BOGOTÁ, Colombia–Las guerrillas colombianas están atrayendo a niños venezolanos para convertirse en combatientes en operativos dentro de cientos de escuelas en las regiones fronterizas, donde hablan con los estudiantes y les ofrecen actividades recreativas y regalos gratuitos, según un nuevo informe de una ONG venezolana.
Esta práctica forma parte de una estrategia cada vez más importante para reclutar menores, de los cuales al menos 20.000 están actualmente en riesgo, violando las regulaciones nacionales e internacionales de derechos humanos, dijo el director de Fundaredes, Javier Tarazona, a La Gran Época.
El crecimiento de los grupos armados colombianos en Venezuela se ha vuelto cada vez más preocupante para los defensores de derechos humanos, y es fundamental para el discurso internacional sobre el futuro de la Venezuela azotada por la crisis en los últimos meses, con el presidente colombiano Ivan Duque acusando al líder del régimen venezolano Nicolas Maduro de albergar «narco terroristas” que podrían desestabilizar a toda la región.
Los niños son particularmente vulnerables a ser reclutados en grupos armados debido a la aguda crisis económica de Venezuela. Cuatro millones de personas han huido del país en medio de la desenfrenada hiperinflación y la escasez generalizada de bienes básicos, según la ONU.
La investigación de Fundaredes se centra en los problemas de migración causados por la crisis económica y política de Venezuela, pero su último informe publicado el 23 de septiembre denuncia la creciente presencia de guerrilleros en las escuelas, donde están «adoctrinando» a los estudiantes con ideología revolucionaria comunista.
El Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Ejército de Liberación Popular (EPL) y los disidentes de las recientemente desmovilizadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han sido identificados como los encargados de realizar estas prácticas en testimonios de maestros y estudiantes.
A través de una fundación, Amigos de la Escuela, están ofreciendo a los niños juguetes, libros para colorear y artículos escolares para atraer a los estudiantes a las garras de los rebeldes armados, además de darles folletos de propaganda y hacer que se unan a charlas y actividades recreativas, Fundaredes dice.
Lo más preocupante es un censo que realizó el ELN en las casas de todos los estudiantes en cuatro estados fronterizos durante las vacaciones escolares de este verano, dice el director de la ONG. El censo permitió al grupo terrorista reunir información como sus edades, géneros y cuándo los niños asisten a clases, lo que podría ayudar al grupo a preparar a los más de 20.000 estudiantes para que se conviertan en niños combatientes.
«[Estamos más preocupados] por la capacidad con la que pueden influir en la población local presentándose como ‘buenas’ personas que ofrecen ayuda y auxilio», dijo Tarazona.
Al ofrecerles juguetes como autos de carreras, muñecos y pelotas de fútbol que sus padres no pueden pagar, y prometiéndoles comida regularmente, se están aprovechando de la crisis económica del país para atraerlos a una vida de crimen organizado, según el informe. dice. Según Tarazona, Maduro y su régimen son «socios y cómplices» en la práctica.
El informe dice que 325 grupos fueron contactados por los grupos armados en 2019, en comparación a los 214 contactados en 2018.
«No solo como funcionarios, sino como padres, estamos preocupados por la presencia de estos grupos», dijo Gustavo Rangel, exfuncionario de la ciudad para el municipio de San Cristóbal, que limita con Colombia. «Más allá de no quitarles su futura decisión de en quién quieren convertirse y a qué quieren pertenecer, [los niños] deben poder crecer en un entorno libre con una educación que no esté contaminada por grupos políticos».
Un creciente alcance
Los grupos armados originarios de Colombia han expandido significativamente sus operaciones en Venezuela en los últimos años.
La presencia de exmiembros de las FARC solo se ha confirmado en al menos ocho estados de Venezuela en 2019, dice Insight Crime, una unidad de investigación con sede en Medellín, Colombia, que estudia el crimen organizado.
Las FARC se desmovilizaron formalmente tras el acuerdo de paz de Colombia en 2016, pero no todos sus miembros renunciaron.
Los disidentes de las FARC ahora están siendo «recibidos con los brazos abiertos» en Venezuela, donde se convirtió en un refugio seguro donde las autoridades se hacen de la vista gorda sobre sus actividades ilícitas, como la minería ilegal, el tráfico de drogas y la extorsión, dice Insight Crime.
Aunque Maduro y su predecesor, Hugo Chávez, han mostrado públicamente afinidades ideológicas con el grupo de izquierda, Maduro ha negado darles apoyo o refugio.
Colombia ha pedido nuevas sanciones internacionales contra Venezuela para debilitar el apoyo del régimen a los grupos armados.
Las tensiones entre Colombia y Venezuela aumentaron luego de que Juan Guaidó, líder del Congreso de Venezuela que se declaró presidente interino en enero, fuese reconocido por Colombia y más de 50 naciones, incluido Estados Unidos, como el presidente legítimo de Venezuela.
El progreso en la resolución del estancamiento político de Venezuela parece haberse estancado en las últimas semanas, ya que las negociaciones entre Maduro y Guaidó para encontrar una solución pacífica se rompieron.
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