Las autoridades dieron a conocer este viernes el nombre del pasajero que recibió un disparo mortal durante el secuestro de un autobús del Metro de Los Ángeles a principios de esta semana, por parte de un hombre armado.
El Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) identificó al hombre como Anthony Rivera, de 48 años, de Los Ángeles.
El incidente comenzó cerca de la calle Figueroa y la avenida Manchester alrededor de las 12:46 horas del miércoles y terminó en el centro de la ciudad después de que el sospechoso condujera a la policía a una persecución de una hora. Los agentes del SWAT finalmente detuvieron el autobús y arrestaron al sospechoso, según un comunicado de prensa de la policía de Los Ángeles del 25 de septiembre.
Los primeros en responder encontraron al Sr. Rivera en el autobús con múltiples heridas de bala y lo llevaron a un hospital, donde murió más tarde.
Como presunto autor del delito se encuentra detenido Lamont Campbell, de 51 años, de Los Ángeles, por cargos de asesinato. Se le impuso una fianza de 2 millones de dólares, informó la policía. Su caso se presentará ante la Fiscalía del Condado de Los Ángeles el 30 de septiembre.
La madrugada del 25 de septiembre, los agentes respondieron a una llamada del centro de operaciones de seguridad de Metro, quienes a su vez habían recibido una alerta del autobús de la línea 81, dijo el subjefe de la policía de Los Ángeles, Donald Graham, durante una rueda de prensa horas después del incidente.
Mientras se dirigían a la escena, los oficiales se enteraron de que un hombre armado estaba en el autobús y rápidamente desplegaron el equipo SWAT, dijo la policía.
A su llegada, los agentes vieron una señal intermitente en la parte delantera del autobús: «Emergencia, 911, llame a la policía».
Varios pasajeros consiguieron escapar del autobús después de que, al parecer, el sospechoso blandiera una pistola. Sin embargo, otros dos permanecieron a bordo mientras el conductor del autobús se alejaba con el sospechoso supuestamente apuntándole a la cabeza con la pistola, según el portavoz de la policía de Los Ángeles a The Epoch Times.
La policía encontró finalmente el autobús en la calle 117 con Figueroa.
Graham dijo que cuando los agentes trataron de ponerse en contacto con las personas a bordo, el autobús comenzó a rodar lentamente lejos de ellos, lo que provocó una persecución.
Según la policía de Los Ángeles, los agentes persiguieron el autobús durante una hora por toda la ciudad antes de utilizar bandas de pinchos para detenerlo en East Sixth Street y South Alameda Street.
Una vez que el autobús se detuvo, los agentes lo rodearon y dispararon bolsas de proyectiles y granadas aturdidoras contra el sospechoso.
A la vez rescataron al conductor del autobús y a otro pasajero que se había escondido en la parte trasera. Las imágenes compartidas en las redes sociales muestran a los agentes del SWAT ayudando al conductor a salir por una ventana.
Graham dijo que el conductor «está relativamente bien de ánimo, aunque un poco conmocionado».
La supervisora del condado de Los Ángeles, Janice Hahn, que también preside la junta directiva del Metro de Los Ángeles, calificó el incidente de «pesadilla» y elogió la actuación del conductor del autobús.
También pidió mejores medidas de seguridad para el sistema de Metro.
«Necesitamos soluciones para evitar que la gente lleve armas en nuestro sistema. Si no puedes entrar en un partido de los Dodgers o en un concierto con un arma, no deberías poder subir a un autobús o a un tren con un arma», dijo Hahn.
La supervisora añadió que la agencia está probando actualmente tres sistemas de detección de armas en la Union Station, y espera ver a más agentes de la ley subiendo a los autobuses y trenes en un futuro próximo.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, también asistió a la rueda de prensa y afirmó que este tipo de incidentes no pueden tolerarse en la ciudad.
La Sra. Bass, también directora del Metro, dijo que la junta está dando prioridad a varias medidas de seguridad —incluidas alarmas silenciosas y barreras para los conductores de autobús, que resultaban eficaces en este incidente— en respuesta al aumento de los delitos violentos.
«Todos los angelinos tienen derecho a vivir con seguridad, especialmente en nuestro sistema de transporte público», afirmó la alcaldesa.
Metro ya había encargado cientos de barreras para proteger a los conductores de autobús tras una serie de ataques. La agencia de transportes tiene previsto instalarlas en todos sus autobuses antes de finales de año.
El tiroteo mortal es el caso más reciente de violencia de alto nivel que afecta al sistema de transporte público de Metro, y se produce solo unos meses después de que la agencia se comprometiera a reforzar la seguridad y mejorar la protección de los pasajeros.
Este año se han producido más de una docena de incidentes violentos en autobuses, trenes y propiedades de Metro.
En agosto, dos pasajeros fueron apuñalados en un autobús de Metro en el sur de Los Ángeles. En abril, una mujer de 66 años fue apuñalada mortalmente en el metro tras regresar de su turno de noche. En marzo, un hombre secuestró un autobús de Metro y amenazó al conductor con una pistola falsa, lo que provocó que el autobús chocara contra varios coches aparcados y el hotel Ritz-Carlton, en el centro de la ciudad.
La consejera delegada de Metro, Stephanie Wiggins, señaló que el incidente de esta semana pone de relieve una tendencia más amplia de la violencia en las calles del condado, haciendo hincapié en el amplio alcance del sistema de transporte.
«Los autobuses de Metro paran en aceras y paradas que no son de nuestra propiedad, y circulan por calles que no controlamos», dijo la consejera durante la rueda de prensa del 25 de septiembre. «Recogemos pasajeros de todas las clases sociales, y lo que ocurre en nuestros autobuses es un reflejo de lo que afrontamos en nuestras comunidades».
La Sra. Wiggins señaló la necesidad de aumentar las patrullas callejeras en los puntos conflictivos durante las horas punta. También instó al condado a invertir más en salud mental y tratamiento de adicciones, y que aborde los problemas relacionados con las drogas y las armas.
Con la colaboración de Bill Pan.
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