deben estar de acuerdo con los imperativos militares de buen orden y disciplina, tratando a todo nuestro pueblo con dignidad y respeto, y rechazando los símbolos divisorios».
«En nuestro entorno militar, esta división pone claramente en peligro la lealtad, la disciplina y la moral; socava la cohesión de la unidad y la eficacia de la misión, y margina a segmentos de nuestra fuerza de trabajo», dijo Schultz explicando la decisión.
Schultz dijo que, con efecto inmediato, se prohíben las exhibiciones o representaciones de la bandera confederada en todos los lugares de trabajo e instalaciones operativas de la Guardia Costera, así como en las áreas públicas y de acceso común relacionadas. La prohibición se extiende a los cuarteles, las calcomanías de los parachoques de los automóviles, así como a la ropa y otras prendas de vestir.
Las excepciones a la prohibición incluyen las banderas estatales o las placas de matrícula emitidas por el Estado. La exhibición de la bandera confederada tampoco incluye los espacios privados, como el interior de las viviendas familiares.
«Tampoco se aplica a las exhibiciones o representaciones en las que la bandera es solo un componente incidental o menor, como en las obras de arte, o en las exhibiciones educativas o históricas», dijo Schultz.
«Toda situación en alguna dependencia de la Guardia Costera que involucre una bandera confederada, o cualquier símbolo de odio, será investigada. Será retirada inmediatamente», dijo, según Homeland Security Today.
«Muchos lo ven claramente como un símbolo de odio. Lo que tenemos que averiguar es dónde se quiere posicionar a la Guardia Costera en lo que podría ser una conversación muy interesante y una batalla del derecho a constitucional de la Primera Enmienda», dijo Schultz a principios de julio.
El presidente Donald Trump se opuso a algunas reglas contra el uso de la bandera confederada. Trump dijo esta semana que cree que desplegar la bandera es una cuestión de libertad de expresión.
El Cuerpo de Marines prohibió las banderas confederadas en sus dependencias en junio, porque «ha sido cooptada con demasiada frecuencia por grupos extremistas violentos y racistas cuyas creencias divisorias no tienen cabida en nuestro Cuerpo» y «representa una amenaza para nuestros valores fundamentales, la cohesión de la unidad, la seguridad y el buen orden y la disciplina».
La Armada anunció días después que también prohibiría la bandera de batalla confederada en todos los espacios públicos y áreas de trabajo a bordo de vehículos de la Armada como barcos, aviones y submarinos.
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