“Sal a votar” es una exhortación que Garbant Piquant de Garner, Carolina del Norte, se tomó en serio. Los registros muestran que el nativo de Bahamas de 53 años votó en todas las elecciones primarias y generales desde 2018 hasta 2020.
Pero Piquant no es ciudadano estadounidense. Y fue arrestado el 9 de diciembre y acusado de afirmar falsamente ser ciudadano de Estados Unidos para registrarse para votar, votar como un extranjero y cometer fraude en pasaporte.
Según una declaración del 13 de diciembre de Michael Easley, fiscal de Estados Unidos para el distrito este de Carolina del Norte, cuando Piquant solicitó la renovación de su pasaporte americano, el certificado de nacimiento de Virginia que había utilizado anteriormente para establecer su ciudadanía estadounidense provocó sospechas.
Una investigación realizada por el Servicio de Seguridad Diplomática (DSS, por sus siglas en inglés) del Departamento de Estado de EE. UU. descubrió que el estado de Virginia nunca emitió el certificado de nacimiento. Se encontró un registro de nacimiento de Piquant archivado en las Bahamas.
Piquant usó su pasaporte obtenido de manera fraudulenta para solicitar una licencia de conducir más completa, también conocida como REAL ID, según Easley.
Según el sitio web del DMV de Carolina del Norte, según la Ley federal REAL ID, esa tarjeta permite que el portador ingrese a edificios federales seguros o aborde un avión comercial.
Si es declarado culpable, Piquant podría enfrentar de uno a diez años en una prisión federal y multas de hasta USD 250,000.
“Nos alegramos de que se presenten cargos. Ya es hora de que se realicen. Es necesario que esto ocurra en otros estados», dijo J. Christian Adams, de la Public Interest Legal Foundation (PILF), en una entrevista con The Epoch Times.
PILF demandó recientemente a Carolina del Norte para obtener acceso a los registros de votaciones, una labor que Adams cree que sacó a la luz el asunto y ayudó a que se generara la acusación.
Adams citó a California como otro ejemplo en el que los extranjeros están votando en las elecciones y proporcionó un documento que ilustra el problema.
Dijo que esta práctica «diluye» el voto de todos los ciudadanos estadounidenses.
“Todos deberían estar de acuerdo en que las personas extranjeras y las personas muertas no deberían permanecer en las listas de votantes durante años”, dijo Adams.
Adams describió el método sencillo de recopilación de datos de PILF, afirmando: “Cuando un extranjero quiere convertirse en ciudadano estadounidense naturalizado, uno de los formularios requeridos pregunta ‘¿Alguna vez se registró para votar?’ Si la respuesta es ‘sí’, el formulario dice que debe solicitar a su estado de residencia que elimine su nombre de las listas de votación. Las oficinas electorales de todo el país están abarrotadas de solicitudes de este tipo».
Un estudio de PILF de 2018 en Virginia encontró 1800 registros de votantes extranjeros autodeclarados y cancelados en tres condados. San Diego, California, tenía 264 formularios de este tipo.
PILF ha obtenido algunas solicitudes de voto de extranjeros que responden con sinceridad a una pregunta de que no son ciudadanos estadounidenses pero que se registran para votar de todos modos.
“Esta acción por parte del gobierno pone a estas personas en un gran riesgo legal”, dijo Adams. “Algunos pueden llamarlo trampa intencional. Yo creo que gran parte es pura pereza e incompetencia».
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