Una iglesia de Washington D.C. ha sido indemnizada con 220,000 dólares después de que presentara una demanda federal desafiando las restricciones del distrito a las reuniones en lugares de culto durante la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
Los líderes de la Capitol Hill Baptist Church (CHBC) han apelado a los funcionarios de D.C. desde que se emitieron las restricciones de la alcaldesa Muriel Bowser el 11 de marzo de 2020, que prohibían todas las reuniones de la iglesia en interiores y exteriores de 100 o más personas, incluso si los participantes llevaban mascarillas y distancia social.
Pero en octubre del año pasado, el pastor principal Mark Dever y los ancianos de la CHBC ganaron una orden judicial preliminar (pdf) contra las restricciones de Bowser, permitiendo a la congregación reanudar los servicios de culto al aire libre con las debidas precauciones, como el uso de mascarillas y el mantenimiento de la distancia social.
En un acuerdo (pdf) entre las dos partes firmado el 8 de julio de 2021, la alcaldesa Muriel Bowser y su administración acordaron pagar 220,000 dólares a los abogados de la iglesia en WilmerHale y en el First Liberty Institute, un bufete de abogados con sede en Plano (Texas) que se especializa en litigios sobre la libertad religiosa según la Primera Enmienda.
Según el acuerdo, el distrito «acuerda que no aplicará ninguna restricción actual o futura de la COVID-19 para prohibir que la CHBC se reúna como una congregación» en el distrito.
El distrito acuerda además que, en caso de que imponga nuevas restricciones a las reuniones religiosas en nombre de la mitigación de la COVID-19 o de una variante de la misma, no serán más restrictivas que en las «actividades seculares comparables, según la definición de la Corte Suprema», señala también el acuerdo.
El distrito también acordó pagar los honorarios legales de la iglesia.
El pastor principal, Mark Dever, es un líder evangélico conocido a nivel nacional y es el fundador de la organización 9Marks, que proporciona recursos ministeriales y administrativos a las iglesias de todo el país, y ha estado en la CHBC desde 1994.
Él y la congregación de 850 miembros han celebrado servicios de culto todos los domingos desde 1878, excepto durante un periodo de tres semanas debido a la epidemia de gripe española de 1918.
«Todo lo que la Capitol Hill Baptist Church ha pedido es un trato igualitario bajo la ley para poder reunirse con seguridad como iglesia», dijo Hiram Sasser, consejero general ejecutivo del First Liberty Institute.
«La iglesia está aliviada y agradecida de que este calvario haya quedado atrás. Los funcionarios del gobierno deben saber que las restricciones ilegales a los derechos de la Primera Enmienda son intolerables y costosas», dijo, informó el Washington Times.
Los cierres, que comenzaron en marzo de 2020 en Estados Unidos, obligaron a detener los servicios religiosos (incluidos los de las congregaciones católicas romanas, judías ortodoxas y pentecostales) durante la pandemia de la COVID-19.
Sin embargo, los cierres forzosos se convirtieron en un punto de fricción cuando algunas jurisdicciones impusieron restricciones más severas a los lugares de culto que las impuestas a actividades seculares similares.
La Corte Suprema anuló varias prohibiciones a las reuniones religiosas durante la crisis y, finalmente, varios estados comenzaron a suavizar las restricciones y a permitir que los lugares de culto abrieran para celebrar servicios presenciales, aunque con modificaciones relacionadas con el virus.
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