La ciudad de Filadelfia anunció recientemente que implementará una orden de vacunación que entrará en vigor el 3 de enero de 2022, para los comedores interiores de los establecimientos públicos de Filadelfia.
Entre los establecimientos públicos se incluyen el interior de restaurantes; cafeterías dentro de espacios más grandes, como museos; en bares; recintos deportivos que sirven comida o bebida para el consumo en el lugar y en otros lugares de entretenimiento que sirven comida o bebida para el consumo en el lugar, etc, según el anuncio de la ciudad.
Durante las dos primeras semanas de aplicación de la norma, del 3 al 17 de enero, varios espacios públicos interiores podrán aceptar que un cliente presente el resultado negativo de una prueba de detección de COVID-19 efectuada hasta 24 horas antes en lugar de la constancia de vacunación. Sin embargo, a partir del 18 de enero, solo los clientes totalmente vacunados podrán cenar dentro de estos establecimientos. Los propietarios de los establecimientos que infrinjan la orden se enfrentan a multas de hasta 2000 dólares por día.
Los habitantes de Filadelfia han manifiestado diversas reacciones al anuncio de la orden de vacunación de la ciudad. Los dueños de restaurantes temen que sus negocios, ya muy afectados por la pandemia el año pasado, sufran más.
Drew Young, director general de Mei Mei, un restaurante asiático en la zona de Old City de Filadelfia, dijo a The Epoch Times que su restaurante volvió a abrir después de haber estado cerrado alrededor de un año durante la pandemia.
Young no está de acuerdo con la orden de vacunación obligatoria de la ciudad de Filadelfia. Le preocupa que la orden de vacunación vuelva a alejar a los clientes. «Nos golpean con diferentes decretos cada dos meses y ahora tenemos que esperar al 3 de enero para tener aún menos negocio en el interior (…) Cada vez que uno piensa que esto va a mejorar, salen con otra orden y uno ve que esto se pone difícil para nosotros», dijo Young a The Epoch Times.
El director general de Mei Mei sostiene que las vacunas tienen un papel limitado en la contención de la transmisión de la pandemia o de las variantes del virus. «En las últimas semanas hemos visto que personas totalmente vacunadas con dosis de refuerzo que se han contagiado de COVID, enfermando gravemente por ello (…)No parece que la vacuna esté ayudando mucho».
Young dijo a The Epoch Times que la orden de vacunación obligatoria parece ser invasiva y hace sufrir a quienes intentan trabajar para mantener a sus familias y mantener sus negocios a flote.
Además subrayó que una orden de vacunación en los interiores obligaría a más restaurantes a abrir asientos al aire libre, lo que no funciona en los fríos meses de invierno. «Mire todos estos restaurantes que nunca han tenido asientos al aire libre. Todos tienen asientos al aire libre porque no pueden sentar a la gente en el interior. Pierden dinero durante todo el invierno porque la gente no quiere comer afuera con el frío. No creo que sea muy justo».
Young cree que los clientes deberían seguir cenando en los interiores si tienen una buena razón para no vacunarse. Las operaciones comerciales no deberían verse directamente afectadas por la orden de vacunación.
Ganne Lanuza, gerente de una tienda de pastelería en un recinto de comidas cercano al monumento histórico de Filadelfia, la Campana de la Libertad, dijo a The Epoch Times que el negocio ha estado funcionando mal para ellos. «Este es un lugar turístico. Por lo que la gente que viene aquí son turistas. Así que con las directrices de viaje tan estrictas si estas no se cumplen ni siquiera pueden bajarse del avión. Eso nos afecta a nosotros, porque son nuestros principales clientes», declaró Lanuza.
George Bahnke, un turista de Florida, indicó que aunque se ha vacunado, no está de acuerdo con la orden de vacunación obligatoria del gobierno. «Estoy en contra de que el gobierno nos diga lo que tenemos que hacer y que nos quite nuestras libertades, especialmente la de nuestro cuerpo», declaró Bahnke a The Epoch Times.
Por su parte Grace, una estudiante universitaria de Filadelfia, dijo a The Epoch Times que la vacunación obligatoria en el sector de restaurantes es una buena idea porque «proporciona un buen incentivo para que la gente se vacune, lo que realmente aumenta las tasas de vacunación».
Con la rápida transmisión de la variante ómicron, cada vez más ciudades están aplicando la obligación de vacunarse, incluidos lugares turísticos como Nueva York, San Francisco, Los Ángeles, Seattle, Chicago y Washington.
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