Fan Zhongyan era un político prominente y un famoso poeta y escritor durante la dinastía Song del Norte (970 -1127 a. C.). Un dicho suyo, «Sé el primero en sentir preocupación por los demás y el último en divertirte», se hizo inmortal en la historia y sirve como un verdadero reflejo de su vida.
Durante el segundo año del gobierno del emperador Renzong en 1033, hubo hambruna generalizada. Fan Zhongyan pidió ayuda a la corte, pero ésta hizo oídos sordos.
Fan le preguntó al emperador Renzong cara a cara: «¿Qué harías si no hubiera comida en la corte? Mucha gente está muriendo de hambre ahora mismo».
El emperador entonces lo envió a tranquilizar a las víctimas. Fan abrió el almacén de alimento del gobierno para las víctimas y eximió parcialmente esas áreas de impuestos.
Fan también buscó las malas hierbas con las que se habían estado alimentando las víctimas de la hambruna para presentárselas al emperador, para que éste pudiera llevarlas a la clase privilegiada en los tribunales y así entendieran los tiempos difíciles de su pueblo.
En 1035, cuando Fan era el gobernador de su ciudad natal de la ciudad de Suzhou, compró un pedazo de tierra para la construcción de viviendas.
Después de que un maestro de feng shui revisó la tierra, felicitó a Fan y dijo: «Esta es una tierra bendita, si construyes una casa aquí darás lugar a generaciones de oficiales de alto rango entre tus descendientes».
En lugar de ocupar la tierra bendita solo, Fan Zhongyan estableció una escuela allí y contrató a conferencistas excepcionales para realizar cursos. Generó mucho talento y se convirtió en un fenómeno que otros siguieron. Así, en las generaciones venideras, la gente llamó a Suzhou el lugar líder para la educación.
Fan intercedió por la gente durante toda su vida. Debido a su audaz enfoque, fue degradado muchas veces y enviado a otros lugares cuando ofendió al gobernante. Dondequiera que gobernaba, la gente estaba agradecida por sus obras benevolentes y colocaron su retrato en los templos para rendirle tributo, incluso mientras estaba vivo.
Uno de sus amigos le instó a guardar silencio para mantener su posición. En respuesta, escribió que es «mejor protestar y morir, que callarse y vivir».
Esto ilustra cómo los antiguos eruditos mantuvieron su noble espíritu, hablando por el pueblo como parte de su responsabilidad y misión moral.
El dicho habitual es que «la riqueza no pasará a más de tres generaciones». Sin embargo, la familia de Fan prosperó durante más de ochocientos años. Los cuatro hijos de Fan Zhongyan eran todos talentosos y virtuosos y sus descendientes siempre recuerdan la enseñanza de sus ancestros sobre «acumular virtud a través de buenas acciones».
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