Historias de Hua Tuo, el médico divino

Por La Gran Época
11 de marzo de 2018 10:57 AM Actualizado: 11 de marzo de 2018 10:57 AM

Hua Tuo nació a finales de la dinastía Han del Este. Era un gran médico que sabía cómo preservar la salud. Tenía el aspecto de un joven a pesar de su edad y era considerado por la gente de ese momento como una deidad. Sus dotes curativas divinas están registradas en los “Registros de los Tres Reinos, Biografía de Hua Tuo”.

El gobernante Cao Cao estuvo atormentado por dolores de cabeza crónicos durante muchos años. Sabiendo que Hua Tuo era un médico divino, a menudo convocaba a Hua Tuo a su palacio para tratarlo. Cada vez que Hua Tuo le administraba acupuntura, el efecto era instantáneo.

Pero Hua Tuo prefería una vida despreocupada. Pidió permiso para regresar a su ciudad natal con el pretexto de que su esposa estaba enferma. Cao Cao intentó convocarlo varias veces a su palacio sin éxito. Cuando se enteró de que no era verdad que la esposa de Hua Tuo estaba enferma, hizo que lo metieran a Hua Tuo en la cárcel.

Funcionarios de la corte intercedieron por Hua Tuo. Ellos sintieron que Hua Tuo debía ser salvado ya que podía salvar vidas con sus magníficas habilidades curativas. Pero Cao Cao no estaba preocupado. Dijo: “Seguro que hay otros médicos a su altura”. Finalmente, Hua Tuo murió en prisión.

Cao Cao continuó sufriendo dolores de cabeza después de la muerte de Hua Tuo. Cuando el hijo de Cao Cao Chong se enfermó gravemente, Cao Cao lamentó con pesar: “Si tan sólo no hubiese matado a Hua Tuo. He sellado el destino de mi propio hijo”.

Experto en Acupuntura y Cirugía

Hua Tuo era un experto en medicina. Sólo unos pocos tipos de hierbas era todo lo que necesitaba, y cuando Hua Tuo preparaba la medicina, ni siquiera tenía que pesar las hierbas.

Cuando se trataba de acupuntura, él podía curar a los pacientes administrando sólo una o dos agujas. Antes de introducir una aguja en el paciente, le decía: “Avísame cuando puedas sentir la aguja”. Cuando el paciente podía sentirla, Hua Tuo sacaba la aguja y el paciente se sentía mejor.

Fue Hua Tuo quien descubrió los puntos de acupuntura Jiaji (Puntos Paravertebrales de Hua Tuo). Más tarde fueron conocidos como los Puntos Huatuojiaji.

Hua Tuo también fue un gran cirujano. Si el foco de la infección estaba en el cuerpo y no funcionaba ni la acupuntura ni la medicina, la cirugía sería necesaria. Hua Tuo le daría al paciente una forma líquida de anestesia para beber. Cuando el paciente poco después entraba en un estado inconsciente, Hua Tuo abría su abdomen para remover la parte infectada, limpiaba el área y suturaba el abdomen antes de aplicar una crema a la herida. En sólo cuatro o cinco días, el dolor desaparecería y el paciente se recuperaba completamente en un mes.

Hubo un paciente que tuvo dolor de estómago por más de diez días. Se le caían las cejas y la barba. Hua Tuo diagnosticó que la mitad del bazo del paciente estaba dañado y el paciente tuvo que ser operado. Cuando el paciente tomó la solución anestésica y se acostó, Hua Tuo abrió el estómago y descubrió que la mitad del bazo estaba dañado. Quitó la parte dañada y los tejidos muertos y le aplicó una crema medicinal. El paciente tomó una medicina oral después de que se recuperó en menos de 100 días.

Enseñado por Seres Celestiales

Hua Tuo visitaba a menudo montañas famosas. Un día, llegó a una vieja cueva en el monte Gong Yi y escuchó voces. Alguien estaba discutiendo maneras de tratar enfermedades. Se acercó a la cueva por curiosidad y escuchó a alguien decir: “Hua Tuo está justo aquí. Impartamos las habilidades de sanación a él”.

Pero otra persona no estuvo de acuerdo. “Hua Tuo no se le deben impartir las habilidades, ya que es una persona codiciosa con poca compasión”.

Hua Tuo saltó adentro de la cueva y vio a dos ancianos vestidos con ropas hechas de corteza de árbol y sombreros de paja.

Hua Tuo se acercó a ellos y les dijo: “Estoy ansioso por aprender el arte de la curación, pero nunca conocí a un buen maestro. Por favor, enseñenme las habilidades porque soy sincero acerca de aprenderlas. No los decepcionaré”.

Los ancianos dijeron: “Nosotros te impartiremos las habilidades de sanación, pero podría ser la causa de tu caída en el tiempo venidero. No discrimines a nadie por razón de su estatus social o de su riqueza, no seas avaro, ni te dejes intimidar por las dificultades. Entonces no te hará ningún daño”.

Hua Tuo agradeció a los ancianos y prometió tener en cuenta sus palabras.

Los viejos sonrieron y señalaron hacia un lecho de piedra. “Hay un libro en el lecho. Tómalo y deja la cueva de inmediato. No le muestres el libro a nadie”.

Hua Tuo agarró el libro y se dio la vuelta, y los viejos ya se habían ido. Salió corriendo de la cueva, y tan pronto como lo hizo, la cueva se derrumbó. El libro de la cueva contenía extrañas recetas que hacían maravillas. Hua Tuo fue asesinado por Cao Cao antes de los 60 años. Las palabras de los ancianos se hicieron realidad. (de “Zhong Cang Jing-Central Treasury Classic”, que se cree fue escrito por Hua Tuo)

Sucesor del Arte de Sanación del Emperador Amarillo

Wang Bo, nacido en los primeros años de la dinastía Tang, era famoso por su obra literaria, el “Prefacio al Pabellón del Príncipe Teng”. Cao Yuan, que vivía en la ciudad de Chang’ an, era un buen amigo de Wang Bo’ s. Según el “New Tang Book, the Biography of Wang Bo”, Wang Bo se hizo amigo de Cao Yuan y aprendió de él las habilidades curativas.

En la obra literaria “Prefacio al precepto del Emperador Amarillo de 81 temas difíciles”, Wang Bo reveló el orden en que se impartió el arte de la sanación: Qi Bo, el Emperador Amarillo, nueve sucesores no nombrados, Yi Yin, Tang de Shang, seis sucesores no nombrados, Jiang Ziya, el rey Wen de Zhou, nueve sucesores no nombrados, Yi He, seis sucesores no nombrados, Bian Que, nueve sucesores no nombrados, Hua Tuo, seis sucesores no nombrados, Huang Gong, y luego Cao Yuan.

El arte de la curación se remonta a Shangdi, el Gobernante Celestial, quien lo transmitió a Xian Shi (el maestro de Qi Bo), Qi Bo, y el Emperador Amarillo en orden cronológico. El Emperador Amarillo entonces impartió las habilidades curativas a Lei Gong y más tarde a la realeza de las dinastías Shang y Zhou.

Las habilidades fueron finalmente heredadas por Bian Que hace 2.400 años durante el período de los Estados Guerreros, y por Hua Tuo hace 1.800 años durante la última parte de la Dinastía Han Oriental. Bian Que y Hua Tuo fueron venerados y vistos como médicos divinos porque eran verdaderos sucesores del arte sanador del Emperador Amarillo. Poseían la habilidad de la clarividencia y las habilidades para realizar la cirugía.

 

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