Los propietarios de pequeñas empresas, los contratistas independientes y las familias del este de Texas están vigilando de cerca sus gastos a raíz de las repentinas subidas del precio de la gasolina, que se atribuyen ampliamente a la invasión rusa de Ucrania.
Pero los tejanos del este ya se estaban apretando el cinturón antes de 2022, dijo Shelbie Glover, presidenta y directora general de la Cámara de Comercio de Lindale, cuando se produjo el cambio en los precios de la gasolina.
«Cualquiera que compre semanalmente ha visto un aumento de los precios de los alimentos y los bienes en los últimos seis meses», dijo a The Epoch Times el 9 de marzo.
«La subida del precio de la gasolina es un aumento repentino de un gran porcentaje en tan solo una semana, ciertamente, no un aumento gradual. Eso va a perjudicar a la gente que viaja, o a los restaurantes que reparten comidas, o a otros pequeños negocios que dependen del combustible, como los servicios de jardinería».
Justo antes de las vacaciones de primavera de las escuelas locales, a partir del 14 de marzo, las estaciones del este de Texas intentaron mantener la línea a 3.99 dólares el galón. Muchos esperan que la situación sea solo temporal. Pero no todos se creen la historia de la escasez.
«Hemos visto que los precios suben constantemente durante un año», dijo Calle Matthews, de 42 años y madre de dos niños. «No es Ucrania. Creo que aquí hay otra agenda en conjunto».
A Matthews le cuesta 60 dólares llenar el tanque de su automóvil, lo que calificó como una «cantidad ridícula».
«El pan ha subido 1.50 dólares en el último año», dijo. Todo ha subido. Tampoco va a terminar pronto. Voy a hacer mi propio pan en casa».
El empleado de mantenimiento Jared Roberts, de 44 años, de Garden Valley, Texas, está de acuerdo.
«Durante años hemos visto que una vez que los precios suben, prácticamente se mantienen», dijo Roberts.
«Las gasolineras de por aquí solo quieren hacer ver que al menos la gasolina no está a 4 dólares (para la normal sin plomo) es ‘solo’ a 3.99 dólares porque la gente simplemente no soporta que suba más».
«Pero es inevitable. Prepárense para la próxima subida de precios, ya viene».
En el surtidor de un Wal-Mart local, Daniel Baggett, de 44 años, llenaba su camioneta de dos depósitos de diésel, a 4.99 dólares el galón.
«Me está costando un 111.00 dólares llenarlo», dijo, «y está eso bajo porque ya tenía gasolina en el tanque».
Baggett dijo que no estaba preocupado por cómo los precios de la gasolina afectarían a su negocio.
«Trabajo en tecnologías de la información para un hospital, así que gran parte de lo que hago es desde casa», dijo. «Pero pronto tendré que ir a Lubbock y eso me va a perjudicar».
Lubbock, una ciudad universitaria, está a 400 millas de su casa en Lindale, pero es demasiado tarde para alterar sus planes.
«Mi hijo estudia en Texas Tech y este es un viaje que no puedo cancelar, así que iré pase lo que pase».
Cassandra Ellis, conductora de un autobús escolar del distrito escolar independiente de Lindale, tenía planes para las vacaciones de primavera de una semana con su familia en Austin, a 240 millas de distancia, pero las ha cancelado.
«Me costaba 66 dólares solo llenar mi pequeño coche», dijo, y ya estaba lleno en una cuarta parte. No voy a ir a Austin. No a estos precios».
La prohibición del presidente Joe Biden de importar combustible ruso a Estados Unidos ha hecho la vida más difícil a los residentes del este de Texas, dijeron algunos, y les resulta difícil saber si es una situación permanente.
«No creo que vayamos a ver que los precios bajen pronto», dijo Carly, un antiguo contratista civil del ejército estadounidense en Texarkana,
«Hasta octubre, cuando Joe Biden recortó el presupuesto y tuvieron que despedir a muchos de nosotros».
Le costaba 60 dólares llenar su Ford Edge, dijo. «Francamente, no pienso mucho en Joe Biden. Ahora estoy en una granja en el condado de Smith, esperando esto, pero no creo que los precios bajen pronto».
De la noche a la mañana, del 8 al 9 de marzo, los precios en las gasolineras locales del condado de Smith subieron al menos 10 centavos por galón desde un precio ya elevado en el este de Texas de 3.89.
De todos modos, los precios antes de la invasión ya estaban subiendo constantemente, dijo Chris Kreiger, de 25 años, un nuevo residente de Texas, procedente de Colorado, de 2 a 3.20 dólares. Entonces Rusia invadió Ucrania. De repente, los precios alcanzaron los 3.99 dólares.
«Es una locura», dijo Kreiger. «Cuando me mudé aquí hace un año y medio, la gasolina era barata. Llenar el depósito me costaba 25 dólares. Ahora cuesta más de 50 dólares. Creo que el presidente está loco».
Aun así, los encargados de las gasolineras dijeron que seguía habiendo un flujo normal de clientes en sus surtidores, pero las razones por las que la gente compraba gasolina eran diferentes.
«Nos dicen: ‘Tengo que llenar el depósito antes de la próxima subida de precios’, así que están un poco más ansiosos», dijo un empleado, que no quiso ser identificado. «Pero no he visto a nadie entrar en pánico».
Dean Thorstad, de 54 años, de la empresa de reparaciones domésticas Thorstad, dijo que no estaba preocupado por los precios de la gasolina, todavía.
«No estoy preocupado por este pico en los precios de la gasolina a menos que sea sostenido», dijo. «¿Cuántas veces hemos visto picos debido a una cosa u otra, y vuelve a bajar después de un tiempo?
«Si se trata de una subida de precios sostenida, entonces será un problema porque todas las piezas para las reparaciones subirán porque los precios de los envíos aumentarán. Pero, hasta entonces, no. No es momento de preocuparse».
Cassandra Ellis tiene un hijo de 14 años, Josiah, que estaba cargando el coche mientras ella hablaba. Dijo que «estuvo tentada» de estar ansiosa.
«Pero mi fe me impide ir por ahí», dijo. «En la ‘carne’ estoy tentada a preocuparme, pero sé quién tiene el control, así que, no, no estoy preocupada».
Glover dijo: «Esto va a ser duro para mucha gente, pero no creo que sea un punto de ruptura para ellos».
«Si han sobrevivido a todas las restricciones y protocolos de Covid durante los dos últimos años, sobrevivirán a esto».
Su consejo a los habitantes de las comunidades locales es que no se queden en casa.
«Si solo están en casa, probablemente estén comprando por internet, y eso priva a los negocios locales de su patrocinio, y a las comunidades locales del impuesto sobre las ventas que los mantiene en funcionamiento».
«Recorten lo que no es esencial y tomen sus vacaciones cerca y pasen un buen rato descubriendo lo que es divertido hacer a su alrededor».
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