En un centro comercial de Sídney, Australia, un guardia de seguridad de origen iraquí, que contaba con un beneficio de asilo, secuestró y abusó sexualmente de una menor cuando esta se encontraba perdida en el establecimiento.
El hombre de treinta años de edad, identificado como Mohammed Hassan Al Bayati, fue condenado el 27 de agosto a cuatro años y medio de prisión por el dramático hecho que ocurrió en el supermercado DFO Homebush de Sydney en diciembre de 2016, el que destruyó la paz de una familia, reportó The Australian.
El juez del Tribunal de Distrito de Nueva Gales del Sur, John Pickering, dijo este martes que la niña había sido «bastante notable» para reportar los crímenes de Al Bayati, informó News.
Esto motivó que el primer ministro Scott Morrison interviniera esta semana y prometiera deportar al reo.
The man who indecently assaulted a three-year-old girl at a Sydney shopping centre is likely to be deported. Mohammed Hassan Al Bayati is originally from Iraq and arrived by boat in 2011. https://t.co/2OKUnPzV7Q #7NEWS pic.twitter.com/ACFkk55LSu
— 7NEWS Melbourne (@7NewsMelbourne) August 28, 2019
«Como la mayoría de los padres, estaba asqueado por el despreciable crimen de Al Bayati. No solo cometió un terrible crimen contra un niño inocente, sino también contra el país que le dio refugio y una nueva vida. No tiene lugar en australia», dijo el primer ministro Morrison en un mensaje en su Twitter.
Las cámaras de vigilancia del Centro Comercial muestran a Al Bayati llevando de la mano a la menor por unos corredores. A principios de este año, un jurado del Tribunal de Distrito de Nueva Gales del Sur, demostró que Bayati expuso su pene y tocó la ropa interior de la niña durante 11 minutos en que se escondió lejos de las cámaras en un hueco de la escalera.
Like most parents I was sickened by Al Bayati’s despicable crime. He’s not only committed an appalling crime against an innocent child, but against the country that gave him refuge & a new life. He has no place in Australia. https://t.co/pYSxjxDTHg
— Scott Morrison (@ScottMorrisonMP) August 28, 2019
El hombre declaró que encontró que la niña estaba desatendida y angustiada en el patio de recreo del centro. Sin embargo Al Bayati la llevó de la mano al hueco de la escalera justo antes de la 1:30 de la tarde donde la retuvo hasta obtener su satisfacción sexual, informó News.
Según el reporte de Perthnow, allí, lejos de las cámaras de vigilancia, expuso su pene y tocó la ropa interior de la niña durante 11 minutos. La niña le dijo a su padre más tarde ese día que el guardia le mostró su «aguja» y «trató de besarme el trasero». Lo cual fue denunciado a la policía.
Hablando luego con la policía, la niña dijo a los agentes que “tenía que besarle el trasero, pero no quise hacerlo», añade el informe.
El hombre iraquí la acompañó de regreso al patio de recreo donde su hermana mayor de siete años estaba llorando porque no podía encontrarla, informó News. La madre, que había dejado a las niñas jugando mientras hacía las compras, también esperaba allí y fue reprendida por Al Bayati por desatenderla.
El juez mencionó «el descaro del agresor de sermonear a la madre sobre los peligros y riesgos de dejarla en el área de juego cuando él terminó siendo el mayor riesgo es una de las partes más curiosas en este asunto», según News.
«No tiene sentido tratar de darle sentido» al crimen sexual.
Sydney Indecent Assault: 30-year-old Mohammad Hassan Al Bayati still denies the crime but his DNA was found on the girl’s underwear. #7NEWS https://t.co/G3LkzxTzBB
— 7NEWS Melbourne (@7NewsMelbourne) August 27, 2019
«Como sucede tan a menudo en asuntos de esta naturaleza, tratar de pensar lógicamente por qué alguien trataría de comportarse de esa manera con un niño de tres años no tiene sentido», añadió.
La policía le pidió a Al Bayati en múltiples oportunidades explicar por qué estaba en el hueco de la escalera con la niña, pero nunca respondió a las acusaciones, solo alegó que la estaba ayudando a buscar a su madre.
Su abogado dijo anteriormente al tribunal que habían encontrado ADN del hombre en la niña, el cual sugería que el contacto realizado por su defendido probablemente no había durado mucho tiempo.
Impacto devastador
La madre dijo que su pacífica vida familiar había sido «destruida» por el comportamiento de Al Bayati y que su hija seguía teniendo pesadillas casi tres años después.
«Esta tragedia nos quitó la vida, la perspectiva positiva, la confianza y la felicidad de una manera que es difícil de describir», dijo la madre, según News. «Estamos pasando por un asesoramiento regular y esperamos recuperar nuestras fuerzas”.
La familia está trabajando para enseñar a su hija que «no todos los hombres de uniforme son depredadores».
«Estamos tan orgullosos de que haya podido decírselo a la policía, pero fue un acontecimiento dramático para ella», dijo a News.
Asilo
El juez Pickering tomó en cuenta que Al Bayati llegó a Australia en barco como refugiado iraquí hace una década y que probablemente había pasado por una serie de incidentes traumáticos cuando era niño, incluyendo ver a alguien decapitado, casi muriendo en su camino a Australia debido al hundimiento de su barco y al secuestro por parte de terroristas.
Al Bayati fue condenado y podrá optar a la libertad condicional a mediados de 2021, sin embargo será deportado al cumplr su pena.
«Este tipo no tiene derecho a estar aquí», dijo el primer ministro SCott Morrison al programa Sunrise de Seven, según Perth Now. «Su abuso de la generosidad de un país que le dio un nuevo comienzo, es absolutamente terrible»..
Morrison también dijo que cualquier persona con una visa de protección permanente que viole la ley “la cancelaremos y lo castigaremos».
***
Video relacionado
Por qué los progresistas quieren más inmigración ilegal
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.