La vicepresidenta Kamala Harris anunció que la administración Biden asignará 285 millones de dólares para proporcionar servicios de salud mental a los estudiantes de las escuelas públicas en comunidades que se enfrentan a delitos violentos con armas de fuego.
La Sra. Harris hizo el anuncio durante su discurso de apertura en una «Mesa redonda sobre la prevención de la violencia armada» en Eastway Middle School en Charlotte, Carolina del Norte, el 11 de enero.
Dijo que el dinero servirá para contratar y formar a 14,000 asesores, así como para proporcionar un «lugar seguro» para que los estudiantes puedan tratar los efectos de los delitos con armas de fuego en sus comunidades.
Dijo que, antes de subir al estrado, había hablado con estudiantes que habían sufrido el impacto de algún delito cometido con arma de fuego. Dijo que los fondos son para financiar programas para que los estudiantes al menos se sientan seguros en sus escuelas.
«Para proporcionar un lugar donde los que están capacitados para hacer este trabajo puedan permitir que los estudiantes y los niños se registren y sanen», dijo la Sra. Harris.
El Secretario de Educación, Michael Cardona, abrió la reunión hablando de llevar a su hija al primer día de su último curso. Dijo que no le preocupaba que ella tuviera un buen año o hiciera amigos.
«Pensaba: ‘Por favor, Dios’, esperaba que estuviera a salvo este año», dijo el Sr. Cardona. «Es desgarrador saber que ese es un proceso de pensamiento que tienen los padres en todo el país».
Vi Lyles, alcaldesa de Charlotte, agradeció a las autoridades los 12 millones de dólares destinados a 300 asesores en Carolina del Norte. Dijo que la financiación ayudará a los funcionarios locales y estatales a asociarse con el gobierno federal para abordar el problema.
«Nos va a hacer falta a todos; todos los niveles de gobierno van a ser necesarios para hacer frente a esta pandemia de violencia con armas de fuego», afirmó.
En un comunicado emitido tras el acto, Cardona afirmó que abordar los problemas de salud mental redundará en un mejor rendimiento académico en las escuelas del país.
«No se equivoquen: no se puede separar la necesidad de acelerar el éxito académico de nuestros estudiantes con la necesidad de tener condiciones de aprendizaje seguras y acogedoras, libres de miedo y violencia», dice la declaración.
La financiación de los servicios de salud mental en las escuelas forma parte de la Ley Bipartidista de Comunidades Seguras, promocionada por la administración Biden como la legislación sobre armas más importante de los últimos 30 años.
Harris también supervisa la recién creada Oficina de la Casa Blanca para la Prevención de la Violencia Armada. El mes pasado, la administración anunció su «Agenda de Estados más Seguros», una iniciativa para promover versiones estatales de programas federales. Entre ellos se incluye la apertura de oficinas estatales de prevención de la violencia con armas de fuego y la promoción de leyes de almacenamiento seguro y bandera roja.
Según el comunicado emitido el jueves, la oficina está trabajando con funcionarios estatales en «la renovación de la prohibición de las armas de asalto, la aprobación de la legislación de bandera roja y la exigencia de verificación de antecedentes para todas las ventas de armas en un momento en que las armas son la principal causa de muerte de niños en Estados Unidos».
La Sra. Harris dijo también que una quinta parte de los estadounidenses sufrió la muerte de un familiar por arma de fuego.
Según el Instituto Poynter, las cifras incluyen los suicidios junto con los delitos violentos.
Las organizaciones de investigación sobre los derechos de las armas y los defensores de la Segunda Enmienda rebaten la afirmación de que las armas son el principal asesino de niños estadounidenses. Según el Centro de Investigación para la Prevención del Crimen (CPRC), los accidentes de tráfico son la primera causa de muerte entre los menores de 18 años.
La violencia por armas de fuego se convierte en el asesino número uno cuando se amplía la muestra para incluir a los menores de 20 años.
«La conclusión es que aproximadamente un tercio de las muertes por arma de fuego de los menores de 20 años son homicidios cuyas víctimas tienen entre 18 y 19 años. Alrededor de otro 20 por ciento son homicidios de jóvenes de 15, 16 y 17 años. Estas muertes están en gran medida relacionadas con las bandas, e incluso prohibir las armas es poco probable que impida que las bandas de narcotraficantes se hagan con armas para proteger sus valiosísimas drogas», se lee en el sitio web del CPRC.
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