En medio de la actual pandemia de COVID-19, el mundo dio la bienvenida al año nuevo 2022 reduciendo las multitudinarias celebraciones y los espectáculos de fuegos artificiales ante la propagación de la variante ómicron, más contagiosa aunque menos grave. En algunas regiones los eventos incluso se cancelaron.
El virus del PCCh (Partido Comunista Chino), causante de la enfermedad COVID-19, se ha cobrado más de cinco millones de vidas desde el inicio de 2020. Los gobiernos de los distintos países del mundo han utilizado el virus del PCCh y sus nuevas variantes como justificación para someter a la población a cierres y restricciones, así como a órdenes de vacunación y uso de mascarillas, lo que ha provocado numerosas protestas públicas en los últimos dos años.
Australia celebró el año nuevo con grandiosos fuegos artificiales y espectáculos de luz sobre el Puente del Puerto y la Ópera de Sídney a las 21:00 horas y al llegar la medianoche. La víspera del año nuevo de los años anteriores a la pandemia solía atraer a más de un millón de personas. Este año la afluencia de público fue mucho menor y la mayoría de las zonas de observación tenían un límite de capacidad y requerían entradas para acceder a ellas.
La vecina Nueva Zelanda no tuvo ningún espectáculo oficial de fuegos artificiales después de que las autoridades cancelaran el evento como medida de precaución en medio de la pandemia del virus del PCCh, aunque no se ha informado de ninguna propagación comunitaria de la variante ómicron. En su lugar, Auckland organizó un espectáculo de luces que se proyectó sobre la Sky Tower de Auckland y otros lugares emblemáticos de la ciudad.
En China, las ciudades cancelaron las celebraciones de víspera de Año Nuevo. Las autoridades invocaron medidas como los esfuerzos para reducir el riesgo de nuevos casos del virus del PCCh. Las autoridades también desaconsejaron a la población viajar para celebrar el Año Nuevo Lunar a principios de febrero.
Para la víspera del año nuevo, las autoridades locales de Wuhan, en la provincia de Hubei, donde el virus del PCCh surgió por primera vez a fines de 2019, prohibieron los eventos públicos a gran escala en las zonas comerciales. A pesar de la falta de festividades, todavía se veían grandes multitudes en Wuhan en horas previas al primer día de año nuevo.
El gobierno de Shanghai canceló un espectáculo anual de luces a lo largo del río Huangpu que suele atraer a cientos de miles de espectadores. En Beijing, donde los templos más populares han estado cerrados o con acceso limitado desde mediados de diciembre, no había planes de celebraciones públicas.
En Xi’an, provincia de Shaanxi, las autoridades sometieron a unos 13 millones de personas a un estricto cierre durante más de una semana, lo que ha hecho que algunos residentes pidan ayuda por falta de alimentos.
Hong Kong celebró un concierto al aire libre en directo, aunque las autoridades instaron a la población a no asistir a ellos. Alrededor de 3000 personas asistieron al concierto, en el que participaron celebridades locales, entre ellas Mirror, un grupo local. Fue la primera celebración desde 2018, después de que se cancelaran los eventos en 2019 en medio de la agitación política, y en 2020, debido a la pandemia. Los fuegos artificiales se celebraron sobre el puerto de Victoria, acompañados por una orquesta en directo.
Taiwán celebró los fuegos artificiales en medio de una población prácticamente libre de COVID-19. El rascacielos Taipei 101 fue la pieza central de la noche. Los organizadores calificaron el edificio como «el mayor reloj del mundo para la cuenta regresiva del Año Nuevo», ya que se iluminó planta por planta empezando por la parte inferior mientras la cuenta regresiva para el Año Nuevo entraba en los últimos momentos.
En Kuala Lumpur, Malasia, se cancelaron los tradicionales fuegos artificiales en las Torres Petronas.
Tailandia lo celebró con impresionantes fuegos artificiales en Bangkok sobre el río Chao Phraya.
Corea del Sur canceló por segundo año su ceremonia pública anual de campanadas de Año Nuevo en medio del aumento de los casos de COVID-19. En su lugar, el país emitió un vídeo pregrabado de la ceremonia de las campanadas en Bosingak.
Las autoridades cerraron muchas playas y otras atracciones turísticas a lo largo de la costa oriental, que normalmente se llenan de personas que esperan ver el primer amanecer del año.
En Corea del Norte se celebraron fuegos artificiales y un concierto en la plaza Kim Il Sung de Pyongyang, cerca del río Taedong.
En Japón, se canceló el evento anual de cuenta regresiva en el icónico cruce de Shibuya en Tokio. También se cancelaron las reuniones públicas en el palacio imperial de Tokio, que normalmente abre sus puertas al comienzo de cada año a grandes multitudes.
El monarca japonés Naruhito por segundo año consecutivo emitió un video como saludo de Año Nuevo y ofreció oraciones por los que murieron durante la pandemia.
En India, millones de personas celebraron en sus casas en medio de toques de queda y otras restricciones que impidieron las grandes celebraciones públicas. Algunos lugares se libraron de los toques de queda, incluidos los puntos turísticos de Goa y Hyderabad. En Bombay se celebró un espectáculo de luces en el enlace marítimo Bandra-Worli.
En Rusia, Moscú y otras grandes ciudades celebraron el Año Nuevo con fuegos artificiales. La Plaza Roja de Moscú estaba prácticamente vacía porque se cerró a partir de las 5 de la tarde debido a las restricciones de COVID-19. Sin embargo, los centros comerciales estaban llenos de clientes que se lanzaron a comprar durante las fiestas.
El presidente ruso, Vladímir Putin, deseó a los rusos cambios positivos en el nuevo año, en un discurso televisado emitido poco antes de la medianoche en cada uno de los 11 husos horarios de Rusia. «Quisiera expresar palabras de sincero apoyo a todos los que han perdido a sus seres queridos», dijo Putin en relación a la pandemia.
En Ucrania, la multitud celebró frente a la catedral de Santa Sofía en Kiev.
En Dubái, los turistas y los lugareños disfrutaron de un gran espectáculo de fuegos artificiales en el rascacielos más alto del mundo: el Burj Khalifa.
En Turquía no hubo fuegos artificiales. Sin embargo, la plaza Taksim de Estambul estaba abarrotada de personas antes del día de Año Nuevo, informó Daily Sabah.
Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, levantó repentinamente un toque de queda de larga duración antes del Año Nuevo, poco después de que Sudáfrica se convirtiera en el primer país en declarar que su ola ómicron había pasado su punto máximo.
En Estados Unidos, las autoridades adoptaron un enfoque mixto: prohibieron la asistencia de público a un concierto de la cuenta regresiva en Los Ángeles, lo redujeron en Nueva York, pero avanzaron a toda velocidad en Las Vegas, donde se esperaba a 300,000 personas para un espectáculo de fuegos artificiales.
En Nueva York, las autoridades limitaron la afluencia de público a 15,000 personas de la capacidad habitual de 55,000 dentro del perímetro de Times Square. Los asistentes debían estar vacunados y con mascarillas. Aun así, supuso una notable mejora con respecto al público del año pasado, que fue de unas pocas docenas.
El alcalde saliente, Bill de Blasio, dijo que la población necesita ver que Nueva York está abierta a los negocios. Eric Adams juramentó a su cargo como nuevo alcalde poco después del brillante descenso de la bola de cristal que marcó el inicio del año nuevo.
Mientras tanto, en Canadá, millones de personas se enfrentaron a un toque de queda de 10 de la noche a 5 de la mañana en Quebec y tuvieron que estar en casa mucho antes de la medianoche en la víspera de Año Nuevo. «Es una medida extrema porque la situación es extrema», dijo el Primer Ministro Francois Legault en una rueda de prensa el 30 de diciembre.
En Brasil, la playa de Copacabana de Río de Janeiro acogió a unas miles de personas durante 16 minutos de fuegos artificiales. La fiesta de Año Nuevo de Río suele reunir a más de 2 millones de personas en esta playa. En 2020 no hubo celebración debido a la pandemia. Este año hubo música, pero no conciertos en directo como en ediciones anteriores.
En el Reino Unido, Londres organizó una fiesta de última hora en la televisión. Las imágenes de la BBC de los fuegos artificiales mostraron un tráfico de vehículos muy ligero y prácticamente ningún espectador en persona. Un deslumbrante espectáculo de luces en Londres tuvo como protagonistas el río Támesis, el Shard, el Old Royal Naval College de Greenwich y la catedral de San Pablo, informó el Daily Mail.
Grecia celebró el año nuevo con un espectáculo de fuegos artificiales sobre la Acrópolis de Atenas.
Las autoridades de París, Francia, cancelaron los fuegos artificiales siguiendo el consejo de un panel científico que declaró que las reuniones masivas serían demasiado arriesgadas. Las autoridades también reintrodujeron el uso obligatorio de mascarillas en el exterior. A pesar de la cancelación de los fuegos artificiales, las multitudes se reunieron en los Campos Elíseos mientras transcurrían las últimas horas de 2021.
En Berlín, Alemania, la policía instó a la gente a no reunirse cerca de la Puerta de Brandenburgo, donde se organizó un concierto y un espectáculo de luces sin público.
Mientras tanto, en Madrid, España, las autoridades sólo permitieron la entrada de 7000 personas en la céntrica plaza de la Puerta del Sol, un lugar que tradicionalmente acoge a unos 20,000 personas.
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