El miembro de la Guardia Nacional que murió mientras estaba destinado en Washington, como parte de una misión para proteger el Capitolio de Estados Unidos, fue identificado como el especialista Justin Grennell, de 26 años.
Grennell, miembro de la Guardia Nacional del Ejército de Nueva York, fue declarado muerto en su habitación del hotel por el personal médico un día jueves, después que su compañero de habitación lo encontró sin reaccionar, según una declaración. Su muerte está siendo investigada por la policía metropolitana de Washington D.C.
El joven de 26 años era uno de los 540 soldados de la Guardia Nacional de Nueva York que habían sido trasladados a la capital del país en enero, tras la irrupción en el Capitolio de Estados Unidos. Grenell se unió a la guardia nacional en 2014 y ha recibido múltiples premios militares por su servicio.
«Todos los miembros de la Guardia Nacional de Nueva York estamos profundamente entristecidos por la muerte de este joven soldado. Cuando nuestro Estado y nuestra nación lo llamaron, él dio un paso adelante y se alistó. Tras el ataque a la capital de nuestra nación el 6 de enero, se desplegó desinteresadamente en Washington, D.C. Nuestros pensamientos están con su familia en este momento tan difícil», dijo el general de división Ray Shields, ayudante general de Nueva York, a través de la declaración.
Se informó que los miembros de la Guardia Nacional fueron alimentados con comida de mala calidad mientras estaban destinados en Washington, lo que provocó que algunos soldados enfermaran.
Algunos legisladores expresaron su preocupación por el bienestar del personal militar, incluido el representante Jack Bergman (R-Mich.).
Bergman escribió al general Daniel R. Hokanson, jefe de la Oficina de la Guardia Nacional, a principios de marzo, exigiendo respuestas sobre la preocupación de que a los soldados se les esté sirviendo comida poco cocinada y contaminada.
«Este fue un tema que me preocupó y que planteé durante mi visita a las tropas la semana pasada. En el momento de mi visita, tenía entendido que el problema se había solucionado. Sin embargo, desde ese día, hemos recibido múltiples informes nuevos sobre soldados a los que se les sirvió pollo crudo y otros alimentos que contienen virutas de metal. Esto es inaceptable y una vergüenza para los dirigentes de D.C. responsables de esta misión», escribió Bergman.
«Habiendo comandado la Reserva de las Fuerzas Marinas durante y después del huracán Katrina, comprendo perfectamente que la amplitud y el alcance de una misión de esta envergadura pueden plantear algunas circunstancias únicas y problemas logísticos. Sin embargo, esto no es una excusa para el continuo maltrato de nuestra Guardia Nacional, que merece recibir comidas seguras», añadió.
A principios de esta semana, el Pentágono anunció que unos 2300 efectivos de la Guardia Nacional permanecerán en el Capitolio en Washington hasta el 23 de mayo.
«Esta decisión se tomó después de una revisión exhaustiva de la solicitud y tras considerar detenidamente su posible impacto en la capacidad de reacción», dijo el portavoz del Departamento de Defensa, John Kirby, en una declaración.
La prórroga se hizo después de que la jefa interina de la Policía del Capitolio, Yogananda Pittman, hizo una petición formal y dijo a la Subcomisión del Poder Legislativo de la Cámara de Representantes, en su testimonio preparado (pdf), que el nivel de amenazas existentes en el Capitolio de EE.UU. y sus alrededores «está aumentando», citando el 6 de enero, cuando el edificio fue irrumpido mientras se realizaban los procedimientos del Congreso para certificar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.
Algunos miembros del Congreso criticaron la decisión de mantener a los miembros de la Guardia Nacional en Washington, argumentando que ya no eran necesarios. Otros legisladores plantearon su preocupación por las condiciones que los soldados soportan mientras están de servicio. En un momento dado, en enero, los miembros de la Guardia Nacional fueron vistos durmiendo o descansando en fríos aparcamientos sin calefacción adecuada. Desde entonces, esa orden fue remediada.
Los miembros de la Guardia Nacional fueron desplegados después de la irrupción del Capitolio el 6 de enero. Más de 20,000 efectivos estuvieron presentes durante la toma de posesión del presidente Joe Biden el 20 de enero. Los funcionarios también instalaron una valla no escalable coronada con alambre de púas alrededor de las instalaciones del Capitolio.
Con información de Mimi Nguyen-Ly y Zachary Stieber.
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