CHICAGO—Hillary Clinton subió al escenario de la Convención Nacional Demócrata para instar a los delegados a apoyar a la vicepresidenta Kamala Harris en su intento de convertirse en la primera mujer en ocupar la presidencia de Estados Unidos.
Clinton, de 76 años, fue la primera mujer en conseguir la nominación de un partido importante para la presidencia.
La exprimera dama, que fue senadora por Nueva York durante dos mandatos y secretaria de Estado, perdió las elecciones presidenciales de 2016 frente a Donald Trump.
Reflexionando sobre ese resultado en sus declaraciones del 19 de agosto, Clinton dijo: «Juntos, pusimos muchas grietas en el techo de cristal más alto y duro, y esta noche… esta noche, estamos muy cerca de romperlo».
Y añadió: «Al otro lado de ese techo de cristal está Kamala Harris, levantando la mano y prestando juramento como nuestra 47ª Presidenta de los Estados Unidos».
Clinton comenzó su discurso de 20 minutos rindiendo homenaje al presidente Joe Biden, cuya repentina retirada de la carrera catapultó a Harris a lo más alto de la candidatura demócrata.
«Ha sido el campeón de la democracia en casa y en el extranjero», dijo Clinton. «Gracias, Joe Biden, por toda una vida de servicio y liderazgo».
Biden fue considerado un probable candidato a la presidencia en 2016, pero decidió no presentarse, citando la reciente muerte de su hijo Beau como factor decisivo.
Clinton enmarcó su apoyo a Harris como un paso adelante para las mujeres y para la nación. «Estamos escribiendo un nuevo capítulo en la historia de Estados Unidos», dijo Clinton.
La ex primera dama trazó el ascenso de las mujeres en la política presidencial desde Shirley Chisholm, la congresista neoyorquina que se convirtió en la primera candidata negra en presentarse a la nominación de un partido importante y en la primera mujer en presentarse a la nominación presidencial del Partido Demócrata en 1972.
Clinton dijo: «En 1984, llevé a mi hija a ver a Geraldine Ferraro, la primera mujer nominada a la vicepresidencia», refiriéndose a la congresista neoyorquina que se presentó al cargo en 1994.
«Y luego, llegó 2016, cuando fue el honor de mi vida aceptar la nominación de nuestro partido a la presidencia», añadió Clinton.
El día de las elecciones, Clinton lideraba por 46 a 42 por ciento en un promedio de encuestas nacionales compiladas por FiveThirtyEight.
Clinton ganó el voto popular por un 2.1%, pero Trump obtuvo 304 de los 538 votos electorales.
«La historia de mi vida y la historia de nuestro país es que el progreso es posible pero no está garantizado», dijo Clinton. «Tenemos que luchar por ello y nunca, nunca rendirnos».
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