DENVER–Un hombre de Colorado se declaró culpable de cargos de asesinato el viernes por iniciar un incendio en una casa en 2020 matando a cinco miembros de una familia senegalesa en una venganza fuera de lugar por un iPhone robado que rastreó hasta la casa por error.
Kevin Bui, que ahora tiene 20 años, era un adolescente al momento del incendio, pero fue procesado como adulto. Fue presentado por los fiscales como el cabecilla de tres amigos que iniciaron el incendio del 5 de agosto de 2020 en plena noche en un barrio de Denver. Bui creyó por error que las personas que le habían robado recientemente vivían en la casa después de usar una aplicación para rastrear su iPhone robado hasta la zona general, según testimonios anteriores en el caso.
Bui se declaró culpable de dos cargos de asesinato en segundo grado. Un acuerdo de culpabilidad alcanzado entre el acusado y los fiscales propone una sentencia de hasta 60 años de prisión—30 años por cada cargo. La pena máxima por cada cargo de asesinato en segundo grado es de 48 años y una multa de 1 millón de dólares.
La jueza Karen Brody fijó la sentencia para el 2 de julio.
Durante la audiencia, Bui se sentó a la mesa con sus abogados, con las manos esposadas y vistiendo el uniforme verde de la cárcel.
Dio respuestas superficiales a las preguntas del juez mientras sus padres observaban desde la galería del tribunal y escuchaban el proceso transmitido por un intérprete a través de auriculares. El padre de Bui dijo a los periodistas después de la audiencia que aceptaron el acuerdo de culpabilidad.
Bui es el último de los tres amigos en declararse culpable del incendio que mató a Djibril Diol, de 29 años, y a Adja Diol, de 23, y a su hija de 22 meses, Khadija Diol. También fueron asesinadas su familiar, Hassan Diol, de 25 años, y su hija de seis meses, Hawa Beye. Otras tres personas escaparon saltando desde el segundo piso de la vivienda, rompiéndose algunos huesos.
Ningún familiar de las víctimas estuvo en el tribunal, pero vieron el proceso online, dijo Ousman Ba, coordinador del programa del African Leadership Group y portavoz de la familia de Djibril Diol y Adja Diol. También asesora a Amadou Beye, cuya esposa e hija fueron asesinadas.
Las familias apoyaron el acuerdo a pesar de que en un principio esperaban que Bui fuera condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, dijo Ba. Se trata de la pena más dura que existe en Colorado desde que abolió la pena de muerte y es el castigo automático para una condena por asesinato en primer grado. Sin embargo, dado que las personas que cometieron delitos siendo menores reciben un trato diferente y se les permite la libertad condicional, las familias creyeron que este acuerdo de culpabilidad era la mejor opción para resolver este caso después de casi cuatro años, dijo.
«Somos musulmanes. Creemos que Alá, nuestro Creador, hará justicia», dijo Ba, quien agradeció a los fiscales por mantener informadas a las familias sobre el caso.
Uno de los cargos por el segundo asesinato del que Bui se declaró culpable fue por matar a Dijibril y Adja Diol y a su hijo. El otro es por matar a Hassan Diol y a su bebé. La fiscalía retiró otros sesenta cargos contra Bui, entre ellos asesinato en primer grado, intento de asesinato, incendio provocado y allanamiento de morada, bajo el acuerdo de culpabilidad.
El año pasado, Dillon Siebert, que tenía 14 años al momento del incendio, fue sentenciado a tres años de detención juvenil y siete años en un programa penitenciario estatal para reclusos jóvenes. Se declaró culpable de asesinato en segundo grado en virtud de un acuerdo que, según los fiscales y la defensa, sopesaba su menor participación en la planificación del incendio, sus remordimientos y su interés por rehabilitarse con el horror del crimen.
En marzo, Gavin Seymour, de 19 años, fue sentenciado a 40 años de prisión luego de declararse culpable de un cargo de asesinato en segundo grado.
Seymour y Bui se declararon culpables después de un intento fallido de que se desestimaran las pruebas del historial de búsqueda en Internet que condujeron a sus detenciones.
La investigación del incendio se prolongó durante meses sin ninguna pista. El video de vigilancia mostraban a tres sospechosos con mascarillas faciales completas y sudaderas con capucha oscuras. El temor de que el incendio se tratara de un crimen de odio llevó a muchos inmigrantes senegaleses a instalar cámaras de seguridad en sus hogares en caso de que ellos también pudieran ser atacados.
Sin nada más que añadir, la policía terminó por obtener una orden de registro en la que se pedía a Google qué direcciones IP habían buscado la dirección de la vivienda en los 15 días anteriores al incendio. Cinco de las direcciones IP encontradas tenían su sede en Colorado, y la policía obtuvo los nombres de esas personas mediante otra orden de registro. Tras investigar a esas personas, la policía identificó finalmente a Bui, Seymour y Siebert como sospechosos. Fueron detenidos unos cinco meses después del incendio.
En octubre, la Corte Suprema de Colorado avaló la búsqueda en el historial de palabras clave de los usuarios de Google, un enfoque que los críticos han calificado de redada digital que amenaza con socavar la privacidad de las personas y sus protecciones constitucionales contra búsquedas e incautaciones irrazonables.
Sin embargo, la corte advirtió que no estaba haciendo una «proclamación general» sobre la constitucionalidad de tales órdenes y enfatizó que se estaba pronunciando únicamente sobre los hechos de este caso.
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