El 24 de abril, los representantes legales de la herencia del fallecido rapero y compositor estadounidense Tupac Shakur tomaron medidas contra el rapero, cantante y actor canadiense Drake.
Los propietarios de la herencia emitieron una carta formal de cese y desistimiento sobre el supuesto uso por parte de Drake de la voz de Shakur a través de inteligencia artificial en su última y controvertida canción, «Taylor Made Freestyle», dirigido al artista Kendrick Lamar, según Billboard, que obtuvo una copia de la carta.
En la carta, el abogado inmobiliario Howard King describió el uso de la voz de Shakur como “una violación flagrante” de los protocolos legales y “un abuso flagrante” del legado perdurable del artista.
Tras la muerte del Sr. Shakur en septiembre de 1996, su madre, Afeni Shakur, asumió el control de su herencia. Ella nombró al expresidente de Interscope Records Tom Whalley como albacea, informó TMZ. En 2016, la Sra. Shakur murió y el Sr. Whalley tomó el control.
El Sr. King escribió en la carta de cese y desistimiento que Drake tendría 24 horas para eliminar «Taylor Made Freestyle» de todas las plataformas de distribución.
«Si no cumple, nuestro cliente autorizó a esta firma ejercer todos sus recursos legales, incluidos, entre otros, una acción por violación de… los derechos de autor, publicidad y personalidad de la herencia y los daños resultantes, medidas cautelares, además daños punitivos y honorarios de abogados», decía la carta.
En la tarde del 25 de abril, la canción seguía publicada en la cuenta oficial de Instagram de Drake.
En la carta, los representantes de la herencia expresaron su profunda decepción y consternación por el uso no autorizado por parte de Drake de la voz y la persona del Sr. Shakur.
Afirmando la condición del Sr. Lamar como asociado cercano de la herencia del Sr. Shakur y condenando el uso despectivo de la voz del fallecido rapero contra el Sr. Lamar, los propietarios de la herencia enfatizaron la naturaleza irrespetuosa de las acciones de Drake. Además, denunciaron la creación de la falsa impresión de que apoyaban o promovían el polémico tema.
El discurso público en torno a la tecnología de clonación de voz se intensificó el año pasado con el lanzamiento de «Heart On My Sleeve» del artista Ghostwriter, que incluía voces generadas por IA parecidas a la voz de Drake.
Este acontecimiento desencadenó un amplio debate entre las partes interesadas del sector, juristas y legisladores.
Las implicaciones legales de la tecnología de clonación de voz son complejas, según Billboard. Las leyes federales de derechos de autor pueden no ser fácilmente aplicables debido a la originalidad de las voces clonadas, que a menudo incluyen nuevas letras y melodías. El derecho de publicidad, aunque potencialmente relevante, se ha utilizado históricamente sobre todo en casos de uso comercial, no de expresión artística, informó el medio.
Los problemas legales de Drake
No es la primera vez que Drake es acusado de infringir los derechos de autor.
En 2022, Condé Nast demandó al rapero por utilizar una portada falsa de Vogue en la que aparecían él y su compañero 21 Savage para promocionar su álbum «Her Loss». Un juez federal dictó una orden judicial que ordenaba a Drake retirar cualquier imagen falsa que hiciera referencia a Vogue. Las partes llegaron a un acuerdo extrajudicial y los detalles del acuerdo fueron confidenciales, aunque la revista pidió inicialmente 4 millones de dólares.
También en 2022, el expresidente de la Asociación de Jugadores de la NBA, Billy Hunter, presentó una demanda contra Drake, el rapero Future, la estrella de la NBA LeBron James y el socio comercial de James, Maverick Carter, alegando que los demandados infringieron los derechos de propiedad intelectual de Hunter al producir el documental «Black Ice».
La película trata sobre la Colored Hockey League, una liga de hockey segregada para jugadores negros en Canadá fundada a finales del siglo XIX.
La demanda del Sr. Hunter exigía los beneficios de la película y 10 millones de dólares por daños y perjuicios, reclamando los derechos exclusivos para producir cualquier película sobre la Liga de Hockey.
El Sr. Hunter alegó un acuerdo secreto entre los citados demandados y George Fosty y Darril Fosty, autores del libro «Black Ice», que también fueron citados como demandados.
Hunter había pagado 265,000 dólares a los Fosty por los derechos exclusivos para crear una “película cinematográfica” o una “adaptación audiovisual” de la historia. Posteriormente, James y Carter fueron retirados de la demanda, informó el New York Post.
The Epoch Times se puso en contacto con los abogados de los herederos del patrimonio del Sr. Shakur y con Drake para solicitar comentarios, pero no respondieron antes del cierre de esta edición.
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