Li Deyu (787-850 d.C.), un famoso primer ministro de la dinastía Tang, nació en una familia de alto rango. Su padre fue el primer ministro del emperador Xianzong.
Li Deyu fue excepcional desde muy joven. Era el favorito del emperador Xianzong, quien a menudo lo sentaba sobre sus rodillas. Li entró en la corte a una edad temprana debido a la influencia de la familia y sirvió durante los periodos de cuatro emperadores en su vida.
Cuando el emperador Wuzong llegó al trono en 840, Li se convirtió en el primer ministro. Estuvo en el cargo durante cinco años con resultados notables y el título duque de Wei le fue otorgado.
Desafortunadamente, Wuzong murió en 846.
Li se sintió inseguro acerca de su futuro y le preguntó a un monje clarividente. El monje le dijo que sería relegado a una posición inferior y enviado 10,000 li al sur (el li es una unidad tradicional china de distancia, hoy 10,000 li son unos 5000 km). Sin embargo, todavía podría regresar a la capital, dijo el monje.
El monje añadió: «No te preocupes, estás predestinado a tener 10,000 corderos. Hasta ahora has recibido 9500 y aún faltan 500, así que seguramente regresarás».
Li suspiró maravillado y dijo: «el Maestro es un verdadero sabio. Cuando era joven, una vez soñé que viajaba por la montaña de Jin y vi multitudes de corderos por todas partes. Muchos pastores me saludaron, diciéndome que estos corderos eran míos. Siempre me acordé de este sueño, ¡pero nunca se lo dije a nadie!».
En aproximadamente una quincena, el ministro de Zhen Wu (en lo que hoy es Mongolia Interior), Mi Ji, envió un mensajero a Li para decirle que le habían dado un presente de 500 corderos.
Li se sorprendió y le preguntó al monje: «Si me niego a estos corderos, ¿puedo escapar de mi destino?».
El monje dijo: «Como ya sucedió, estos corderos son ahora tuyos. Ya sea que los tomes o no, ya están dentro del presupuesto de tu riqueza predestinada. Así que parece que no puedes regresar de tu viaje al Sur.
Li estaba muy triste al oír eso.
Pronto fue relegado a una posición inferior y enviado a Ya Zhou (en la actual isla de Hainan). Murió un año después de haber cumplido con su deber allí.
A partir de entonces, la gente usó la frase «el consumo de 10,000 corderos» para expresar que la cantidad que uno disfrutará en la vida está preestablecida o predestinada. Cuando uno recibió la cantidad debida de riqueza, su vida también terminará.
*****
Descubra:
Mujer en EE.UU. recibe desesperada nota de SOS de un chino encarcelado en campo de trabajo forzado
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
