Los ratones que tenían ciertas comunidades de hongos viviendo en su intestino aumentaron más su peso al comer alimentos procesados que los ratones cuyos microbiomas intestinales albergaban comunidades de hongos diferentes, según nuestro estudio publicado el 5 de marzo en la revista Communications Biology.
Los microbiomas son comunidades de microorganismos. En este estudio, exploramos si los elementos fúngicos del microbioma intestinal —llamado micobioma— modificaban la reacción metabólica de su huésped ante los alimentos procesados. Para esto, obtuvimos ratones genéticamente idénticos de cuatro empresas diferentes —cada uno con microbiomas fúngicos distintos— y los alimentamos con comida estándar para ratones o con comida procesada parecida a la alimentación típica estadounidense. Después de seis semanas, medimos su grasa corporal, y los genes y las hormonas que intervienen en el metabolismo.
Nos fijamos específicamente en la relación entre el microbioma fúngico y los alimentos procesados —alimentos que contienen azúcares refinados, grasas monoinsaturadas y harina blanca, por ejemplo— porque estos alimentos están relacionados con un aumento de peso poco saludable en los seres humanos. El consumo de alimentos procesados hizo que la mayoría de los ratones engordaran, pero la cantidad de peso y la forma en que cambió su metabolismo varió entre los ratones con diferentes microbiomas. Después de medir los microbiomas de cada ratón, utilizamos el aprendizaje automático para averiguar qué hongos tenían una mayor influencia en el metabolismo.
Descubrimos que los ratones cuyos microbiomas intestinales contenían más hongos Thermomyces —que los fabricantes utilizan para descomponer la grasa en los procesos comerciales— y menos Saccharomyces —levaduras utilizadas en la panificación y la elaboración de cerveza— aumentaron alrededor de un 15 por ciento más de peso que los ratones con microbiomas diferentes. Encontramos diferencias similares pero menores en los ratones con una alimentación normal.
Por qué es importante
El microbioma intestinal puede influir en el metabolismo.
La mayoría de la gente asume que el microbioma está compuesto exclusivamente de bacterias. Sin embargo, los hongos —aunque suelen ser menos comunes que las bacterias— suelen ser elementos fundamentales de estas comunidades microbianas. Los microbiomas varían de un individuo a otro, de modo que las especies de hongos que viven en su intestino pueden ser diferentes de las de su vecino. Esto también ocurrió con los ratones de nuestro estudio.
Los investigadores acaban de descubrir el microbioma fúngico y tienen un conocimiento limitado de cómo afecta a la salud humana. Nuestro estudio es uno de los primeros en identificar cómo los hongos intestinales pueden influir en el metabolismo.
Si los hongos intestinales influyen en el metabolismo de las personas de forma similar a como lo hacen en los ratones, los investigadores podrían desarrollar dietas adaptadas a microbiomas específicos. También podría ser posible ajustar el microbioma fúngico de una persona para controlar el peso en situaciones específicas, como después de una operación para perder peso.
Lo que aún no se sabe
Los científicos todavía están aprendiendo qué especies de hongos se instalan en el intestino y cuáles están de paso. Aunque muchas de las interacciones entre los seres humanos y sus hongos intestinales son probablemente benéficas, no siempre es así. Por ejemplo, los hongos pueden desempeñar un papel en el síndrome del intestino irritable y aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de páncreas.
No solo la presencia o ausencia de ciertos hongos podría tener efectos directos sobre la salud, sino que la interacción de los hongos con las bacterias probablemente es también muy importante. Nuestro trabajo ha dado algunos primeros pasos clave para comprender la compleja relación entre las comunidades de bacterias y hongos cuando cooperan para digerir los alimentos procesados.
El futuro
Tenemos previsto realizar estudios para ver cómo influye el microbioma fúngico en el metabolismo de los seres humanos y los ratones con dietas altas en grasas y después de la cirugía de adelgazamiento. Y para aprender más sobre cómo los diferentes hongos afectan al metabolismo, nos gustaría crear ratones con microbiomas artificiales que ensamblemos nosotros mismos o transplantemos de un donante humano.
es profesor auxiliar de neonatología en la Universidad de Alabama-Birmingham, y es candidato a doctor en biología evolutiva en la Vrije Universiteit Amsterdam. Este artículo se publicó por primera vez en The Conversation.
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