El esposo de una mujer de Michigan que murió hace cinco años de lo que se pensaba era una sobredosis accidental, fue sido acusado de su asesinato. Se lo culpa de poner heroína en su tazón de cereales.
Christina Ann-Thompson Harris, de 36 años de edad, falleció el 29 de septiembre de 2014, según su obituario, pocas semanas después de dar a luz a su segundo hijo.
Inicialmente se determinó que su muerte fue una sobredosis accidental por toxicidad de heroína, pero la semana pasada se anuló con la sentencia de su muerte como homicidio, y su esposo fue acusado, reportó MichiganLive.
Jason Harris, de 44 años, fue arrestado el 27 de agosto por cargos individuales de asesinato en primer grado, solicitud de asesinato y entrega de una sustancia prohibida que causó la muerte.
«Creemos que Jason Harris asesinó a su esposa», dijo el fiscal del condado de Genesee, David Leyton, en una conferencia de prensa citada por varios medios y transmitida por WJRT. «Creemos que puso heroína en su cereal con leche la noche que murió, después de conseguirla, pensando que sería insípida e inodora».
A pesar de que familiares levantaron sospechas pocos días después de su muerte en 2014, y de que sus compañeros de trabajo insistieron en que ella nunca tomaría drogas, los investigadores tardaron cinco años en reconstruir el caso y su esposo ha sido acusado.
Una pieza clave de evidencia fue la leche materna congelada encontrada por sus padres en su casa.
«La policía pudo conseguir tres paquetes de plástico con leche materna congelada de Christina colocados en una nevera. Los tres fueron enviados al laboratorio criminalístico. En cada caso no se detectó ninguna sustancia prohibida», dijo Leyton.
También señaló que los análisis de sangre durante su embarazo no revelaron la presencia de drogas en su organismo.
La pareja vivía en el pequeño pueblo de Davidson, Michigan, a unas 95 kilómetros al norte de Detroit, cerca de la ciudad de Flint.
Leyton dijo que en octubre de 2014, los hermanos de Jason Harris dijeron a la policía que había hecho comentarios sobre «deshacerse de Christina Harris» y que creían que había estado teniendo relaciones extramatrimoniales en ese momento.
Según la fiscalía, intercambió más de 5800 mensajes de texto con una mujer, que viajó para visitarla en Rhode Island, a 1126 kilómetros de distancia, apenas nueve días después de la muerte de su esposa.
Su fallecimiento le proporcionó un pago de 100.000 dólares de seguro de vida de parte de su empleador y un cheque de 20.000 dólares de su propio seguro de vida.
Según el fiscal del condado, le dijo a sus compañeros de trabajo cómo puso pastillas en la comida y bebida de su esposa «para noquearla» y «para que no sintiera nada», y así poder mover su cuerpo sin que lo descubrieran.
Leyton contó que Harris había tomado el asunto en sus propias manos después de que los planes de contratar a un sicario fracasaron.
«Jason le pagó 5000 dólares a un tipo para que matara a Christina y mientras este presunto asesino a sueldo la vigilaba, el asesino fue atrapado por la policía con un arma de fuego», comentó Leyton.
El abogado de Jason Harris, Nicholas Robinson, dijo a CNN que su cliente se ha declarado inocente de todos los cargos. «Estábamos muy sorprendidos y francamente entristecidos al saber que la determinación original de sobredosis accidental fue revocada y eso ha conducido a estos cargos», dijo Robinson.
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