WASHINGTON—La vicepresidente y candidata presidencial demócrata Kamala Harris dijo que Washington seguirá presionando a Israel y a otros actores en Medio Oriente para alcanzar un acuerdo de alto el fuego en Gaza, incluso cuando sus defensores dicen que Estados Unidos no ha utilizado hasta ahora su influencia sobre su aliado.
En una entrevista con el programa de noticias de la CBS “60 Minutes”, Harris dijo que la labor diplomática con Israel es “una actividad continua”, según un clip publicado el domingo.
Harris eludió una pregunta en la entrevista sobre si el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu era un “verdadero aliado cercano”.
“Creo que, con el debido respeto, la mejor pregunta es si tenemos una alianza importante entre el pueblo estadounidense y el pueblo israelí, y la respuesta a esa pregunta es sí”, dijo Harris.
Harris reiteró la posición de Washington de apoyar el derecho de Israel a la autodefensa contra Irán y los grupos terroristas respaldados por Irán, como Hamás de Palestina y Hezbolá de Líbano.
“Ahora, el trabajo que realizamos diplomáticamente con los dirigentes de Israel es una búsqueda continua en torno a dejar claros nuestros principios”, dijo Harris.
“No vamos a dejar de presionar a Israel y a la región, incluidos los líderes árabes”, dijo Harris.
La condena ocasional de Washington a Israel por el número de civiles muertos en la guerra ha sido sobre todo verbal, sin cambios sustanciales en la política.
Los activistas afirman que Washington no ha presionado a su aliado al negarse a poner un embargo de armas que los manifestantes contra la guerra de todo Estados Unidos y el mundo llevan meses exigiendo. También se celebraron protestas durante el fin de semana.
El 31 de mayo, el Presidente Joe Biden presentó un plan de alto el fuego en tres fases para Gaza, pero no se ha alcanzado un acuerdo entre Israel y Hamás debido a las lagunas en los intercambios de rehenes israelíes y prisioneros palestinos, y a la exigencia de Israel de mantener su presencia en un corredor en el extremo sur de la Franja de Gaza, fronterizo con Egipto.
El último derramamiento de sangre en el conflicto palestino-israelí, que dura ya décadas, se desencadenó el 7 de octubre de 2023, cuando el grupo terrorista Hamás atacó Israel, matando a 1200 personas y tomando unos 250 rehenes, según los recuentos israelíes.
El posterior asalto militar israelí al enclave gobernado por Hamás ha causado la muerte de casi 42,000 palestinos, según el Ministerio de Sanidad local.
Israel también lleva a cabo por separado una campaña militar en Líbano, campaña que en los últimos días causó cientos de muertos, miles de heridos y más de un millón de desplazados. Israel afirma que su objetivo son los terroristas de Hezbolá, apoyados por Irán.
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