Desde mediados de diciembre Florida ha visto un gran aumento de casos de COVID-19 que ha obligado a los hospitales a «pensar con originalidad» y por lo que Lee Health Care del suroeste de Florida anunció que va a hacer visitas a domicilio como parte de un sistema llamado Dispatch Health para aliviar la saturación de las salas de emergencia.
El Dr. Scott Nygaard, jefe de operaciones de Lee Health, dijo en una conferencia de prensa el 11 de enero: «Dispatch Health es un nuevo servicio que tenemos para Lee Health. Y usted puede programar una cita donde ellos vienen a su casa en un coche. Proporcionan una evaluación y un servicio a domicilio».
«Hacen un protocolo de intervención, una evaluación en tu casa y pueden prescribir un tratamiento médico», continuó Nygaard. «Si necesitas pruebas de laboratorio, puede que tengas que desplazarte a otro lugar para ello. Pero es un servicio a domicilio que llega directamente a tu casa».
El servicio de Lee Health no requiere que un médico lo envíe y las llamadas se cobrarían al mismo precio que una visita de atención urgente y se tratarían de la misma forma que en una clínica ambulatoria.
«Por el mismo coste que una visita de atención urgente, el equipo de llamadas a domicilio de Dispatch Health está en la puerta de su casa listo y capaz de tratar una amplia variedad de enfermedades y afecciones, como el COVID-19, la gripe, los estreptococos y la mononucleosis [mononucleosis infecciosa]; todo lo que puede hacer una atención de urgencia», dijo.
El Dr. Nygaard pidió que la gente sea «selectiva en cuanto al lugar al que acude y al nivel de atención adecuado».
Esta es la opción más nueva de servicios que ofrece Lee Health, dijo Nygaard. «La telesalud sigue estando disponible y por ahora es gratuita».
Dijo que el servicio no trata nada relacionado con ataques cardíacos o síntomas de derrame cerebral que instó a esos pacientes a buscar servicios médicos de emergencia a través de una sala de emergencias.
Las visitas domiciliarias de los médicos se remontan al siglo XIX, cuando era una práctica habitual que los médicos visitaran a sus pacientes en sus casas, sobre todo si estaban demasiado enfermos o lesionados para buscar atención médica fuera del hogar.
Las visitas a domicilio continuaron en las décadas de 1930 y 1940, cuando el 40% de las visitas médicas eran a domicilio, antes de disminuir en la década de 1960.
En 1980, las visitas a domicilio representaban menos del uno por ciento de los servicios de los médicos, ya que los médicos de cabecera disminuyeron y fueron sustituidos por la medicina especializada.
Según throughouthistory.com los médicos que hacían visitas a los pacientes tenían que «estar preparados para todo».
Trataban dolencias como paperas, forúnculos, hasta partos y apendicitis.
Los médicos llevaban en sus maletines artículos de uso habitual, como un termómetro y un estetoscopio, pero también llevaban botiquines quirúrgicos y de amputación, además de medicamentos, agujas y jeringuillas.
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