El presidente Joe Biden exigió el lunes que las gasolineras, los bancos y los servicios de telefonía móvil bajen sus precios para ayudar a los consumidores ante el aumento de la inflación.
Biden hizo la exigencia durante una reunión en la Casa Blanca el 26 de septiembre en la que dijo que los presupuestos familiares están siendo abrumados por tarifas ocultas innecesarias o «tarifas basura», incluyendo cosas como las tarifas por sobregiro de los bancos y las tarifas de terminación para los teléfonos celulares.
«En mi opinión, no deberían pagarlas, y en un momento en que no pueden permitírselo», dijo Biden. «Las familias no deberían tener que pagar estas tasas».
Tras afirmar que «el precio del petróleo ha bajado en todo el mundo», Biden reprochó que esta bajada de precios no se haya reflejado en los surtidores, mientras las compañías petroleras y de gas siguen obteniendo unos beneficios récord.
«¿No creen que el precio en el surtidor debería bajar?», dijo Biden. «El precio de un galón de gasolina… Pero se necesita mucho tiempo para que eso ocurra en términos relativos. Y están obteniendo muchos beneficios, y el público está pagando como parte de la inflación».
«Háganlo ya»
«Pero miren, mi mensaje es sencillo. A las empresas que dirigen las gasolineras y que fijan esos precios en el surtidor: Bajen los precios que están cobrando en el surtidor para reflejar el coste que pagan por el producto. Háganlo ahora. Háganlo ahora. No dentro de un mes, háganlo ahora. Y va a ahorrar mucho dinero a la gente».
Los futuros del petróleo en Estados Unidos cayeron un 9.2% en agosto, mientras que los precios de la gasolina también bajaron un 9.2%, según reporta Bloomberg.
A pesar de este descenso, los precios promedio nacionales de la gasolina siguen siendo de 3.74 dólares, hasta el 27 de septiembre, según la AAA, frente a los 3.189 dólares de esta época del año pasado. También siguen siendo considerablemente más altos en varias partes del país, especialmente en el oeste, en lugares como Oregón, Washington y California, donde los conductores están pagando 5.883 dólares por galón en medio de la escasez de suministros y los problemas en las refinerías de la costa oeste.
Si bien los precios de la gasolina en todo el país han estado bajando durante las últimas 14 semanas, algo que el gobierno de Biden ha presumido regularmente, esa tendencia se revirtió la semana pasada, según GasBuddy, que informó que los precios habían aumentado unos 3.2 centavos con respecto a la semana anterior.
GasBuddy dijo que «los problemas de las refinerías en algunas zonas del país» estaban detrás de las «fluctuaciones salvajes» de los precios en algunas partes de Estados Unidos, ya que han creado problemas de suministro, lo que ha provocado que los precios se disparen a pesar de la caída de los precios del petróleo.
«Sin embargo, el noreste y la costa del Golfo siguen viendo una actividad normal en las refinerías, y los precios allí han bajado», escribió la empresa con sede en Boston. «La desconexión entre las regiones es cada vez mayor y probablemente seguirá siendo anormal durante las próximas semanas hasta que los problemas de las refinerías se controlen y rectifiquen».
Los consumidores estadounidenses sienten la tensión
Mientras tanto, el gobierno de Biden ha liberado la cifra récord de 180 millones de barriles de crudo de la Reserva Estratégica de Petróleo en un esfuerzo por frenar el aumento de los precios del combustible.
La Administración Biden también ha acordado con los líderes de la Unión Europea en marzo el envío de 15,000 millones de pies cúbicos adicionales de gas natural licuado (GNL) a la UE para finales de este año, después de que ésta impusiera sanciones energéticas a Rusia tras su invasión de Ucrania.
En medio de la disminución de la producción nacional de gas y petróleo y de los objetivos de Biden en materia de energía verde, los consumidores estadounidenses han recibido un duro golpe en términos de gastos energéticos.
La situación puede empeorar aún más después de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) sugiriera que reducirá su producción, ya que es probable que las existencias mundiales de petróleo aumenten en 2023 ante el debilitamiento de la demanda y el fortalecimiento del dólar estadounidense.
Los comentarios de Biden se producen en un momento en el que su apoyo está disminuyendo antes de las elecciones de mitad de mandato de noviembre, ya que el 57 por ciento de los estadounidenses afirma que desaprueba al presidente, según un sondeo de opinión de Reuters/Ipsos.
Con información de Reuters.
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