Arne Murke, un perspicaz turista alemán de 30 años de edad, puede agradecerse a sí mismo por haber hecho una excelente elección de vestuario el día en que cayó de la cubierta de un yate. Sin su pantalón, con el que fabricó un dispositivo de flotación, puede que no esté aquí para contarlo.
Vestido con jeans y camiseta, Murke se embarcó el 6 de marzo de 2019 para entregar un yate de 12 metros llamado «Wahoo» con la ayuda de su hermano. Su ruta comenzó en Auckland, Nueva Zelanda, y se dirigía a Brasil cuando llegaron a aguas turbulentas. Cuando las cosas se pusieron serias, estaban a más de 32 kilómetros de Tolaga Bay.
Las agitadas aguas hicieron que se soltara la escota principal del yate y ni Murke ni su hermano pudieron volver a controlarla. Mientras intentaba asegurar la lona, Murke fue arrojado por la borda.
Hablando con el New Zealand Herald, Murke revivió el momento en que fue lanzado y los encomiables esfuerzos de su hermano para salvarlo. «Mi hermano fue directamente a buscarme, pero el oleaje era de unos tres metros. Tiró por la borda un chaleco salvavidas con una cuerda», recordó Murke, indicando que su hermano había seguido perfectamente el protocolo para tal emergencia. Pero fue en vano: «No pude alcanzarlo, ya estaba demasiado lejos».
Murke se dio cuenta de que iba a estar por su cuenta hasta que su hermano u otra operación de rescate de la marina pudiera llegar a él. Pero lejos de entrar en pánico, se le ocurrió una solución ingeniosa: decidió hacer un dispositivo de flotación usando sus jeans.
A German tourist owes his life to a pair of jeans he used as a makeshift lifejacket while lost at sea for over three hours off the Gisborne coast https://t.co/shjtXVUsda
— nzherald (@nzherald) March 9, 2019
La técnica es un elemento básico entre los Navy SEAL de EE.UU. y los grupos de Scouting, y requiere que el náufrago se quite los pantalones y los «azote» por encima de la superficie del agua para atrapar aire en el tejido hueco de las piernas.
Consejos y trucos de aficionados «lifehacker» detallan la técnica en su sitio web: «Tan pronto como llegues al agua, quítate los pantalones», empiezan. «Ata las piernas del pantalón con un simple nudo cuadrangular y agarra los pantalones por la cintura». Este es el momento en el que el nadador abandonado tiene que ejecutar una maniobra magistral mientras sostiene sus pantalones por encima de su cabeza: «Dales un buen azote», prosiguen los expertos, «dejando que las piernas del pantalón se llenen de aire en la medida de lo posible antes de que golpeen el agua». Cada pierna del pantalón debe inflarse con aire».
El sitio advierte que puede llevar varios intentos, pero que una vez que el nadador captura suficiente aire en las piernas del pantalón, el resto es simple. «Pase la cabeza entre las piernas como si fuera un chaleco salvavidas y mantenga la cintura de sus pantalones cerrada con una mano», aconseja el sitio web. «Mientras flota, use la otra mano para mantener las piernas del pantalón mojadas para que así puedan retener el aire por más tiempo».
Murke había hecho los deberes. «Por suerte, conocía el truco de los pantalones», dijo al Herald. «Eso fue lo que realmente me salvó». Murke siempre había creído que usaría la técnica si terminaba cayendo por la borda, y como navegante habitual, las probabilidades eran cada vez más escasas.
«Respiré profundamente», explicó Murke, «me saqué los jeans, hice un nudo en la punta de las piernas y los inflé… Tenía como un chaleco salvavidas improvisado». Su rapidez de pensamiento puede haber salvado su vida, pero una vez que aseguró su propia seguridad, sus pensamientos se dirigieron a otra parte: su hija de 10 meses de edad que vive en las Filipinas. «Esa fue la mayor motivación», compartió más tarde.
Afortunadamente, Sky News informó que Murke fue localizado y rescatado por un helicóptero de rescate después de cuatro horas en el mar. El Lowe Corporation Rescue Helicopter Service compartió un video del rescate en su página de Facebook. «Es increíblemente afortunado de estar vivo», exclamaron los rescatistas.
Murke, sano y salvo, continúa pensando: «Sin los jeans hoy no estaría aquí».
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