WASHINGTON – La vicepresidenta Kamala Harris presentó el alegato final de su campaña en un discurso en la Elipse de la capital del país el 29 de octubre, argumentando que es una candidata más estable para la presidencia que el expresidente Donald Trump, al tiempo que prometió buscar puntos en común sobre los desafíos actuales.
Miles de personas asistieron al mitin en un lugar simbólico: tiene una vista directa de la Casa Blanca y es el mismo lugar donde Trump pronunció su discurso el 6 de enero de 2021, que antecedió a la irrupción al Capitolio.
La vicepresidenta intentó ofrecer una visión optimista y enfocada en el futuro, sugiriendo que su presidencia «pasaría página» a la era Trump y brindaría un futuro esperanzador para los votantes indecisos, con llamamientos a fortalecer la economía y proteger el acceso al aborto. Enfatizó la importancia del compromiso, se distanció de las élites de Washington y prometió abordar su trabajo con optimismo.
“Tenemos que dejar de señalar con el dedo y empezar a unirnos. Es hora de pasar página al drama y al conflicto, al miedo y a la división. Es tiempo de una nueva generación de liderazgo en Estados Unidos”, declaró Harris. “Y estoy lista para ofrecer ese liderazgo como la próxima presidenta de los Estados Unidos de América”.
Harris también prometió ofrecer una visión diferente a la de su jefe, el presidente Joe Biden.
“Mi presidencia será diferente porque los desafíos que enfrentamos son distintos. Nuestra prioridad principal como nación hace cuatro años era poner fin a la pandemia y rescatar la economía. Ahora, nuestro mayor reto es reducir los costos, unos costos que estaban aumentando incluso antes de la pandemia y que siguen siendo demasiado altos”, añadió Harris.
El discurso se dio dos días después de que el expresidente presentara su propio alegato final ante los votantes durante un mitin en el Madison Square Garden de Nueva York, donde instó a los estadounidenses a “soñar en grande otra vez” y describió a Harris como “no apta” para el cargo.
El discurso del 29 de octubre fue la última intervención de Harris ante los votantes indecisos en los últimos días de las elecciones presidenciales de 2024.
Este discurso ocurrió después de una intensa campaña política de poco más de tres meses, desde que Harris reemplazó a Biden como candidata del Partido Demócrata tras la retirada de Biden el 21 de julio.
La vicepresidenta experimentó un aumento significativo en las encuestas tras la Convención Nacional Demócrata de agosto.
Ese impulso se desaceleró en octubre, y Trump tiene ahora una leve ventaja en muchas encuestas de estados indecisos.
En los promedios de las encuestas en los estados clave, los dos candidatos están empatados en Wisconsin, Nevada y Pensilvania, mientras que Harris lidera por un punto en Michigan y Trump encabeza por aproximadamente un punto en Carolina del Norte, Georgia y Arizona.
El martes, Harris argumentó que Trump está “consumido por los agravios y busca el poder sin control”.
“Estados Unidos, durante demasiado tiempo, ha estado consumido por demasiada división, caos y desconfianza mutua, y entonces puede ser fácil olvidar una simple verdad: no tiene por qué ser así”, afirmó Harris.
Trump describió a Estados Unidos como un “país ocupado” en su alegato final en Nueva York, prometió un programa de deportación masiva el primer día de su presidencia para revertir una “invasión de inmigrantes” y prometió construir la mayor economía del mundo. Trump también describió a Harris como “no apta” para la presidencia. Su mensaje final se resume en: “Kamala lo rompió, el presidente Trump lo arreglará”.
Hacia el final de su discurso, Harris adoptó un tono unificador, describiendo el país como un brillante ejemplo de logro humano.
“Estados Unidos de América es la idea más grande que la humanidad haya concebido jamás: una nación lo suficientemente grande como para abarcar todos nuestros sueños, lo suficientemente fuerte como para resistir cualquier fractura o fisura entre nosotros, y lo suficientemente intrépida como para imaginar un futuro de posibilidades”, dijo Harris.
“Así que, Estados Unidos, alcancemos ese futuro. Luchemos por este hermoso país que amamos, y en siete días, cada uno de ustedes tiene el poder de pasar página y comenzar a escribir el próximo capítulo de la historia más extraordinaria jamás contada”.
La opinión de los partidarios
Algunos simpatizantes explicaron a The Epoch Times que se reunieron en la capital en nombre de la historia, los derechos laborales, la próxima generación, las mujeres y su objetivo común de impedir que Trump regrese a la Casa Blanca.
«Me sentiría devastada en nombre de todas las mujeres», expresó Meredith Shea, estudiante de primer año de la Universidad George Washington, al considerar la posibilidad de que Harris perdiera las elecciones.
Shea, originaria de Portland, Oregon, señaló que el acceso al aborto era el tema principal que motivaba su voto.
«Estamos a punto de tener la primera presidenta negra», afirmó Robin Rogers, de 54 años. «Eso es histórico en todos los sentidos».
Rogers, quien viajó desde Carolina del Norte y trabaja en la promoción de negocios afroamericanos, vendía camisetas fuera del recinto.
«Todos deberíamos apoyarla, no por el hecho de que sea negra, sino porque esto podría ser histórico», explicó.
«Nos da la oportunidad de ser vistos, escuchados y representados», declaró Maia Coleman-King, de 51 años. «Nunca hemos tenido una presidenta mujer. Nunca hemos tenido una mujer de color, una mujer negra en la Casa Blanca como comandante en jefe».
«Estoy muy emocionada como mujer negra y como exalumna de la Universidad Howard», añadió. «Estoy extremadamente orgullosa de mis compañeros Bison, y quiero hacer todo lo posible para asegurar que mantengamos la democracia».
La campaña de Harris autorizó la entrada de 20,000 asistentes. La jefa de la Policía Metropolitana de D.C., Pamela Smith, informó a la prensa el 29 de octubre que su departamento había recibido indicaciones de preparase para la llegada de más de 52,000 personas en el evento y sus alrededores.
Sin embargo, Smith indicó que no había observado un aumento en las reservas de alojamiento en el Distrito de Columbia y zonas aledañas.
El Servicio de Parques Nacionales gestionó los permisos para el evento de Harris debido a su ubicación.
Una cantidad significativa de simpatizantes en la fila parecían ser jóvenes votantes universitarios, siendo la mayoría mujeres.
«Creo que los hombres temen admitir que votarán por una mujer», comentó Scott Evertz. «Y creo que el día de las elecciones… eso podría cambiar un poco, ¿sabes? Este tipo de hombre quizás no quiera admitir que votará por una mujer».
Evertz, quien se describe como republicano y exdirector de la oficina mundial contra el SIDA durante la presidencia de George Bush, afirmó que no siente que Trump refleje los valores republicanos.
«Tengo dos nietos», explicó. «He tenido que decirles: ‘No hablen como el expresidente’. No quiero vivir en un país donde tenga que aconsejar a los niños que no hablen como el Comandante en Jefe».
Evertz también mencionó el aumento del déficit y el temor a que Trump sea autoritario como razones por las que está cruzando la línea partidista en este ciclo electoral.
Los recientes comentarios de la vicepresidenta sugiriendo que Trump era fascista y una amenaza para la democracia estaban presentes en la mente de quienes esperaban en la fila.
Varios miembros de la administración Trump, incluido Mike Ayers, exjefe de gabinete del vicepresidente Mike Pence, rechazaron enérgicamente estas afirmaciones.
Brady Eagan, estudiante de primer año de la Universidad George Washington, señaló que este era el momento para que la próxima generación diera un paso adelante.
«Siento que es una amenaza para la democracia en general», dijo Eagan sobre otra administración Trump. «Y creo que depende de los votantes jóvenes demostrar que estamos aquí y que estamos listos para hacer el cambio, y eso es lo que venimos a hacer».
«Estamos aquí para apoyar esa causa y tratar de mejorar esta nación y asegurarnos de que no caiga en las manos equivocadas».
Brian Fojtik, un votante de DC originario de Wisconsin, también indicó que es hora de que la próxima generación lidere, y el hecho de que sea una nueva generación contradice la idea de que ella sea una continuación de la administración del presidente Joe Biden.
«Tendrá un nuevo gabinete, líderes diferentes, una generación diferente de personas de todo el país para encontrar soluciones que no son necesariamente las que adoptan las personas de 70 y 80 años», explicó Fojtik.
Sin embargo, no todos los asistentes creen que un cambio drástico de rumbo después de los últimos cuatro años sea una buena idea.
Travis Parsons, de 47 años, es un trabajador sindical de DC quien afirmó que hay políticas de la administración Biden que Harris debería mantener, particularmente las políticas pro-sindicales de Biden.
«Creo que reforzará algunas de sus políticas que nos ayudaron, y sabemos que nos respalda», dijo Parsons.
Harris pasará los últimos días antes del 5 de noviembre recorriendo los estados indecisos, comenzando con visitas a Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin el 30 de octubre, seguidas por eventos enfocados en la comunidad latina en Phoenix en Arizona, Reno en Nevada y Las Vegas el 31 de octubre.
Trump, por su parte, comenzó la semana con un mitin de campaña en Georgia. Tiene programadas paradas de campaña en Pensilvania el 29 de octubre, Wisconsin el 30 de octubre, Nevada el 31 de octubre y nuevamente Wisconsin el 2 de noviembre.
The Associated Press contribuyó con este artículo.
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