Higiene bucal deficiente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal

Algunas prácticas para mantener una buena salud bucodental y reducir la prevalencia de un tipo de bacterias relacionadas con el cáncer colorrectal

Por Shan Lam and JoJo Novaes
26 de junio de 2024 11:55 AM Actualizado: 26 de junio de 2024 11:55 AM

La higiene bucal no sólo consiste en mantener los dientes sanos, las bacterias bucales también se relacionan con el cáncer colorrectal. ¿Cómo entran las bacterias orales en el intestino? ¿Puede ayudar el enjuague bucal? Shao-Hung Wang, experto taiwanés en microbiología, habló de la relación entre las bacterias orales, la salud intestinal y las enfermedades cardiovasculares en el programa «Salud 1+1» de Epoch Times y esbozó métodos para mantener una buena higiene bucal.

Un estudio publicado en la prestigiosa revista internacional Nature reveló que la Fusobacterium nucleatum, una bacteria bucal asociada a las enfermedades de las encías, se encontraba en los tumores de algunos pacientes con cáncer colorrectal. Esta bacteria puede favorecer el crecimiento de tumores colorrectales y aumentar el riesgo de recurrencia del cáncer, lo que conlleva un peor pronóstico.

El Sr. Wang explicó que la Fusobacterium nucleatum subespecie Fna C2 puede soportar condiciones ácidas, lo que le permite atravesar el tubo digestivo y entrar en el colon y el recto. Una vez allí, produce factores de adhesión para anexarse a las células y libera moléculas tóxicas que inducen la inflamación, favoreciendo el desarrollo de tumores.

El Sr. Wang cree que los antibióticos pueden no ser adecuados para combatir estas bacterias orales que pueden causar cáncer colorrectal, ya que matan indiscriminadamente todas las bacterias, incluidas las beneficiosas. En su lugar, algunos microbiólogos utilizan bacteriófagos o moléculas antibacterianas del té verde para reducir el Fusobacterium nucleatum. Además del extracto de té verde, consumir verduras ricas en polifenoles, así como extractos de té negro y derivados de catequinas presentes en el té, también pueden ayudar a limpiar la boca e inhibir el Fusobacterium nucleatum en el intestino.

El Sr. Wang mencionó que en la antigüedad, la gente no tenía cepillos de dientes y tendía a usar hojas de té para enjuagarse la boca después de las comidas para eliminar la placa dental, en la que persiste el Fusobacterium nucleatum como una de las bacterias más comunes. Sin embargo, debido a la tendencia de las hojas de té a dejar manchas, la mayoría de la gente acabó abandonando esta práctica.

¿Cómo entran las bacterias orales en el intestino?

El Sr. Wang afirmó que algunas bacterias orales están presentes en los alimentos poco cocinados, mientras que otras forman placas de biopelícula mediante aglomeración bacteriana, que pueden tragarse con la saliva o los alimentos. Si las bacterias orales forman agregados, pueden sobrevivir a la exposición al ácido del estómago y a la motilidad gastrointestinal.

Curiosamente, algunos microorganismos desarrollan resistencia a los ácidos al pasar por el esófago hacia el estómago, lo que les permite adherirse al revestimiento estomacal. Algunas bacterias, como el Lactobacillus reuteri, poseen incluso un revestimiento exterior especializado para protegerse. Además, mientras una persona come, el ácido estomacal puede diluirse de pH 1 o 2 a alrededor de pH 5, lo que permite a las bacterias eludir potencialmente el entorno ácido.

El Sr. Wang hizo hincapié en la importancia de comer despacio y masticar bien los alimentos para evitar que los microorganismos se escondan en los trozos de comida y escapen al ácido estomacal. Además, mantener una higiene bucal adecuada es crucial para reducir la formación de placas de biofilm bacteriano.

Las bacterias orales aumentan el riesgo cardiovascular

El Sr. Wang señaló que el Fusobacterium nucleatum puede entrar en el torrente sanguíneo a través del sangrado de las encías causado por el cepillado, las heridas bucales o las enfermedades periodontales. El butirato, producido en la boca por Fusobacterium nucleatum, aumenta el riesgo de enfermedad periodontal al potenciar la producción de porfirina, que favorece el crecimiento bacteriano. Además, el butirato sirve de nutriente para algunas bacterias y activa virus patógenos, lo que provoca inflamación e incluso la muerte de las células de las encías.

El Sr. Wang explicó además que las bacterias orales pueden contribuir a la periodontitis. Las sustancias inflamatorias y las bacterias pueden entrar en el torrente sanguíneo a través de las heridas de las encías o las lesiones de la mucosa gastrointestinal. Cuando estas sustancias llegan al hígado, desencadenan la liberación de más proteínas de respuesta de fase aguda, incluidos zimógenos como la protrombina, que intervienen en la coagulación sanguínea. A medida que la protrombina viaja por el torrente sanguíneo, puede provocar coágulos si encuentra zonas con acumulación de colesterol o inflamación en los vasos sanguíneos, lo que da lugar a síntomas asociados a la cardiopatía coronaria.

Por lo tanto, el Sr. Wang aconseja a todo el mundo que controle sus niveles de colesterol y tome medidas para evitar la entrada de microorganismos orales en el organismo, ya que esto puede provocar inflamación.

Buenas prácticas de higiene bucal

El Sr. Wang relató su experiencia personal de hace unos 20 años, cuando sufrió una úlcera de estómago. En aquella época no existía un tratamiento estándar para el Helicobacter pylori, así que tomó antibióticos durante cuatro semanas. A la tercera semana se le formó una capa gruesa en la lengua, porque los antibióticos mataron las bacterias pero permitieron la proliferación de hongos, entre ellos Candida albicans, lo que causó un desequilibrio en el microbioma oral.

Hizo hincapié en que la clave de la higiene bucal no es necesariamente eliminar las bacterias, sino cepillar físicamente las superficies de los dientes y las zonas donde tiende a formarse la capa lingual.

Por ello, el Sr. Wang esbozó las siguientes recomendaciones para mantener la salud bucodental:

  • Cepillarse los dientes dos veces al día.
  • Utilizar hilo dental o picos de hilo después de las comidas para ayudar a eliminar la placa o los restos de comida.
  • Visitar regularmente al dentista para revisiones y limpiezas para eliminar la placa calcificada.
  • Evitar el uso frecuente de colutorios.

El Sr. Wang explicó que los enjuagues bucales que contienen flúor podrían afectar significativamente al microbioma intestinal, por lo que es mejor no utilizarlos más de dos veces por semana. Los colutorios que contienen el antiséptico clorhexidina son tóxicos para las bacterias, pero pueden alterar el equilibrio del microbioma oral si se utilizan con frecuencia.

El microbioma bucal desempeña un papel crucial en el ciclo de los nitratos y el óxido nítrico. Los compuestos nitrogenados que se encuentran en los vegetales, como los nitratos, son convertidos inicialmente por las bacterias orales en nitritos. A continuación, estos nitritos entran en el torrente sanguíneo a través de la mucosa y los vasos sanguíneos. Además, el ácido del estómago puede procesar aún más los nitritos para formar óxido nítrico.

Se descubrió que el óxido nítrico regula la presión arterial y la permeabilidad vascular, reduciendo así el riesgo de hipertensión y otras enfermedades cardiovasculares. También inhibe la agregación plaquetaria y la adhesión leucocitaria. Sin embargo, un exceso de óxido nítrico puede inhibir la transmisión nerviosa y la respiración mitocondrial. El uso frecuente de enjuagues bucales puede reducir los niveles de óxido nítrico en el organismo, lo que puede provocar un aumento de la presión arterial y un mayor riesgo de muerte por cardiopatía isquémica.


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