Holanda exigió el cierre de dos “estaciones de servicio” ilegales de la policía china en el país.
El 2 de noviembre, el ministro holandés de Relaciones Exteriores, Wopke Hoekstra, publicó en Twitter que el ministerio informó al embajador chino que las estaciones deben cerrar de inmediato.
La ONG de derechos humanos Safeguard Defenders reveló, en un informe que publicó en septiembre, que China había establecido al menos 38 “estaciones de servicio” de la policía china en docenas de países de los cinco continentes.
En Holanda, tales estaciones estaban tanto en Ámsterdam como en Roterdam.
Según Hoekstra, no se ha solicitado permiso a Holanda para la instalación de ninguna de las estaciones. “Holanda le ha pedido al embajador chino una aclaración completa… [y] lleva a cabo una investigación de las estaciones para averiguar sus actividades precisas”, dijo Hoekstra.
En respuesta a la orden de Holanda, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, insistió en que las estaciones estaban a cargo de voluntarios locales de la comunidad china, no de la policía de China.
Represión Transnacional
El 26 de octubre el vocero chino, Wang Wenbin, dio respuesta a la acusación sobre las estaciones de servicio de la policía en el extranjero.
Afirmó que esos eran centros de servicio y que el propósito era “ayudar a los ciudadanos chinos en el extranjero que necesitan acceder a la plataforma para renovar sus licencias de conducir y recibir exámenes físicos”.
Wang Jingyu, un disidente chino en Rotterdam, no estuvo de acuerdo con la afirmación de Wang.
Jingyu dijo: “Tengo pruebas sólidas y claras para demostrar que es una comisaría internacional de la policía china en Róterdam”.
Según Jingyu, un empleado de la comisaría china de Rotterdam lo ha llamado con un número de teléfono oficial docenas de veces al día, «quería que me entregara, que volviera a China… me amenazó con una orden oficial por Telegram».
“Es exactamente lo contrario de lo que afirma el Ministerio de Relaciones Exteriores de China”, le dijo el 30 de octubre a la edición en chino de The Epoch Times.
Según el informe de Safeguard Defenders, la operación policial en el extranjero estaba asociada a una campaña de Beijing para traer a ciudadanos chinos de vuelta a China, para investigar fraudes y fraudes en las telecomunicaciones.
Anteriormente, los medios de comunicación chinos afirmaron que la policía en el extranjero “persuadió con éxito a 230,000 sospechosos de fraude para que regresaran” a China entre abril de 2021 y julio de 2022.
Sin embargo, el informe de Safeguard Defenders también indicó que aquellos que fueron persuadidos con éxito afirmaron que “la mayoría involucraba a disidentes o personas que habían huido de la persecución religiosa y/o étnica” del PCCh.
Tras la denuncia a las comisarías ilegales chinas en todo el mundo, el gobierno irlandés fue el primero en ordenar el cierre de una comisaría internacional china.
Jiang Feng contribuyó a este artículo.
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