Una invasión rusa de Ucrania no es inevitable, pero si se produce, provocaría un número significativo de muertes, dijeron el viernes altos cargos militares estadounidenses.
«El conflicto no es inevitable», dijo el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, a los periodistas en el Pentágono en Washington. «Todavía hay tiempo y lugar para la diplomacia».
Rusia ha concentrado más de 100,000 tropas en su frontera con Ucrania, que fue parte de la Unión Soviética hasta que obtuvo su independencia en 1991. Artillería, misiles balísticos y otras armas han maniobrado en la región.
Ucrania tiene unos 150,000 soldados en servicio activo, y otros en la reserva.
Austin y el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, dijeron que Rusia debería trabajar con Estados Unidos y otros miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para llegar a un acuerdo en lugar de ir a la guerra. Pero si se produce una invasión, el terreno y las condiciones de Ucrania suponen que los combates «provocarían una cantidad significativa de bajas», dijo Milley.
Los combates podrían estallar rápidamente en ciudades como Kiev, de 3 millones de habitantes, porque el desplazamiento de las tropas a través de Ucrania es más fácil en esta época del año debido a que el clima gélido congela las masas de agua.
«Se puede imaginar cómo podría ser en zonas urbanas densas, a lo largo de las calles, etc. Sería horrible», añadió Milley.
El presidente Vladimir Putin, dijo Austin, «claramente tiene ahora la capacidad» de invadir Ucrania.
Rusia se ha abstenido hasta ahora de invadir a su vecino y un alto funcionario dijo el viernes que «no queremos la guerra», pero no se ha alcanzado un acuerdo entre Rusia y la OTAN y Rusia no ha retirado ninguna tropa de la región.
Putin dijo el 27 de enero que analizaría una respuesta escrita de Estados Unidos que llegó después de que Rusia exigiera que no se permitiera a Ucrania entrar en la OTAN ni albergar bases militares estadounidenses.
Funcionarios ucranianos han condenado algunas acciones de Estados Unidos, como la expulsión de diplomáticos y la exhortación a los ciudadanos estadounidenses a abandonar la región.
«En mi opinión, esto es un error. Porque son señales de cómo reacciona el mundo», dijo el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky a los periodistas en una reunión informativa en Kiev. «Los periodistas, si quieren entender la situación, que vengan a Kiev. ¿Hay tanques circulando por nuestras calles? No. Pero así se siente [al leer las noticias]», dijo también.
El máximo responsable de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo en una sesión informativa en Bélgica, más o menos al mismo tiempo, que los miembros de la alianza están preparados para aumentar su presencia militar en la parte oriental del bloque.
«Por parte de la OTAN, estamos dispuestos a entablar un diálogo político. Pero también estamos preparados para responder si Rusia elige un conflicto armado, una confrontación. Así que estamos preparados para ambas opciones. Estamos trabajando duro para la mejor solución pacífica y política, pero también estamos preparados para lo peor», dijo.
Estados Unidos y sus aliados han estado enviando ayuda en materia de seguridad a Ucrania, incluyendo lanzagranadas y armas, pero el presidente estadounidense Joe Biden ha prometido no enviar tropas para luchar en el país.
Sin embargo, Estados Unidos está dispuesto a cumplir sus obligaciones en virtud de las normas de la OTAN, que estipulan que un ataque a un país de la OTAN es un ataque a todos ellos, y ha puesto a 8500 soldados en alerta.
Esas tropas pueden ser desplegadas en los miembros de la OTAN que tienen frontera con Ucrania, incluyendo Polonia, Hungría y Rumania, dijeron funcionarios estadounidenses.
«En realidad no hemos movido ninguna tropa. Hemos puesto a las tropas en alerta máxima. Incluso si movemos tropas y cuando lo hagamos, el propósito de esas tropas desplegadas sería para tranquilizar a los aliados o directamente en apoyo de la OTAN, o ambos», dijo Austin.
«Ciertamente no tenemos ninguna intención, que yo sepa, de poner fuerzas ofensivas para atacar a Rusia, y no creo que esa sea la intención de la OTAN en absoluto», añadió Milley. «Esto está totalmente diseñado por Rusia y el presidente Putin como un acto abierto de coerción contra Ucrania».
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