No fueron los alemanes, tampoco los japoneses. Han sido los ingleses de Jaguar quienes han tomado “el mundo por asalto”, con el primer desafío serio a Tesla. El 2019 Jaguar I-Pace, marca un momento en el tiempo. Es una movida audaz por parte de Jaguar: un SUV completamente eléctrico, el primer rival creíble al dominio de los autos eléctricos o EV de Tesla. Un auto con un diseño pasmosamente radical.
El I-Pace marca el comienzo de algo grande: que los principales fabricantes –no solo las empresas de nueva creación de Silicon Valley o BMW– están preparados para invertir adecuadamente en la construcción de automóviles eléctricos que realmente el consumidor desee poseer más allá del esnobismo de marca, y podrían ser capaz de pagar.
A Jaguar le conocemos por los autos de alto rendimiento y lujosos sedanes, pero dejando a un lado el tren de poder, el I-Pace sigue fielmente los planos habituales de la compañía.
El diseño exterior es limpio, casi pulcro. Al igual que el resto la formación Jaguar, el I-Pace usa líneas fluidas y orgánicas en el exterior, pero el I-Pace las usa para enmascarar su tecnología interior. Su rostro puede que sea bastante familiar, pero la rejilla y las ancas delanteras del I-Pace están cubiertas por las dramáticas curvas que se pueden esperar de quienes trajeron en su tiempo al icónico D-Type.
Aquí todo lo han pensado para mejorar la aerodinámica. Desde un capó bajo, que incluye una novedosa rejilla para canalizar el aire a través de la cubierta de este y sobre la parte superior del automóvil, una línea de techo lisa y parte trasera cuadrada, manijas de las puertas escondidas a ras del cuerpo, a una suspensión neumática que baja casi media pulgada cuando el I-Pace corre por encima de las 65 millas por hora.
I-Pace es bajo, regordete y musculoso, con voladizos cortos y una larga distancia entre ejes. Es algo más corto que en BMW X-3, pero tan ancho como un X5. Esa postura atlética se complementa con llantas de 20 pulgadas. Ah… olvidaba otro detalle… el espectacular techo de vidrio flotante.
En el interior, el I-Pace ofrece un enfoque minimalista y progresista a la vez. Desde detrás del volante, se aleja cuidadosamente de cualquier cosa demasiado abstracta. Aparte de unos pocos indicadores y menos el murmullo de un motor inactivo, el I-Pace es casi imposible de distinguir del resto de la alineación de Jaguar. Cualquiera que esté familiarizado con autos de Jaguar se sentirá aquí a gusto, y quizás, decepcione a los que esperan la complejidad y artificio que se enseña en otros autos eléctricos. Al igual que en otros productos nuevos de Jaguar Land Rover, un sistema InControl Touch Pro Duo se encarga de funciones información y el entretenimiento. En el I-Pace hay una pantalla táctil superior de 10 pulgadas y una pantalla inferior de 5.5 pulgadas para controlar la navegación, una excelente configuración de audio Meridian de 15 bocinas, un punto de acceso Wi-Fi, Bluetooth y tanto Apple CarPlay como Android Auto. La pantalla táctil de 12.3 pulgadas para el sistema de info-entretenimiento y una pantalla táctil inferior para los controles del clima y las funciones del vehículo son nítidas y de buen estilo, pero su funcionalidad es uno de los “talones de Aquiles” de este auto. El InControl Touch Pro Duo es algo lento, con menúes que aún son poco intuitivos y opciones en algunos casos confusas. La pantalla inferior para el control de clima es más funcional, pero también requiere de algún estudio inicial.
El I-Pace, utiliza dos motores eléctricos concéntricos, uno en cada eje, para la tracción permanente en las cuatro ruedas. En conjunto producen 394 caballos y 513lb ft de torque, entregados a través de una caja de cambios de una sola velocidad. La batería de iones de litio, colocada debajo del piso, es de 90kWh, válida para un rango de 234 millas o 376 kilómetros. De 0 a 60 mph necesita solo 4.5 segundos y logra una velocidad máxima de 124 mph. Obviamente, el rango de manejo del Jaguar de solo 4 millas menos que un Tesla; es un buen punto de venta para las personas que desean un EV más versátil y cotidiano, pero este número puede disminuir o quizás aumentar según la forma en que se conduzca. Mi sensación es que fácilmente podría haber superado las 240 millas si me lo hubiera propuesto, con una mente y, sobre todo, un pie derecho más gentil.
Llevar la batería al 80% de su carga toma un poco más de 1.5 horas en caso de que encuentre en su camino un cargador de 50 kW. Si ha sido bendecido con el acceso a un puesto de recarga de 100 kW, solo necesitará 40 minutos para llegar a la misma marca. En casa en una toma de 220 voltios recargara la batería al 80% en unas 10 horas. Si como yo, solo cuenta con una salida de 110V en su garaje, mejor no le digo cuánto va a tardar recargar la batería.
Es la conducción uno de los méritos indiscutibles del I-Pace. El torque instantáneo y sin engranajes convierte las salidas de la autopista y las rampas de acceso en una experiencia emocionante. Con un silencio cauteloso, como el de un buen felino acechando a su presa, puedes dejar a BMW o Audis pulverizados a la distancia.
El I-Pace se siente pegado a la carretera, conduciendo tan bajo que no hay un giro aparente del cuerpo, y un manejo tan bueno en las curvas que doblar la velocidad establecida en ellas se convierte en una tentación. No es un automóvil deportivo, pero es lo suficientemente sensible como para poder llevarlo a extremos con confianza.
Se puede seleccionar entre 4 niveles de equipamiento para el I-Pace: S, SE, HSE y First Edition, que celebra el año de lanzamiento de este Jaguar. Debido a que los componentes mecánicos y el tamaño de la batería son iguales en todos los modelos, sus opciones se reducen a su nivel de lujo. Aunque puede superar los $90,000 dólares en las configuraciones más caras, el mejor valor es el I-Pace S de nivel de entrada. Su lista de características estándar está lejos de ser escasa, con detalles que incluyen un conjunto completo de características de seguridad, un interior opulento y un excedente de características técnicas por $69,500, unos $10,000 dólares menos que un modelo equivalente de Tesla Model X.
El Jaguar I-Pace establece el nuevo estándar para vehículos eléctricos de lujo con precios competitivos, refinamiento impresionante y una dinámica de conducción nítida. Es una buena inyección de estilo y conveniencia en el mercado de EV, que a menudo, se ha quedado corto en esas áreas. Es necesario que su tecnología interior se refine, pero a pesar de esto, tengo mucha compañía en catalogar al I-Pace como el más completo auto eléctrico del mercado hoy en día.
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