La Guardia Nacional de EE.UU. dijo el domingo que desplegó más de 5900 miembros de al menos 10 estados para ayudar con los esfuerzos de ayuda tras el paso del huracán Helene en varios estados del sureste.
La tormenta causó daños generalizados y cortes de electricidad en zonas de Florida y Carolina del Norte devastadas por las inundaciones. Según un recuento de Associated Press, se han registrado más de 100 víctimas mortales relacionadas con la tormenta en seis estados.
Helene tocó tierra como huracán de categoría 4 en la costa del Big Bend de Florida el 26 de septiembre.
Los guardias fueron movilizados a Florida, Georgia, Carolina del Norte y del Sur, Tennessee y Virginia, con ayuda de la Guardia Nacional de Maryland, Pennsylvania, Mississippi y Connecticut y otros, dijo la Guardia Nacional.
En Florida, más de 3900 miembros de la Guardia y 18 guardias de Mississippi utilizaron 13 helicópteros y lanchas Zodiac para rescatar a más de 150 personas y despejaron unos 1180 kilómetros de carreteras.
“Es bastante devastador ver cómo muchas casas han quedado destruidas y cómo muchas personas probablemente tendrán que rehacer sus vidas rápidamente”, declaró el general de brigada Alex Harlamor, de la Guardia Nacional de Florida.
Cincuenta y cuatro personas fueron rescatadas del tejado del Hospital del Condado de Unicoi en Erwin, Tennessee, y seis residentes fueron rescatados en Virginia, según la Guardia Nacional.
Ballad Health, que gestiona el Hospital del Condado de Unicoi, dijo el 27 de septiembre que la Agencia de Gestión de Emergencias de Tennessee y miembros de la Guardia Nacional participaron en “una peligrosa operación de rescate”, ya que el hospital fue engullido por “agua extremadamente peligrosa y en rápido movimiento”.
En una actualización en la red social X, Ballad Health dijo que recibió un aviso para evacuar el hospital debido al agua “inusualmente alta” del río Nolichucky. Pero las inundaciones y los fuertes vientos impidieron el acceso de ambulancias y helicópteros al hospital.
Más de 400 miembros de la guardia fueron desplegados para apoyar las misiones de rescate y las operaciones de recuperación en Carolina del Norte, incluida la limpieza de carreteras y el transporte de suministros a las zonas afectadas.
En Carolina del Norte, la Dirección de Emergencias del condado de Pamlico calificó como “inimaginables” los daños causados por las inundaciones en Lake Lure y Chimney Rock, y señaló que 106 personas habían sido evacuadas.
Duke Energy dijo el 29 de septiembre que había restablecido el suministro eléctrico a más de 1.1 millones de clientes en Carolina del Sur y Carolina del Norte, aunque otros 904,000 clientes en algunas zonas de cada estado seguían sin electricidad.
Los clientes del norte del estado de Carolina del Sur y de las montañas de Carolina del Norte tendrán restablecido el suministro eléctrico antes del viernes, excepto los que se encuentren en zonas inaccesibles, dependan de infraestructuras destruidas o no puedan recibir el servicio, según informó la empresa.
Jason Hollifield, director de tormentas de Duke Energy para las Carolinas, dijo que “partes afectadas” siguen siendo inaccesibles debido a los deslizamientos de tierra, inundaciones y carreteras bloqueadas.
“En base a lo que podemos ver sobre el terreno, desde helicópteros y drones, hay muchas zonas en el norte de Carolina del Sur y en las montañas de Carolina del Norte donde vamos a tener que reconstruir completamente partes de nuestro sistema, no sólo repararlo”, dijo Hollifield en un comunicado.
El 29 de septiembre, el Presidente Joe Biden aprobó la declaración de catástrofe grave para Carolina del Norte y Florida. La Agencia Federal de Gestión de Emergencias declaró que siguen activas las declaraciones de emergencia en Alabama, Georgia, Carolina del Sur, Tennessee y Virginia.
Con información de Reuters
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