La ansiedad es una respuesta típica al estrés y puede ser beneficiosa. Por ejemplo, puede hacernos conscientes del peligro y ayudarnos a estar en alerta para protegernos. La ansiedad puede motivarnos a prepararnos para eventos importantes, como un gran examen o una entrevista de trabajo.
Sin embargo, los trastornos de ansiedad son diferentes de los sentimientos normales de ansiedad. Estos trastornos pueden ser debilitantes y, a menudo, implican sentimientos de preocupación y miedo intensos y excesivos. Estos episodios de miedo y, a veces, de pánico, a menudo no guardan proporción con el peligro potencial de la situación y pueden ser persistentes.
Según una revisión en The Lancet, los trastornos de ansiedad comprenden el grupo más común de trastornos mentales. En un estudio, los investigadores afirmaron que los trastornos de ansiedad ocurren en todo el mundo y encontraron evidencia de que una de cada 14 personas cumple con los criterios para un trastorno de ansiedad y que afecta a más de 40 millones de adultos estadounidenses.
La incidencia de los trastornos de ansiedad también está aumentando. El estudio mencionado anteriormente encontró que de 1990 a 2019 la cantidad de trastornos de ansiedad en el mundo aumentó un 50 por ciento.s
¿Cuáles son los tipos comunes de trastornos de ansiedad?
Para que se le diagnostique un trastorno de ansiedad, la ansiedad que padece debe:
- – Impedir la capacidad del individuo para funcionar normalmente.
- – Ser inapropiado para la edad o desproporcionado con respecto al escenario.
Hay varios tipos de trastornos de ansiedad.
Agorafobia
Quien tiene agorafobia puede temer estar en situaciones en las que no puede obtener ayuda o en las que escapar puede ser vergonzoso o difícil. La ansiedad generalmente dura más de seis meses e interrumpe su capacidad para funcionar en su rutina diaria. Puede cumplir con los criterios de diagnóstico si descubre que experimenta miedo en dos o más de las siguientes situaciones:
- – Estar en un espacio abierto
- – Estar en un espacio cerrado
- – Estar solo afuera de tu casa
- – Estar en una multitud o fila de personas
- – Usar el transporte público
Si no se trata, este trastorno puede ser debilitante y hacer que algunas personas no puedan salir de sus hogares debido al miedo y a la ansiedad intensos.
Trastorno de ansiedad generalizada
El trastorno de ansiedad generalizada se caracteriza por una preocupación excesiva y continua sobre actividades o eventos, como el trabajo, las relaciones y la salud. Los síntomas pueden incluir inquietud, dificultad para concentrarse, nerviosismo o dificultad para dormir.
Trastorno de pánico
Quien padece trastorno de pánico experimentará ataques de pánico recurrentes. Los siguientes síntomas son característicos de un ataque de pánico:
- – Frecuencia cardíaca rápida
- – Sacudida
- – Transpiración
- – Sensación de falta de aliento
- – Sentirse mareado o aturdido
- – Dolor en el pecho
- – Entumecimiento u hormigueo
- – Náuseas o dolor de estómago
- – Escalofríos o sensación de calor
- – Sensación de disociación de lo que está sucediendo.
- – Sensación de muerte inminente
Algunas personas tienen un ataque de pánico debido a desencadenantes específicos. Otros pueden experimentar ataques de pánico aparentemente de la nada. Los ataques de pánico pueden ser muy intensos y amenazantes para el individuo.
Trastorno de ansiedad por separación
Si tiene un trastorno de ansiedad por separación estará excesivamente ansioso o temeroso por la separación de una o más personas hacia las que está apegado. Las manifestaciones físicas de angustia típicamente se desarrollan en la niñez, pero los síntomas pueden persistir hasta la edad adulta. Si la sensación va más allá de lo normal, persiste durante más de cuatro semanas en los niños (seis meses en los adultos) y causa problemas con el funcionamiento diario, es posible que cumpla con los criterios para el diagnóstico. Puede presentar algunos de estos síntomas:
- – Preocupación continua por perder a una persona en particular
- – Pesadillas centradas en la separación.
- – Rechazo o miedo a estar lejos de una persona en particular
Trastorno de ansiedad social (fobia social)
Según la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA), el segundo trastorno más común es el de ansiedad social, que representa el 7 por ciento de los trastornos. Si tiene ansiedad social puede sentir una ansiedad significativa acerca de las situaciones sociales. Puede temer ser humillado, avergonzado, criticado o rechazado cuando interactúa socialmente. Esta ansiedad puede manifestarse como un miedo intenso a hablar en público, conocer gente nueva o incluso comer en público. Si este miedo afecta su capacidad para funcionar en sus actividades diarias y dura al menos seis meses, es posible que cumpla con los criterios del trastorno de ansiedad social.
Fobias específicas
La forma más frecuente de trastorno de ansiedad, las fobias específicas, representan del 8 al 12 por ciento de los trastornos de ansiedad. Es posible que tenga una fobia específica si exhibe un miedo excesivo y continuo sobre un objeto, actividad o situación en particular que generalmente no es dañino. La exposición al objeto, la actividad o la situación provoca una ansiedad intensa, aunque se de cuenta de que su miedo es excesivo. Los siguientes son algunos ejemplos de fobias específicas:
– Fobias al entorno natural: miedo a las alturas, truenos y relámpagos, a la oscuridad o al agua
– Fobias situacionales: miedo a volar, a viajar en transporte público, a conducir en túneles o subirse a ascensores
– Fobias a los organismos: miedo a las arañas, insectos, roedores, perros u otros organismos.
– Fobias a la sangre, inyecciones y lesiones: miedo a la sangre, las agujas, los dentistas o los procedimientos médicos invasivos
– Otros: miedo a los payasos, asfixia, vómitos o ahogamiento
¿Cuáles son los síntomas de los trastornos de ansiedad?
Los trastornos de ansiedad se manifiestan de diferentes maneras según el individuo. Los síntomas que pueden indicar un trastorno de ansiedad incluyen:
– Interrupción de las actividades cotidianas debido a evitar ciertos lugares o actividades por miedo
– Inquietud
– Problemas para concentrarse
– Sentirse al extremo
– Problemas para dormir
– Manos frías y sudorosas
– Boca seca
– Tensión muscular
– Palpitaciones del corazón
– Sentir pánico o miedo
– Preocupación continua por perder a una persona en particular
– Pesadillas centradas en la separación.
– Rechazo o miedo a estar lejos de una persona en particular
¿Qué causa los trastornos de ansiedad?
Lo que causa un trastorno de ansiedad en una persona puede ser muy diferente de la causa de un trastorno de ansiedad en otra. Para cualquier individuo es probable que varios factores estén en juego, incluidos factores genéticos, de desarrollo y ambientales.
La ansiedad puede ser causada por lo siguiente:
– Ciertos medicamentos
– Abuso de sustancias
– Trauma
– Experiencias de la infancia
– Estrés crónico
¿Qué mecanismos involucrados pueden conducir a la ansiedad?
El sistema nervioso simpático es una de las dos divisiones principales del sistema nervioso autónomo (SNA). El SNA controla las funciones corporales involuntarias. El sistema nervioso simpático activa los recursos del cuerpo para prepararse para una situación desafiante o estresante. Esto se conoce comúnmente como la respuesta de «lucha o huida».
La amígdala, una pequeña estructura en forma de almendra en lo profundo del lóbulo temporal del cerebro, juega un papel fundamental en el procesamiento de las emociones, en particular de la ansiedad y el miedo. Se sabe que la sobreactivación de la amígdala causa ansiedad. El estrés crónico provoca la inflamación de la amígdala, y la evidencia sugiere que la neuroinflamación y la respuesta inmunitaria mediada por el estrés desempeñan un papel en los trastornos de ansiedad tras la exposición al estrés.
Un microbioma intestinal desequilibrado también puede contribuir a los trastornos de ansiedad.
En un estudio los investigadores realizaron un estudio transversal de 36 controles sanos y 40 pacientes con trastorno de ansiedad generalizada (TAG). Descubrieron que los pacientes con TAG exhibían una menor riqueza y diversidad microbiana en su microbioma intestinal.
El estudio reveló además que estos pacientes con TAG tenían una disminución significativa de la bacteria antiinflamatoria Faecalibacterium y un crecimiento excesivo de ciertas bacterias como Escherichia-Shigella y la proinflamatoria Fusobacterium.
Este estudio no fue el único en encontrar que los pacientes con TAG tenían una menor riqueza microbiana; otra investigación, publicada en el International Journal of Molecular Sciences, también encontró que esto era cierto.
¿Quién está en riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad?
La APA señala que los trastornos de ansiedad afectan a casi el 30 por ciento de los adultos en algún momento. Además, señala que las mujeres son más propensas a sufrir trastornos de ansiedad que los hombres. De hecho, los trastornos de ansiedad son dos veces más comunes en las mujeres que en los hombres.
Dado que los trastornos de ansiedad pueden darse en familias, algunas personas pueden tener una fuerte predisposición genética a un trastorno de ansiedad.
Otros factores ambientales y de desarrollo pueden contribuir a la aparición de un trastorno de ansiedad; sin embargo, esto es difícil de desentrañar ya que la causa de los trastornos de ansiedad parece ser multifactorial.
¿Cómo se diagnostican los trastornos de ansiedad?
Los trastornos de ansiedad generalmente se diagnostican a través de un conjunto completo de pruebas realizadas por un profesional de la salud mental, como un terapeuta, psiquiatra o psicólogo con licencia. Es posible que le pidan que complete cuestionarios o autoevaluaciones para medir los síntomas de ansiedad y su impacto en su vida diaria.
El profesional de la salud mental utilizará el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales o DSM-5, un manual ampliamente utilizado que brinda orientación para el diagnóstico de los trastornos de salud mental. El DSM-5 proporciona criterios específicos para cada trastorno de ansiedad y el profesional de la salud mental comparará sus síntomas con estos criterios.
Para descartar cualquier condición médica subyacente, el profesional de salud mental puede solicitar que su médico de atención primaria lo evalúe y puede solicitar pruebas de laboratorio específicas.
¿Cuáles son las complicaciones de los trastornos de ansiedad?
A pesar de ser una condición mental, los trastornos de ansiedad no tratados pueden conducir a complicaciones físicas y a un peor estado psicológico. Algunas de las complicaciones derivadas de la ansiedad prolongada incluyen:
– Ataques de pánico: puede experimentar un episodio repentino de miedo extremo que provoque una reacción física intensa, como frecuencia cardíaca acelerada, escalofríos o dolor en el pecho.
– Aislamiento social: la interacción social puede volverse más estresante, especialmente para aquellos con un trastorno de ansiedad social. Cuanto más desagradable se vuelve la socialización, más probable es que te sientas tentado a retirarte por completo.
– Un sistema inmunitario comprometido: el estrés crónico provoca inflamación y una respuesta inmunitaria suprimida, lo que lo deja vulnerable a infecciones y otras enfermedades.
– Mayor riesgo de abuso de sustancias: las personas con trastornos de ansiedad tienen un mayor riesgo de abusar de sustancias como la nicotina, el alcohol y las drogas.
– Problemas gastrointestinales o digestivos: la ansiedad crónica puede tener efectos adversos en el intestino y, aunque no necesariamente causa el síndrome del intestino irritable (SII), puede empeorar los síntomas.
– Pérdida de interés en el sexo: los síntomas de los trastornos de ansiedad pueden disminuir la libido de una persona.
– Depresión: la depresión y la ansiedad a menudo están vinculadas y pueden empeorar o conducir a la otra.
– Insomnio: la ansiedad puede conducir a trastornos del sueño.
– Tensión muscular: cuando el cuerpo está en un estado constante de angustia, los músculos pueden tensarse y pueden desarrollarse otros síntomas de dolor físico, como dolores de cabeza.
– Suicidio: en casos graves, los trastornos de ansiedad pueden conducir a la ideación suicida o al suicidio.
¿Cuáles son los tratamientos para los trastornos de ansiedad?
El tratamiento de un trastorno de ansiedad debe realizarse caso por caso. No todas las personas con trastorno de ansiedad necesitan tratamiento; algunas personas pueden manejar su trastorno sin demasiado estrés e interrupción de su vida diaria.
El tratamiento es crucial cuando el paciente sufre una angustia significativa o experimenta complicaciones adversas por su trastorno, como depresión, abuso de sustancias o ideación suicida.
Terapia cognitiva-conductual
Muchas personas con un trastorno de ansiedad se benefician de la terapia cognitiva conductual (TCC), la medicación o una combinación de TCC y medicación.
La TCC es una forma de psicoterapia ampliamente utilizada y basada en la evidencia. Es un método de tratamiento efectivo para varias condiciones de salud mental, incluidos los trastornos de ansiedad. La TCC se enfoca en la conexión entre nuestras emociones, pensamientos y comportamientos y busca identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento poco saludables que contribuyen a la ansiedad.
Medicamento
Las recomendaciones de medicamentos para los trastornos de ansiedad en adultos incluyen varias clases de productos farmacéuticos:
– Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS): citalopram, escitalopram, fluoxetina, fluvoxamina, paroxetina, sertralina
– Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y noradrenalina (IRSN): duloxetina, venlafaxina
– Antidepresivo tricíclico: Clomipramina
– Modulador de calcio: Pregabalina
¿Cómo afecta la mentalidad a los trastornos de ansiedad?
La mentalidad puede desempeñar un papel importante en la forma en que experimenta y maneja la ansiedad. Mantener una mentalidad positiva o de crecimiento puede cambiar la forma en que perciba y entienda las situaciones. A menudo la ansiedad es alimentada por distorsiones de la cognición como el catastrofismo, donde anticipa el peor de los casos, o participa en un pensamiento en blanco y negro, donde ve las situaciones como buenas o malas.
Entrenarse para desarrollar una mentalidad más equilibrada arraigada en el pensamiento realista le ayudará a controlar sus pensamientos ansiosos. Adoptar una visión compasiva de sí mismo y hablar amablemente a si mismo puede ayudarle mucho a controlar los síntomas de la ansiedad.
El estrés continuo puede contribuir a la inflamación. Es importante encontrar actividades que reduzcan el estrés para reducir sus niveles de estrés y ayudar a reducir la inflamación.
¿Cuáles son los remedios naturales para los trastornos de ansiedad?
Algunas soluciones naturales pueden ayudar a mitigar algunos síntomas del trastorno de ansiedad, incluida la dieta, el ejercicio y los suplementos.
Dieta
Dado que la inflamación parece desempeñar un papel en la ansiedad, seguir una dieta antiinflamatoria puede ser beneficioso para ayudar a disminuir la presencia y la gravedad de los síntomas de ansiedad.
Las necesidades individuales pueden variar, pero aquí hay algunas pautas para una dieta antiinflamatoria:
– Enfatice los alimentos de origen vegetal: una parte importante de su dieta debe consistir en frutas, verduras, granos integrales, legumbres, nueces y semillas. Estos alimentos son ricos en antioxidantes y fitoquímicos, que tienen propiedades antiinflamatorias.
– Incluya pescados grasos: Pescados grasos como el salmón, la caballa y las sardinas son excelentes fuentes de ácidos grasos omega-3, específicamente EPA y DHA, que tienen potentes efectos antiinflamatorios.
– Elija grasas saludables: el aceite de olivay el aceite de aguacate contienen compuestos antiinflamatorios.
– Limite o evite los alimentos procesados: los alimentos procesados y refinados, incluidos los artículos azucarados, las carnes procesadas y la comida rápida, a menudo contienen altos niveles de grasas no saludables, azúcares agregados y aditivos. Los alimentos procesados pueden causar inflamación en el cuerpo.
– Agregue algunas especias: ciertas especias y hierbas tienen fuertes propiedades antiinflamatorias, particularmente la cúrcuma, la pimienta negra, el jengibre y el ajo.
Un gran estudio de revisión en la revista académica Nutrients corrobora aún más la importancia de una dieta saludable para reducir la ansiedad. Los autores señalaron que los alimentos ricos en zinc y selenio deben considerarse por sus efectos contra la ansiedad. El zinc se puede encontrar en vegetales de hojas y tubérculos, carne, ostras y crustáceos. El selenio se puede encontrar en las nueces de Brasil, los frijoles, las lentejas, los mariscos y la carne.
Los autores afirmaron que el zinc y el selenio son coenzimas necesarias en la síntesis y regulación de neurotransmisores y factores neurotróficos, lo que ayuda a explicar por qué estos micronutrientes son tan esenciales para el bienestar mental.
Dado que los investigadores han encontrado microbiomas desequilibrados en pacientes con TAG, la modulación del microbioma puede ser una herramienta útil para tratar a las personas con trastornos de ansiedad. La modulación del microbioma se refiere a alterar deliberadamente las comunidades microbianas en nuestros intestinos.
La revisión publicada en el International Journal of Molecular Sciences ofrece varios enfoques para la modulación del microbioma:
– Probióticos:Los probióticos son bacterias vivas y levaduras que benefician al cuerpo humano. Estos microorganismos pueden ingerirse en forma de cápsulas, polvos o alimentos fermentados. Los probióticos pueden ayudar a restaurar o aumentar la diversidad y el equilibrio del microbioma.
– Prebióticos:si bien no hay evidencia de que estos afecten los trastornos psicológicos, los prebióticos fomentan el crecimiento y la actividad de los microorganismos beneficiosos que ya se encuentran en el intestino. A diferencia de los probióticos, los prebióticos no son organismos vivos sino que sirven como fuente de alimento para las bacterias beneficiosas. Los prebióticos comunes incluyen fibras dietéticas como fructooligosacáridos (FOS), inulina y almidones resistentes. Comer prebióticos puede mejorar el crecimiento de especies bacterianas específicas que contribuyen a un microbioma saludable.
– Trasplante de microbiota fecal (FMT):también conocido como trasplante de heces, el FMT implica la transferencia de material fecal de un donante sano al tracto gastrointestinal de una persona con un microbioma desequilibrado o enfermo. FMT tiene como objetivo crear un microbioma equilibrado y saludable mediante la introducción de un grupo diverso de microorganismos. El efecto de este tratamiento sobre los trastornos de ansiedad necesita más estudio.
Ejercicio
La actividad física también puede disminuir los síntomas de ansiedad. Las autoras Elizabeth Anderson y Geetha Shivakumar afirman en su artículo de investigación: «Existe una fuerte evidencia de estudios en animales de que el ejercicio y la actividad regular tienen un impacto positivo en los procesos fisiopatológicos de la ansiedad». Continúan diciendo que ningún mecanismo de ejercicio único explica adecuadamente todos los efectos ansiolíticos del ejercicio. No obstante, numerosos estudios sugieren que el ejercicio se asocia con una disminución de la ansiedad.
Suplementos
Algunas hierbas y suplementos pueden tener un efecto poderoso sobre la ansiedad.
Lavanda
Una revisión sistemática y un metanálisis analizaron ensayos controlados aleatorios que evaluaron la efectividad de la lavanda en la ansiedad y la depresión. Los investigadores encontraron que la lavanda tuvo un efecto sustancial en la disminución de la ansiedad y la depresión. El tratamiento con lavanda, en particular la aromaterapia, fue mejor que ningún tratamiento y el tratamiento con placebo para disminuir la ansiedad y la depresión e incluso ayudó a reducir la presión arterial sistólica de los pacientes. Usar aceite de lavanda para masajes también puede tener un efecto positivo.
Ashwagandha
Un estudio clínico investigó los efectos reductores de la ansiedad de la ashwagandha (Withania somnifera (L.) Dunal) en adultos con mucho estrés. Sesenta adultos fueron asignados aleatoriamente a uno de dos grupos: a un grupo se le administró un placebo y al otro grupo se le administró 240 miligramos de extracto de ashwagandha una vez al día.
Como grupo, los pacientes que tomaron extracto de ashwagandha tuvieron una disminución estadísticamente significativa en las puntuaciones de la escala de calificación de ansiedad de Hamilton (HAM-A) y reducciones más significativas en los niveles de cortisol matutino. Los autores concluyeron que esto podría deberse a los efectos de la ashwagandha en el eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal (HPA) que regula la respuesta del cuerpo al estrés.
Pasionaria
Un estudio doble ciego analizó la eficacia de la pasiflora (Passiflora incarnata) para reducir la ansiedad en comparación con el oxazepam farmacéutico, una benzodiazepina.
Treinta y seis pacientes que cumplían con los criterios de diagnóstico del DSM-4 para TAG fueron asignados aleatoriamente a uno de dos grupos de tratamiento: 18 personas recibieron oxazepam 30 miligramos por día más gotas de placebo, y las otras 18 personas recibieron extracto de Passiflora: 45 gotas por día, más una tableta de placebo. El ensayo duró cuatro semanas y los investigadores concluyeron que tanto el extracto de Passiflora como el oxazepam trataron eficazmente el TAG en estos pacientes, sin diferencias significativas entre los dos grupos de tratamiento al final del estudio. Se deben realizar más estudios, pero estos resultados son prometedores.
Rodiola rosada
En un estudio las ratas fueron expuestas a un protocolo de estrés leve crónico (CMS) durante seis semanas. El tratamiento de las ratas con extracto de Rhodiola rosea L. (RHO) revirtió por completo los cambios negativos que ocurrieron debido al protocolo CMS. De hecho, los efectos fueron similares a los de la fluoxetina, un ISRS más conocido como Prozac.
Los autores afirmaron: «Estos hallazgos demostraron claramente que la administración crónica de RHO da como resultado una potente inhibición de los cambios fisiológicos y de comportamiento inducidos por la exposición crónica a factores estresantes leves».
Vitamina D
En un ensayo clínico de seis meses, los participantes con niveles bajos de 25-hidroxivitamina D en suero, la principal forma circulante de vitamina D en el torrente sanguíneo, fueron seleccionados al azar para estar en un grupo de control o en un grupo que recibió suplementos diarios de vitamina D. Los investigadores encontraron una mejora significativa en los síntomas de ansiedad en pacientes dentro del grupo de suplementos de vitamina D en comparación con el grupo de control.
En su artículo de revisión, los autores Şerife Akpınar y Makbule Gezmen Karadağ concluyeron que la vitamina D tiene propiedades neuroprotectoras, neurotróficas e inmunomoduladoras, y que los niveles bajos de vitamina D contribuyen a un aumento de los síntomas de ansiedad.
¿Cómo puedo prevenir un trastorno de ansiedad?
Si bien no puede prevenir un trastorno de ansiedad, hay pasos que puede tomar para disminuir la presencia y gravedad de los síntomas. Estos pasos incluyen reducir la inflamación al disminuir el estrés, elegir alimentos saludables con efectos antiinflamatorios y asegurarse de obtener suficientes micronutrientes, en particular zinc y selenio. Además, agregue alimentos o suplementos a su dieta que aporten microorganismos saludables a su intestino. Finalmente, aproveche la poderosa herramienta del ejercicio para reducir sus síntomas de ansiedad.
Revisado médicamente por Beverly Timerding, MD
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