A algunos ciudadanos afganos se les está permitiendo entrar en Estados Unidos sin visado, dijo el martes un alto funcionario de la Administración Biden.
La inusual disposición está siendo puesta en marcha por el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas, que está concediendo «libertad condicional humanitaria» a los afganos sin visado, dijo el funcionario.
La designación se concede a los extranjeros «por razones humanitarias urgentes o por un beneficio público significativo», según la Ley de Inmigración y Nacionalidad.
A algunos afganos se les han concedido visados especiales de inmigrante (SIV) antes de ser trasladados a Estados Unidos, dijo el funcionario del DHS a los periodistas en una llamada.
«En otros casos, el secretario de Seguridad Nacional está utilizando su autoridad de libertad condicional, incluyendo su capacidad de imponer condiciones particulares de libertad condicional a los que llegan para asegurar que los que están llegando aquí lo hacen, obviamente, con un estatus legal apropiado», dijo el funcionario.
La libertad condicional se está concediendo a los afganos que han solicitado el SIV pero a los que todavía no se les ha concedido el visado. El funcionario declinó responder cuando le preguntaron si la libertad condicional se estaba utilizando para personas que no habían solicitado un SIV.
«Pero diré que esa autoridad —la de la libertad condicional— es una que proporciona cierta flexibilidad para los individuos para los que no existe un estatus legal relevante, y, en los casos apropiados en los que la gente pasa el control de seguridad que he mencionado, esa autoridad de la libertad condicional (…) es una de las cosas que están sobre la mesa aquí cuando la gente entra en Estados Unidos», dijo el funcionario.
Los funcionarios dicen que todos los afganos que vuelan a Estados Unidos están siendo examinados.
El DHS y el Departamento de Estado no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Miles de afganos están siendo evacuados desde el aeropuerto de Kabul, en manos de EE. UU., a terceros países, incluida Alemania, antes de aterrizar en EE. UU., tras la toma de Afganistán por los talibanes.
Muchos están recibiendo SIV por haber ayudado a Estados Unidos durante la misión de 20 años en el país. Otros son considerados vulnerables a la persecución de los talibanes si permanecen en su país.
En marzo, casi 100,000 personas de Iraq y Afganistán obtuvieron el SIV. No está claro cuántos visados quedan bajo el programa, que fue ampliado dos veces por el Congreso en el último año. Los funcionarios militares están preparando espacio en cuatro bases para albergar temporalmente a 25,000 afganos.
Estados Unidos ha utilizado la misma autoridad de libertad condicional en el pasado, incluyendo la liberación condicional de 130,000 vietnamitas en abril de 1975, según la historiadora Amanda Demmer.
«La libertad condicional no confiere un estatus de visado/inmigración, [y es un estatus] que tendrá que ser resuelto después», escribió en Twitter.
Un grupo de 46 senadores, en su mayoría demócratas, habían pedido a Mayorkas y al secretario de Estado Antony Blinken la semana pasada (pdf) que crearan una categoría de libertad condicional humanitaria para mujeres líderes, activistas, jueces y otras personas procedentes de Afganistán «para agilizar el proceso de papeleo y facilitar las remisiones que permitan una reubicación rápida, humana y eficiente en Estados Unidos».
El Proyecto Internacional de Asistencia a los Refugiados, que aboga por los inmigrantes, recomendó en abril a la Administración Biden que utilizara la «libertad condicional a gran escala» para admitir a un gran número de afganos, «que luego pueden solicitar diversas vías para obtener un estatus permanente, como el asilo o un SIV».
Otros, sin embargo, han pedido que se frene el número de afganos que se dejan entrar en Estados Unidos, a través de la libertad condicional o de otro modo.
«Hay que poner un límite a la capacidad (por no hablar de la voluntad) de Estados Unidos para admitir a personas necesitadas», escribió el martes Nayla Rush, investigadora principal del Center for Immigration Studies, en un blog.
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