Un perspicaz comensal descubrió huellas de dinosaurio en un restaurante del suroeste de China, y un equipo internacional de investigación confirmó que pertenecían a un saurópodo herbívoro de cuello largo y cabeza pequeña.
Hongtao Ou, aficionado a la paleontología, estaba comiendo en un restaurante de Leshan, Sichuan, cuando encontró cráteres divididos uniformemente en el suelo y especuló con la posibilidad que fueran huellas de dinosaurio.
«Esta persona observó alrededor de una docena de hoyos espaciados regularmente en el suelo del patio exterior del restaurante Garden, en la provincia de Sichuan», explicó uno de los investigadores de la Universidad de Queensland, Anthony Romilio.
Resultaron ser las huellas fosilizadas de 50-60 centímetros (20-24 pulgadas) de largo del saurópodo que vivió en el periodo Cretácico, cuando los dinosaurios florecieron hace unos 100 millones de años.
«Es un hallazgo realmente emocionante porque demuestra que se pueden encontrar huellas importantes de dinosaurios en lugares inesperados», dijo Romilio.
Según publicaron en Cretaceous Research, los científicos descubrieron que las fosas se observaron en la década de 1950, pero fueron tapadas por un propietario anterior para alisar y nivelar el terreno.
La profesora asociada Lida Xing, de la Universidad China de Geociencias, explicó que los nuevos propietarios convirtieron la casa en un restaurante hace unos tres años y volvieron a descubrir las fosas.
«Pero seguía sin haber nada inusual», afirma Xing.
Eso fue hasta mediados de 2022, cuando un comensal observador señaló que podían ser algo más que simples agujeros en el suelo.
«La región carece de registros esqueléticos de dinosaurios, por lo que estas huellas fosilizadas proporcionan una información inestimable sobre los tipos de dinosaurios que vivieron en la zona», explica.
El equipo estimó que los dinosaurios medían unos diez metros de largo.
«También sabemos que los dinosaurios daban pasos bastante cortos para un animal tan grande, con una velocidad de marcha de unos dos kilómetros por hora», dijo Romilio.
Romilio afirmó que el descubrimiento pone de relieve la importancia de que personas corrientes realicen valiosos descubrimientos científicos.
«Es un testimonio del valor de sentir curiosidad por lo que nos rodea y prestar atención al mundo que nos rodea», afirmó.
«Para algunos afortunados, los descubrimientos pueden venir de lugares inverosímiles, incluso mientras estás comiendo un bocado».
Un saurópodo australiano revela misterios del mundo
Un cráneo de saurópodo descubierto recientemente en el interior de Queensland, Australia, está arrojando nueva luz sobre ecosistemas y comportamientos antiguos.
El cráneo —el primero hallado en Australia— pertenece a un saurópodo apodado Ann.
Según los paleontólogos, el fósil ofrece una rara visión del paso del animal por una Antártida más cálida.
«La ventana entre hace 100 y 95 millones de años fue una de las más cálidas en la historia geológicamente reciente de la Tierra, lo que significa que la Antártida, que estaba más o menos donde está ahora, no tenía hielo», dijo en un comunicado Stephen Poropat, investigador principal y uno de los paleontólogos que encontró el cráneo.
«Del mismo modo, Australia, que estaba mucho más al sur que hoy, era más cálida y con menos estacionalidad. En ese clima, la Antártida era boscosa y podría haber sido un hábitat o camino atractivo para los saurópodos errantes».
Se cree que estos dinosaurios se encuentran entre los más prósperos que han existido, floreciendo hasta el final de la Era de los Dinosaurios.
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