Un aumento de los casos de COVID-19 en el estado de Idaho ha causado que las autoridades activen un sistema de racionamiento de la atención médica en todo el estado con la esperanza de que alivie la presión sobre los hospitales abrumados.
El jueves por la mañana, el Departamento de Salud y Bienestar Social de Idaho anunció el despliegue del sistema, llamado Normas de Atención en Caso de Crisis, que, según las autoridades, permitirá a los hospitales dar prioridad a los pacientes que «generalmente están sanos» y, por tanto, tienen más probabilidades de recuperarse del COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
«Alguien que generalmente está sano y se recuperaría más rápidamente podría recibir tratamiento o tener acceso a un respirador antes que alguien que no tiene probabilidades de recuperarse», señaló en un comunicado.
Un día antes, el Sistema de Salud St. Luke, la mayor red de hospitales del estado, había instado a los líderes sanitarios de Idaho a que permitieran «normas de atención en caso de crisis», citando los recursos médicos del estado que se encuentran bajo presión a medida que aumentan los casos del virus del PCCh.
Eso significaría que los pacientes con más probabilidades de sobrevivir tendrían prioridad para los recursos médicos que son escasos, como las camas de la unidad de cuidados intensivos (UCI).
«La situación es grave: no tenemos suficientes recursos para tratar adecuadamente a los pacientes en nuestros hospitales, tanto si están allí por el COVID-19 como por un ataque al corazón o por un accidente automovilístico», dijo el director del Departamento de Bienestar de Idaho, Dave Jeppesen, en un comunicado.
Jeppesen instó a los residentes a vacunarse contra el COVID-19 y a usar mascarillas en lugares concurridos al aire libre y en interiores.
«Nuestros hospitales y sistemas sanitarios necesitan nuestra ayuda. La mejor manera de acabar con las normas de atención en caso de crisis es que más personas se vacunen. Esto reduce drásticamente las posibilidades de tener que ir al hospital si se enferma de COVID-19», añadió.
Aproximadamente el 40% de los residentes de Idaho están totalmente vacunados contra el COVID-19, lo que lo convierte en uno de los estados menos vacunados del país.
Mientras tanto, las hospitalizaciones van en aumento, con 678 personas actualmente hospitalizadas con COVID-19 en todo el estado, en comparación con las aproximadamente 170 de principios de agosto.
El sistema se había puesto en marcha antes en las zonas del norte de Idaho, pero la medida del jueves ocurre cuando el impacto del aumento se está sintiendo en todo el estado.
Los funcionarios de salud pública dijeron que es posible que algunos hospitales no necesiten racionar los recursos de atención médica y que dependerá de cada hospital decidir cómo implementar el sistema.
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