Cosechas perdidas, evacuados, y vacas arrastradas por la corriente en medio de las inundaciones, son el resultado de las intensas lluvias caídas durante enero en las provincias del centro y litoral de Argentina, a las que se sumaron precipitaciones que trajo esta semana el inicio de la corriente del Niño.
El temporal aún no cesa y la magnitud del desastre se puede apreciar en las imágenes de vídeo, en el que centenares de vacas prácticamente sumergidas en el agua, pasan debajo del puente del arroyo Batel en Goya, Corrientes.
Se supo posteriormente que las vacas llegaron a un lugar de lomas.
Las pérdidas en la producción agropecuaria son millonarias y la cuenca lechera es una de las más afectadas.
El 80 por ciento de los tambos está improductivo y más de 7 millones de hectáreas continúan inundadas por lo que es imposible levantar las cosechas de soja, girasol, maíz y arroz entre otros, debido a que los suelos anegados impiden el ingreso de maquinarias agrícolas. Solo en Santa Fe y Entre Ríos las pérdidas en la producción se estimaron en alrededor de 4000 millones de dólares.
La situación de emergencia lleva al menos tres personas fallecidas y más de 5000 permanecen evacuadas principalmente en las provincias de Chaco, Corrientes, norte de Santa Fe y sur de Santiago del Estero.
Sin embargo el espíritu solidario de los argentinos siempre está presente para ayudar a los más necesitados. Diversas Instituciones, productores y vecinos organizaron numerosas campañas para juntar alimentos, ropa y hasta ofrecen parte de sus terrenos para alojar el ganado.
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