La vicepresidenta Kamala Harris emitió el miércoles un voto de desempate para confirmar a la candidata de Biden, Rachael Rollins, como fiscal federal de Massachusetts, frente a la objeción de los 50 republicanos del Senado.
Rollins fue anteriormente fiscal de distrito del condado de Suffolk, y en ese papel Rollins fue excesivamente indulgente, negándose a procesar a los acusados de varios delitos violentos.
El senador Ted Cruz (R-Texas) se opuso al nombramiento en el pleno del Senado, calificando a Rollins de «fiscal de izquierda».
«Muchos estadounidenses probablemente nunca han oído hablar de Rachael Rollins», comenzó Cruz. «Pero se están familiarizando con el tipo de anarquía y crimen peligroso que los fiscales de distrito de izquierda radical como [Rollins] han generado».
Cruz continuó: «Bajo su vigilancia, hemos visto aumentar las tasas de saqueos, robos y delitos violentos en ciudades de todo el país en los últimos dos años».
Los fiscales como Rollins, dijo Cruz, «consideran que su trabajo no es perseguir el crimen, [sino] proteger a los criminales».
De hecho, las ciudades de todo el país han visto un aumento de la delincuencia y una caída en la aplicación de la ley desde el verano de 2020.
Tras la muerte de George Floyd y las protestas y disturbios que siguieron, muchos fiscales siguieron la retórica antipolicial de los activistas de izquierda y comenzaron a negarse a aplicar la ley.
En San Francisco, esta retórica llegó a un nivel totalmente nuevo después de que la ciudad despenalizara efectivamente el hurto en tiendas si los artículos robados costaban menos de 950 dólares, lo que condujo a una serie de robos a plena luz del día en los que los ladrones exhibieron sus rostros a la vista de todos.
Más recientemente, el fiscal de distrito de Milwaukee John Chisholm, de tendencia izquierdista, fue criticado por dejar en libertad a Darrell Brooks, un delincuente violento reincidente, con una fianza de 1000 dólares. Pocos días después, Brooks embistió con un todoterreno a una multitud que asistía a un desfile navideño cerca de un suburbio, matando a cinco personas e hiriendo a casi 60 más.
Rollins se negó a perseguir varios delitos como fiscal de distrito
Y de acuerdo con la información obtenida por Cruz, Rollins es otra fiscal de distrito contraria a la aplicación de la ley y al enjuiciamiento que «ve como [su] trabajo proteger a los criminales».
En un memorando de 2019 de la época de Rollins como fiscal de distrito, ella le dio a su personal una lista de 15 delitos comunes que, según ella, «deben ser rechazados o desestimados antes de la acusación sin condiciones. La presunción es que los cargos que caen en esta categoría siempre deben ser rechazados».
En otras palabras, Rollins utilizó su posición de poder para negarse a aplicar la ley para una lista de delitos, incluyendo, entre otros, allanamiento de morada, robo en tiendas, hurto, conducta desordenada, posesión de bienes robados.
Pero varios delitos de la lista eran bastante más graves: Rollins también se negaba a perseguir delitos violentos como el allanamiento de morada con daños a la propiedad, las amenazas, la resistencia a la autoridad y la destrucción sin sentido o maliciosa de la propiedad.
Rollins también se oponía a aplicar las leyes contra la conducción con el permiso suspendido, independientemente de los motivos de la suspensión: Éstas podrían ser tan benignas como un exceso de multas por exceso de velocidad o por no renovar el carné, pero, como señaló Cruz en el pleno del Senado, estos permisos también podrían haber sido suspendidos por conducir bajo los efectos de las drogas o el alcohol.
Rollins tampoco estaba dispuesto a procesar casi ningún cargo relacionado con las drogas o el alcohol: cargos por menor en posesión de alcohol, posesión de marihuana, posesión de una sustancia ilegal distinta de la marihuana y todos los cargos por posesión con intención de distribución.
En resumen, Rollins dio rienda suelta a los traficantes de drogas y a los drogadictos durante su periodo como fiscal.
Horrorizados por este historial, todos los republicanos del Senado se unieron a Cruz para tratar de rechazar la nominación.
Pero los demócratas estaban aparentemente satisfechos de que Rollins pudiera cumplir con los deberes requeridos de un fiscal de Estados Unidos, y votaron unánimemente por su confirmación.
Incluso los moderados, como el senador Joe Manchin (D-W. Va.), Kyrsten Sinema (D-Ariz.), Mark Warner (D-Va.) y otros, que en el pasado se han separado de su partido, han votado a favor de la fiscal.
Al estar todos los demócratas de acuerdo con la elección de Biden, alcanzaron el umbral de 50 votos para activar el voto de desempate de Harris, lo que permitió confirmar a Rollins.
Rollins trabajará en el Departamento de Justicia de Biden
Como fiscal de Estados Unidos, Rollins se encargará de entablar acciones judiciales contra los acusados de violar las leyes federales, de procesar o defender casos en su distrito que impliquen al gobierno de los Estados Unidos como parte y, en ocasiones, de cobrar las deudas que se tienen con el gobierno federal cuando los organismos administrativos normales no pueden hacerlo.
Rollins actuará en el ámbito del Departamento de Justicia del fiscal general Merrick Garland.
Garland, un nominado fallido a la Corte Suprema que fue promocionado por el presidente Barack Obama como un moderado, ya se ha aprovechado de los fiscales bajo su mando.
Después de que las juntas escolares del país vieran una tendencia de padres preocupados que se manifestaban en contra de la teoría crítica de la raza y de otras causas izquierdistas que se enseñaban a sus hijos, Garland prometió a la Asociación Nacional de Juntas Escolares que utilizaría recursos federales para atacar a estos padres preocupados.
El 20 de octubre, el fiscal federal interino del distrito de Montana, Leif Johnson, bajo las órdenes de Garland, envió una carta a las oficinas de los fiscales de los condados de todo el estado en la que ofrecía asesoramiento y ayuda federal a los fiscales que buscasen condenas contra los padres que se habían manifestado en contra del plan de estudios que se enseñaba a sus hijos.
En la carta, Johnson sugería páginas de posibles cargos que podrían ser imputados a estos padres, que iban desde la conspiración hasta la violación de los derechos civiles.
En su papel de fiscal, Rollins tendrá un poder similar: Como principal autoridad legal dentro de su distrito, estará dentro del poder de Rollins presentar cargos o negarse a presentarlos contra aquellos que violen la ley federal.
Si Garland continúa su campaña contra los padres preocupados, Rollins será una figura de primera línea en la elección de llevar o no a los padres a los tribunales federales.
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