Una madre lloró la muerte de su bebé dos veces luego que el hospital que la atendió le dijera que su hijo estaba muerto pero minutos después se lo llevó aún con vida, donde finalmente murió en sus brazos.
Alisha Pegg, de Ashford, en Inglaterra, tenía 22 semanas de embarazo cuando comenzó a tener dolor de parto y náuseas el 27 de febrero. Luego de llamar al médico asumieron que tenía una infección en la vejiga, pero aún así decidió ir al Hospital William Harvey, según informó Liverpool Echo.
«Fui de todos modos, ya que no sentía que Grace [la bebé] se moviera. Cuando la doctora me preguntó qué dolor sentía, la primera palabra que salió de mi boca fue ‘parto’. Como ya había dado a luz antes, sabía lo que se sentía y estaba perdiendo líquido».
Sin embargo, una vez en el hospital la revisaron «rápidamente» y la regresaron a su casa.
«No me hicieron ninguna comprobación de la dilatación ni de si había perdido líquido; el médico me hizo una exploración al lado de la cama que duró aproximadamente un minuto».
El personal del hospital dijo que pudo «encontrar un latido del corazón pero ningún movimiento».
«En mi cabeza pensé que mi hija estaba bien, tenía latidos cardíacos. Les dije que estaba en labor de parto y sentí que tenía que pujar, pero el médico dijo que me fuera a casa», dijo a BBC.
Unas horas después Pegg llamó una ambulancia porque inició labor de parto en su casa, pero su bebé nació antes de que pudieran llegar los paramédicos. Una vez en el hospital la madre y la bebé fueron separados y una hora después le informaron que había fallecido.
Lo más desconcertante fue que luego le llevaron a su hija viva.
«Me dijeron que Grace no había sobrevivido, pero me la trajeron viva 45 minutos después. Pero dijeron que no podían realizar ninguna intervención médica, y murió a las 6:30 de la mañana. Tuve que llorar a mi hija dos veces», dijo a Liverpool Echo.
La madre dijo sentirse «abandonada» y que Grace no recibió la atención adecuada, ya que pensaron que estaba muerta. En entrevista a BBC, dijo que el hospital explica en sus informes que intentaron entubar a la bebé pero que «no mostraba signos de vida», pero aún así «sobrevivió cuatro horas por sí misma».
Pegg dijo que necesitaba respuestas de por qué no la escucharon cuando les detalló lo que sentía en su cuerpo, y «una disculpa».
Rebecca Martin, directora médica del hospital The East Kent Hospitals Trust, dio su «más sentido pésame» y agregó: «Lamentamos sinceramente no haber proporcionado el nivel de atención y apoyo necesario».
«Cambiamos nuestras prácticas y políticas tras la triste muerte de Grace, incluyendo la implementación de un mayor control para las mujeres con riesgo de parto prematuro».
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