Tras llamados de los primeros ministros para excluir a México de un acuerdo comercial trilateral, el primer ministro Justin Trudeau reafirma los lazos, pero está de acuerdo en que se deben abordar las preocupaciones sobre las inversiones chinas en México.
«México fue un socio sólido en la promoción de las prioridades de los canadienses, las prioridades y los intereses de los trabajadores en toda América del Norte» durante su anterior negociación con Canadá y Estados Unidos, dijo Trudeau durante una conferencia de prensa en la clausura de la reunión de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) 2024 en Perú, el 16 de noviembre.
«Hay preocupaciones en torno al nivel de inversión china en México que creo que deben abordarse, pero tengo la esperanza de que vamos a ser capaces de trabajar de manera constructiva en los próximos meses y tal vez años para asegurar que América del Norte siga siendo un lugar ventajoso para los norteamericanos, para nuestros trabajadores, para nuestra clase media, y cree un crecimiento real».
El acuerdo comercial trilateral, originalmente llamado Tratado de Libre Comercio de América del Norte, o TLCAN, fue renegociado durante el primer mandato de Donald Trump como presidente de Estados Unidos y se convirtió en el Acuerdo Canadá-Estados Unidos-México (CUSMA) en 2020. El ahora presidente electo de Estados Unidos se comprometió a revisar el acuerdo cuando se someta a revisión en 2026.
Los comentarios de Trudeau se producen después de que el primer ministro de Ontario, Doug Ford, pidiera recientemente la posible salida de México del CUSMA. A Ford le preocupa que México se haya convertido en una «puerta trasera» para los productos chinos, a pesar de los esfuerzos de Canadá y Estados Unidos por imponer sanciones comerciales a China por prácticas desleales como el exceso de capacidad y las subvenciones estatales.
En octubre, Canadá impuso un arancel del 100 por cien a todos los vehículos eléctricos fabricados en China y un arancel del 25 por ciento a los productos de acero y aluminio procedentes de China, alineándose con las medidas impuestas por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en mayo. Ford dijo que México debería al menos igualar estos aranceles.
«Si México no lucha contra el transbordo, por lo menos igualando los aranceles canadienses y estadounidenses sobre las importaciones chinas, no debería tener un asiento en la mesa ni disfrutar del acceso a la mayor economía del mundo», escribió Ford en la plataforma de redes sociales X el 12 de noviembre.
Durante una entrevista con la CBC el 15 de noviembre, la primera ministra de Alberta, Danielle Smith, dijo que está de acuerdo con el llamado de Ford a retirar potencialmente a México de la asociación comercial de América del Norte, haciéndose eco de las preocupaciones sobre la inversión china en el país.
En 2023, China superó a Estados Unidos como el mayor proveedor de automóviles de México, con exportaciones que alcanzarán los 4600 millones de dólares frente a los 4400 millones de Estados Unidos, según la Secretaría de Economía mexicana. Esto refleja un cambio en la cuota de mercado, ya que las importaciones chinas de automóviles aumentaron un 100 por ciento año tras año, frente a un crecimiento ligeramente inferior al 40 por ciento de las importaciones estadounidenses.
Los informes también indican que varios de los principales fabricantes chinos de vehículos eléctricos, como BYD, Chirey y MG Motor, están planeando construir fábricas en México. Estas tres empresas representan la mayor parte de la producción de automóviles de China.
Postura de Canadá ante China
Trudeau confirmó que el arancel de Canadá a los vehículos eléctricos fabricados en China se mencionó durante su reciente conversación con Trump.
«Hablamos directamente sobre este asunto. [Trump] preguntó por los compromisos y el posicionamiento de Canadá en torno a China», dijo Trudeau.
«Le señalé que tenemos aranceles del 100 por ciento sobre los vehículos eléctricos chinos y aranceles del 25 por ciento sobre el acero y el aluminio, y eso pareció alinearse mucho con la forma en que él ha estado pensando al respecto. Pero vamos a seguir abordando las cosas de una manera robusta y asegurarnos de que estamos protegiendo nuestros intereses como economías de América del Norte».
Se le preguntó a Trudeau sobre la creciente división entre los países que hacen negocios con China y los que no lo hacen, y si Canadá debe tomar partido, dado que los países sudamericanos están aumentando el comercio con China mientras que los países norteamericanos están imponiendo aranceles al régimen.
«Canadá tiene una relación comercial muy fuerte con China. Tenemos una enorme cantidad de exportaciones agrícolas. Importamos muchos productos de China. Vamos a seguir relacionándonos con China de forma responsable y sólida», respondió Trudeau.
«Los canadienses se benefician cuando seguimos comerciando con el mundo, y eso es algo que vamos a hacer. Lo haremos con los ojos bien abiertos en el caso de China y de otros países», añadió.
En respuesta al reciente arancel canadiense, China amenazó con iniciar una investigación antidumping sobre las importaciones de canola procedentes de Canadá. El régimen había impuesto previamente una prohibición de tres años a las importaciones canadienses de canola en 2019 durante el rifirrafe diplomático por la detención de la ejecutiva de Huawei Meng Wanzhou por parte de Canadá.
En octubre, la ministra de Comercio, Mary Ng, dijo que el gobierno está buscando diversificar las exportaciones de canola a otros mercados del Indo-Pacífico en respuesta a la amenaza de China.
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