La Marina «no está en busca de conflictos», ya que continúa las Operaciones de Libertad de Navegación en el Mar de China Meridional a un ritmo récord, según el secretario de Defensa, Mark Esper, quien dijo que espera visitar a su contraparte en China para fin de año.
En su discurso del 22 de julio, Esper describió la visión estadounidense de seguridad en la región del Indo-Pacífico.
Dijo que el apetito por la cooperación multilateral en la región había aumentado desde la pandemia y tras el reciente aumento de la agresión china en la región.
El fortalecimiento de las asociaciones en la región es uno de los tres objetivos estratégicos clave de Estados Unidos en el Indopacífico, dijo Esper. Los otros dos son hacer retroceder el acoso y la coerción de China a las naciones más pequeñas y garantizar que los barcos y aviones sean libres de operar bajo las leyes y normas internacionales en la región, donde pasa el ochenta por ciento del comercio mundial.
Esper dijo que el ejército estadounidense continuará con un nivel récord de ejercicios en el Mar de China Meridional.
Sin embargo, Esper enfatizó que las acciones de Estados Unidos en la región tenían el único propósito de mantener a China en el orden internacional basado en las normas.
«Déjame ser claro. China es un país con una ilustre historia, una cultura rica y un pueblo maravilloso», dijo Esper durante su discurso presentado por el grupo de expertos IISS. «No estamos en busca de conflictos. Estamos comprometidos con una relación constructiva y orientada a los resultados con China, y dentro de nuestra relación de defensa, para abrir líneas de comunicación y reducción de riesgos».
«He hablado personalmente con mi homólogo de la República Popular China en varias ocasiones y antes de que termine el año espero visitar la República Popular China por primera vez como secretario para mejorar la cooperación en áreas de interés común, establecer los sistemas necesarios para las crisis de comunicaciones y reforzar nuestras intenciones de competir abiertamente en el sistema internacional».
Esper subrayó la importancia de una declaración hecha la semana pasada por el Departamento de Estado, que por primera vez rechazó oficialmente las principales demandas territoriales de Beijing en el Mar de China Meridional.
Esper dijo que la declaración, «deja en claro que China no tiene derecho a convertir las aguas internacionales en una zona de exclusión o en su propio imperio marítimo».
Las acciones del ejército estadounidense respaldan las políticas, dijo Esper. «En 2019, llevamos a cabo la mayor cantidad de Operaciones de Libertad de Navegación (FONOP) en el Mar de China Meridional en los 40 años de historia del programa FONOP, y mantendremos el ritmo este año».
«Además, en dos ocasiones a principios de este mes dos grupos de ataque de portaaviones realizaron ejercicios conjuntos en el Mar de China Meridional por primera vez desde 2012: una señal clara y poderosa de que volaremos, navegaremos y operaremos donde lo permita el derecho internacional».
Esper dijo que hay un aumento de agresión de Beijing en la región desde la pandemia. Sin embargo, dijo que el patrón de intimidación y coerción sobre otros países ha estado ocurriendo durante años. «Parece que su brazo se tuerce más fuerte, cuanto más pequeño es el país en el que se encuentre».
El 13 de julio, Estados Unidos rechazó formalmente casi todas las principales demandas territoriales de Beijing en el Mar de China Meridional, ya que la administración Trump marca su respuesta conforme a las amenazas planteadas por el Partido Comunista Chino.
«Las afirmaciones de Beijing sobre los recursos en el alta mar en la mayor parte del Mar de China Meridional son completamente ilegales, como lo es su campaña de intimidación para controlarlos», dijo el secretario de Estado Mike Pompeo, en un comunicado.
Si bien los funcionarios estadounidenses han descrito previamente las actividades del régimen en la región como «ilegales», las declaraciones de Pompeo representan el rechazo oficial de Estados Unidos a demandas específicas hechas por Beijing, al alinearse con un fallo de 2016 de un tribunal internacional. Filipinas impugnó las demandas de China en la vía fluvial y llevó la controversia a la corte internacional.
Esa decisión vinculante rechazó las demandas marítimas de China relacionados con las Islas Spratly, los arrecifes y bancos de arena vecinos. El régimen chino se niega a reconocer el fallo.
«La RPC [República Popular China] no tiene bases legales para imponer unilateralmente su voluntad en la región», dijo Pompeo.
China, Filipinas, Vietnam, Malasia, Brunei y Taiwán tienen demandas concurrentes en el Mar de China Meridional. Las demandas de Beijing son las más grandes y cubren casi toda la vía fluvial. Hogar de ricas zonas de pesca y recursos naturales potencialmente valiosos, el Mar de China Meridional es también una de las principales rutas marítimas del mundo.
Cathy He contribuyó a este informe.
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